Cita a ciegas

Cap. 37

Estaba repasando la sesión de fotos que hice el día anterior cuando Christie entró sin picar. Yo seguía trabajando, mientras ella se acomodaba.

- ¿Qué pasa? -dije sin apartar la vista de la pantalla del ordenador.

- Es James -entonces la miré-. Ayer se fue, y todavía no ha vuelto.

- ¿Como? Dean está con él.

- Lo sé, ¿pero donde? -me encogí de hombros-. ¿No te lo ha dicho?

- No, solo me ha dicho que volverá pronto -dije volviendo mi mirada de nuevo a la pantalla del ordenador.

- Maldita sea Kate, ¿como puedes estar tan tranquila? -dijo levantándose de la silla, entonces la miré.

- Wow, relaja Christie.

- No, no me pidas que me relaje cuando nuestros novios están vete tú a saber donde.

- Les encontraré.

- ¿Como? -dijo sentándose de nuevo.

- Solo déjame hacer unas llamadas y te digo algo.

- ¿De donde sacas tantos contactos? Primero las invitaciones aquellas, ahora esto...

- ¿Quieres que les encuentre o no?

- Sí, sí. Me voy a trabajar de nuevo.

- No -dije de golpe.

- ¿No qué?

- No vas a trabajar. Te vas a tu casa -dije sonriendo.

- ¿Qué?

- Día libre, ¡corre!

Christie salió corriendo del despacho, avisó a Sarah y Luca y recogieron las cosas en nada y menos. Christie entró de nuevo, y le mandé a que me imprimiera las fotos para mañana. Asintió, y se fue. Cuando estuve sola, guardé el resto del trabajo y cerré el local. Era hora de hacer unas visitas.

Estaba esperando como una completa estúpida. Estaba nerviosa, las manos me sudaban, y tantas miradas me ponían la piel de gallina. Oí una puerta abrirse y voces, así que me giré y vi a Steve salir con Danny y dos personas más. Me acerqué a ellos, y cuando Steve me vio, sonrió. Igual que Danny.

- Vaya Kate, tu por aquí. ¿Vienes a hacer la sesión del calendario de policías? -dijo Danny sonriendo de lado.

- Mas quisieras -dije riendo-. Vengo a hablar con Steve.

Todos miraron a Steve, y sonrieron.

- Uh jefe, tiene visita -dijo riendo la chica.

- Vale, ya. Id a cotejar esos datos y a establecer conexión -Danny se puso las manos en el bolsillo y me miró a mi y a Steve-. Tú también Danny.

- Aburrido... Me alegro de verte Kate.

- Lo mismo digo -dije sonriendole.

- ¿Va todo bien? -dijo Steve acercándose más a mi.

- ¿Podemos hablar?

- Claro, dime.

Miré a mi alrededor.

- En privado.

- Sígueme -me llevó hasta lo que supuse que era su despacho. Cerró la puerta y se quedó de pie conmigo-. ¿Qué pasa?

- ¿Puedes saber donde se encuentra una persona a raíz de un numero teléfono?

- No, pero a raíz de una llamada sí -suspiré-. ¿Qué va mal?