Cap. 43

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Llegué a la comisaria y me abrí paso entre la gente, por mucho que me lo prohibieran. Frené y busqué a Steve con la mirada, pero no le encontré. Vi aparecer a Danny, y escuché a los policías de antes decirme cosas. Cuando Danny me vio, frunció el ceño y se acercó corriendo y apartó a los policías.

- ¿Qué haces aquí? ¿Se va a convertir en costumbre que alteres a estos dos? -dijo riendo.

- Steve. Necesito ver a Steve -dije con lágrimas en los ojos.

- Steve no está -dijo acariciándome el brazo.

- Oh venga Danny, no sabes mentir -dije secándome las lágrimas y dirigiéndome al despacho.

- Kate, no...

No le escuché, abrí la puerta y vi a Steve de pie detrás de la mesa, y a una chica morena sentada en la silla la cual me daba la espalda. Me acerqué a la mesa, sin prestar atención a la chica.

- ¿Qué haces aquí? -preguntó Steve con los brazos cruzados.

- Me tienes que ayudar, es urgente.

- Kate, estaba reunido -dijo señalando con la cabeza a mi lado.

Entonces miré a mi derecha y vi a la morena de frente, sonriéndome cinicamente y saludándome con la mano. La sangre me hervía mas, y fulminé con la mirada tanto a Steve como a Brenda.

- ¿Qué hace esta zorra aquí? -escupí.

- No es mi culpa que sigas resentida todavía -dijo levantándose.

- Lo que si va a ser tu culpa va a ser la paliza que te voy a dar.

- Eh, eh -dijo Steve saliendo de detrás de su mesa y colocándose entre nosotras dos. Llamó a Danny y este apartó a Brenda un poco-. ¿Os conocéis?

- No mucho -contestó Brenda.

- Lo suficiente para saber que es tóxica.

- Envidiosa.

- ¿Envidiosa? Maldita sea -dije abalanzándome sobre ella, pero Steve me agarró por la cintura y me apartó más.

- Kate, relájate. ¿Quieres decirme qué haces aquí? -dijo mirándome a los ojos.

- ¿Qué hace ella aquí?

- Ella es el topo del que te hablé.

- ¿Qué? Dijiste que era una testigo.

- Te mentí.

- ¿Así que ella es la topo? -repetí incrédula, y les miré-. ¿Estas de broma?

- ¿Por qué debería estarlo?

- Por su culpa creen que soy yo la topo, y ahora tienen a Dean, ¿me oyes? -le aparté y di dos pasos hacia Brenda-. Eres una completa zorra, ¿todo este tiempo has estado ahí metida, rebozandote con Larry solo para pasarles información? Incluso destrozando a Dean.

- Supervivencia, cariño -dijo sonriendo.

- Yo te mato, algún día te mato.

- Kate, ¿donde esta Dean? -dijo agarrándome del brazo y girándome para que le mirara.

- No lo se. ¿Crees que si lo supiera estaría aquí? Simplemente me ha llamado para decírmelo.

- Brenda, ¿tú sabes algo?

- Ni siquiera sabia que Dean estaba con Larry -dijo encogiéndose de hombros.

- Tendremos que esperar a otra llamada.

Danny se llevó a Brenda, y volvió al despacho con una tila para mi. Me senté en la silla, y bebí un poco para relajarme. Mi móvil empezó a sonar, pero no era Dean.

- ¿Mamá? Ahora no es un buen momento.

- Sí, si que lo es.

- Mamá... -dije suspirando.

- Por favor, Kate. Tengo que decirte algo que no pude decirte cuando estabas aquí -miré a Danny, que miraba a Steve, y este negó con la cabeza. No me gustaba que escucharan esto, pero me daba igual.

- Está bien, dime -dije dándole otro sorbo a la tila.

- Larry no es tu padre.

- ¿Qué? -dije tosiendo ya que me atragante con la tila al escuchar esa frase.

- No es tu padre biológico. Estaba casada con él, pero un fin de semana se fue, y yo estaba saliendo con mis amigas... y pasó: me acosté con otro hombre. Larry creyó que era suya la hija, y así se quedó. Siento decirte esto por teléfono, pero es que en persona no pude.

- Tranquila mamá, de verdad -dije después de quedarme callada-. Te llamo luego.

Y colgué sin esperar a que me respondiera. Steve me miraba con el ceño fruncido, y yo rodé los ojos.

- No preguntes -le dije.

- Sí, si pregunto. ¿Larry tu padre?

- Ya te lo conté. Solo estaba casado con mi madre. Su hermano, es decir mi tío, se encargó de nosotras.

- ¿Tu tío? ¿Como se llama? -preguntó Danny.

- Se llamaba Tommy Owens -los dos fruncieron el ceño cuando hablé de él en pasado-. Murió hace dos años.

Steve empezó a teclear cosas en el ordenador, me leyó unas cuantas, y se calló.

- ¿Qué pasa?

- No creo que quieras saber esto -dijo mirando todavía la pantalla del ordenador. Danny se agachó para leer de la pantalla, y miró a Steve.

- ¿Qué pasa Steve?

- Según la investigación, todas las pistas y sospechas del asesino de tu tío llevaron a Larry Owens. Pero nunca se demostró -dijo Steve.

- ¿Mató a su propio hermano?

- Según este informe, sí. Pero todavía no esta la prueba final, que es la pistola con la que se le mató -continuó Danny.

Bebí de mi tila, y mi móvil sonó, y esta vez si que apareció el nombre de Dean en la pantalla. Miré a Steve, y este me asintió.

- ¿Donde esta Dean?

- Tranquila preciosa, verás al guaperas. Ven mañana al polígono Siven, sola. A las ocho de la tarde.

Y colgó. Miré a Danny y Steve, y este último dio un golpe en la mesa.

- No he podido rastrearlo -dijo llevándose su mano cerrada en un puño a su boca.

- Da igual. Mañana iré sola al polígono, y ya esta -dije pasándome las dos manos por la cara.

- ¿Qué? Ni hablar -dijo Danny, y Steve asintió. 

- Si no voy sola le mataran, Danny.

- Si vas sola, os mataran a los dos. Tú confía en nosotros Kate, todo saldrá bien.

Cita a ciegasWaar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu