La pequeña esposa del general

Parte sin título 85

Ning Meng Yao los miró a los dos y sintió que estaban jugando un rompecabezas silencioso.

Entonces, ¿puedo preguntarle a la señorita Ning cuáles son sus planes? Xiao Qi Tian miró a Ning Meng Yao con curiosidad.

En realidad, no hay nada, solo quiero preparar vino ahora mismo. Ning Meng Yao tranquilamente mientras Qiao Tian Chang frunció los labios. ¿Estaba bien decirlo así de simple?

Xiao Qi Tian miró a Ning Meng Yao con sorpresa, sus ojos tenían dudas: ¿También puedes preparar vino?

¿Hay algo raro con eso? Ning Meng Yao miró inocentemente a Xiao Qi Tian, ​​lo que lo hizo ahogarse y no pudo responder.

Entonces, ¿qué tipo de vino planeas preparar? Hacia esto, Xiao Qi Tian tenía mucha curiosidad.

Ning Meng Yao lo pensó y mirando a Xiao Qi Tian y luego a Qiao Tian Chang, guardó silencio por un momento antes de responder: En este momento, estoy planeando preparar vino de flor de albaricoque y vino de durazno. Aparte de esos dos, también hay vino de uva.

Los ojos de Xiao Qi Tians mostraron que estaba perplejo. ¿Podrían las flores convertirse en vino?

Lo sabrás cuando lo pruebes más tarde. Ning Meng Yao sonrió.

Hacia la persona que trajo Qiao Tian Chang, ella confiaba en él.

Entonces te estaré molestando.

Los tres siguen hablando en la sala de estar cuando Qin pozi entró con Qing Xue y los demás, yendo a la cocina a preparar comida.

Al mediodía, Qin pozi puso los alimentos sobre la mesa. Qing Xuan fue a la bodega a sacar dos jarras de vino.

Cuando se abrió la jarra, Xiao Qi Tian olió el aroma del vino y no pudo mantener la compostura. Este tipo de aroma, aunque nunca lo había sabido, pero estaba seguro de que el sabor definitivamente no sería malo.

Cuando Ning Meng Yao le sirvió una copa de vino, no pudo evitar probarlo. Con solo un trago, la cara de Xiao Qi Tians brilló.

Este vino no está mal. Quiero trabajar junto a ti. Xiao Qi Tian no dio vueltas y se la ofreció.

Qiao Tian Chang se sintió infeliz y le lanzó una mirada insatisfecha: digo, estás cavando mi muro, de acuerdo, robando mi trabajo. Originalmente planeó trabajar junto con Ning Meng Yao, pero quién sabía que este tipo quería poner su pie en él, realmente desvergonzado.

Xiao Qi Tian miró a Qiao Tian Chang y sonrió: Qian Chang, no seas tan tacaño.

Hacia Xiao Qi Tian queriendo trabajar con ella, Ning Meng Yao no estaba sorprendida, incluso estaba feliz de verlo.

Pensando en este asunto y mirándolos a ambos, ella habló: yo obtengo el sesenta por ciento y ustedes dos obtienen el veinte por ciento. Otra cosa, después de que llegue la primavera, ustedes serán responsables de los ingredientes, no los tendré en estos últimos días. Ning Meng Yao habla tranquilamente.

Esto no es un problema. Xiao Qi Tian golpeó su puño y garantizó.

Qiao Tian Chang reflexionó y luego asintió. Fue bueno que supiera dónde conseguir estas flores.

Entonces el vino? Xiao Qi Tian señaló el vino.

Tendrá que esperar hasta el otoño del próximo año. Este es el que el Gran Hermano Qiao me ayudó a hacer durante el otoño de este año, no hay muchos de ellos. Incluso si lo hubiera, ella no lo admitiría. ¿Qué pasa si esos fueron traídos por este tipo?

Xiao Qi Tian parecía un poco decepcionado mientras miraba a Ning Meng Yao antes de suspirar: ¿Qué tal si me das dos jarras?

Ning Meng Yao lo consideró y asintió: dos jin una jarra. Cada jarra vale trescientos liang. Si quieres, pagas.

Xiao Qi Tians se congeló la mano y al ver que Ning Meng Yao no estaba bromeando, asintió rígidamente: Muy bien. ¿No eran solo unos cientos de liang? Esta cantidad de dinero, todavía podía sacarla.

Ning Meng Yao estaba satisfecho y sostenía la copa de vino en alto: que podamos trabajar felices.

Que podamos trabajar juntos felizmente. En medio de las tres personas, solo la cara de Xiao Qi Tians no era tan buena, mientras que Qiao Tian Chang sonrió, como si estuviera disfrutando de la desgracia de sus amigos.

Después de comer, Ning Meng Yao escribió un contrato y lo copió dos veces para cada uno de ellos. Cuando el vino haya terminado, Xiao Qi Tian enviará a alguien. Fue el responsable de vender el vino. Por supuesto, ella dejaría algo atrás.

Después de terminar de lidiar con esto, Qiao Tian Chang y Xiao Qi Tian se fueron. Los dos iban a caballo a la ciudad donde Xiao Qi Tian vivía temporalmente. ¿Cuándo planeas volver?

No lo sé.

Usted no sabe Tian Chang, sabes que el hermano imperial te necesita. Xiao Qi Tian suspiró suavemente a Qiao Tian Chang mientras decía impotente.

Qiao Tian Chang guardó silencio y no expresó nada en su rostro. Este tipo de expresión hizo que Xiao Qi Tian no pudiera evitar fruncir el ceño.