5.

1.6K 214 71
                                    

Era un alfa, después de todo. No podía esperar otro resultado, principalmente por un alfa inmaduro como lo era Jungkook, quien en ese momento lo tenía acorralado contra uno de los muros de la casa más cercana, una suerte que la alfa que la habitaba estuviera ausente. Se tomó un momento para respirar y calmarse, le molestaba cuando los alfas se aprovechaban de sus atributos, además ¿Qué hacía un nómada vagando por su pueblo en la noche sólo?


—Será mejor que me dejes ir— aconsejó manteniendo su voz baja.


—¿Qué? ¿Me estás amenazando?— Jungkook sonrió de lado, le gustaba esa actitud.


—No, pero...— lo interrumpió un dulce olor, té de manzanilla...


—¡Taehyung!— era su madre —¡¿Bebé, dónde estás?!— ya lo había descubierto.


Se tensó, sabía que si su madre lo descubría fuera de la casa y con un alfa desconocido, lo arrojaría hacía la poca paciencia que le tenía su padre. Su cuerpo comenzó a temblar sin notarlo ¿Tanto miedo tenía? Al parecer, sí. Pues no dejaba de temblar, sentía las extremidades caídas, débiles e inútiles, sus ojos se humedecieron sin pedirle permiso alguno. Antes de que pudiera reaccionar estaba envuelto en brazos fuertes y reconfortantes, el olor a limón se extendió alrededor de ellos, no era solo potente, también era una amenaza para que nadie se acercará. Tan dominante.


—Tranquilo, yo estoy contigo y no permitiré que nada te pase— la voz de Jungkook era un susurro dulce.


Aún temblando se aferró a la camiseta del alfa y escondió el rostro en su cuello donde el olor a limón era más concentrado, se sentía seguro, protegido, incluso querido. Jungkook no podía llegar a entender por qué el beta entre sus brazos reaccionaba de esa forma por una omega y mucho menos la vida que había llevado pero mientras estuviera ahí, se aseguraría de cuidarlo. No se conocían, ni siquiera sabía su nombre pero así eran sus instintos, su lobo le exigía protegerlo con su propia vida si llegaba a ser necesario.

Los gritos de su madre se acercaban al igual que su dulce olor que desprendía tanta preocupación, las ganas de llorar aumentaron, ella nunca se había preocupado por él de esa forma tan alarmante como lo hacía por la huida de unos cuantos minutos de Taehyung. Sin darse cuenta se aferró con más fuerza a Jungkook sintiendo como el alfa le correspondía, apretandolo contra su pecho y liberando con más potencia su olor, ese olor cítrico lo tranquilizaba de una forma incomprensible.


—¡TaeTae, cariño!— su voz era cada vez más fuerte.


La sintió a unos metros, en cuanto los viera y reconociera a su segundo hijo, sumada la preocupación por su hijo menor, las cosas se tornarían horribles. Cerró los ojos con fuerza mientras se sostenía de Jungkook esperando el grito pero solo sintió como el té de manzanilla se alejaba junto a su origen, su madre había percibido el peligro de acercarse a un alfa en estado de protección, seguía siendo una omega después de todo y su instinto de supervivencia la había hecho tomar otro camino.

Todos sabían lo peligroso que era un lobo al querer proteger algo importante, más aún cuando se trataba de uno dominante como un alfa.


—Ya se fue— avisó Jungkook —¿Te sientes mejor?— su tono de voz era más que agradable, era tranquilizador.


Namjoon solo asintió sin atreverse a salir de su escondite, no quería alejarse, no entendía por qué su cuerpo no quería actuar como le ordenaba pero tampoco tenía la fuerza para pensar. Jungkook intentó alejarlo, no quería perder el contacto entre sus cuerpos pero le estaba preocupando como se humedecía su hombro, sabía que estaba llorando y lo único que quería era aliviarlo. Lo empujó levemente pero solo encontró una fuerte resistencia, al no obtener resultados, solo suspiró rindiendose.

Si el beta quería usarlo como paño de lágrimas, él sería uno grande y confiable.


—G-gra-acias— le sorprendió escucharlo —Ya m-me sie-sien-to mucho me-mejor— aún le afectaba el llanto.


Ok— no supo que más decir.


Namjoon se separó por fin del abrazo y secó sus ojos tan rápido como pudo, era obvio que no quería que lo viera llorar, aunque los rastros de lágrimas no desaparecieron por completo de sus suaves y morenas mejillas. Jungkook extraño su calor al instante de tenerlo lejos pero haber dejado que se desahogará con él era suficiente, por el momento, simplemente se dedicó a observarlo en silencio. Ese beta le causaba tanto curiosidad como un sin fin de emociones indescriptibles.


—Yo...— no esperaba que hablará nuevamente —Lamento esto, no quería involucrarte en mis problemas familiares— lucia avergonzado e incómodo, lindo.


—Está bien— Jungkook sonrió Prometo no hablar de ello— alzó la mano derecha.


Namjoon soltó una risita ronca, había sido un sonido demasiado agradable a oídos del alfa, no le molestaba en absoluto pero era incómodo verse afectado por un lobo que no conocía. Jungkook se aclaró la garganta al notar que sus pensamientos se desviaban hacia un lugar no muy inocente ni conveniente, se removió un poco incómodo y le señaló al beta en dirección a su casa, no quería irse pero permanecer allí haría que nuevamente se encontrarán con la omega o que la pareja (Taehyung y Hoseok) volvieran descubriendo que los seguían.

Caminaron en silencio, uno al lado del otro, sus manos y hombros rozandose casualmente. El camino hasta la casa fue extremadamente corto pero lo agradecieron, porque aunque no querían separarse, era incómodo no saber de que hablar y el beta no hacía más que avergonzarse cada vez que recordaba la escena anterior causando que el alfa también se avergonzara. Era como si hubieran vuelto a la adolescencia con su desorden de hormonas y falta de control sobre sus instintos.


—Supongo que aquí nos despedimos— inició Namjoon sin verlo.


¿Tenía que lucir tan adorable? Jungkook no lo soportó más, se había estado conteniendo, aunque eso no era parte de él ya que cuando quería algo se lanzaba y lo obtenía pero por motivos desconocidos sus tácticas no solo no funcionaban con ese beta, sino que tampoco quería tratarlo como a cualquiera de sus anteriores conquistas. Namjoon se vio sorprendido cuando fue tomado de sus mejillas y obligado a levantar la vista del suelo, los ojos contrarios eran como dos rubíes que brillaban cegadoramente bajo la luz de la luna, tan cautivadores.

Jungkook también se perdió en la mirada contraria, dos posos profundos de oro puro lo observaban con tanto detenimiento y apreciación como él lo hacía, sonrió dulcemente y dejó de reprimirse. Sus rostros se acercaban lentamente y con pausas casi imperceptibles, sus respiraciones agitadas y sus corazones trabajando a máxima capacidad, tan cerca de unir sus bocas pero el alfa cambió de dirección ascendiendo para darle un beso en la frente.

Namjoon llegó a sentirse levemente decepcionado pero ese simple e inocente contacto fue suficiente para que todo su interior colapsará, cuando dejó de sentir los labios contrarios contra su piel caliente, se percató de como Jungkook le sonreía nuevamente y salía corriendo ¿Siempre actuaría de la misma forma? Sonrió de manera boba y soñadora mientras sus dedos rozaban la zona previamente besada, volvió en sí cuando el olor a limón estaba muy lejos para percibirlo con claridad, se dirigió al costado de la casa para entrar por su ventana.

Tenía que descansar bien para comenzar con la "misión" que Jin le había encargado.

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Where stories live. Discover now