34.

950 115 67
                                    

Eso no era una ilusión, ¿cierto? Ese Jungkook que apresaba su cuerpo contra la cama, era real, ¿no? Su vista viajo rápidamente a la ventana abierta, por donde suponía había entrado su inesperado visitante, aún no había oscurecido. El sol todavía estaba lejos de caer, solo faltaban unas horas para que la semana terminará, solo unas cuantas horas más. Sus ojos se cristalizaron al volver la vista al otro, esos rubíes que adoraba ver reflejaban preocupación.


—¿Por qué estás aquí? ¿Por qué justamente hoy?— susurró con la voz rota.


Porque te amo— respondió Jungkook.


Namjoon negó con desesperación y golpeó su pecho sin fuerza, quería que se fuera, que estuviera a salvo pero no quería dejarlo ir, quería seguir sintiendo su calor. Una lágrima escapó pero Jungkook la limpió con delicadeza usando su pulgar y dejando caricias sobre la mejilla morena, no había dolor ni sufrimiento, no había tristeza ni arrepentimiento. El limón expresaba tranquilidad, alivio, felicidad y amor. Tantos sentimientos hermosos que hacían sentir al contrario dichoso.


Vete, vete, por favor— comenzó a rogar Aún hay tiempo, si te vas ahora...— no pudo terminar de hablar.


Jungkook lo beso con cariño, con delicadeza y amor, acariciando sus labios con los propios. Un beso lento, un beso lleno de todas esas bellas emociones que surgían juntos, esas emociones que solo podían experimentar estando con el otro. Ambos tenían los ojos cerrados, entregados a ese beso que sellaba su reencuentro, su reconciliación y su amor mutuo. Namjoon sintió como otra lágrima escapaba pero intentó ignorarla, concentrándose únicamente en quien estaba sobre él.


Namjoon— murmuró, separando sus bocas unos milímetros —¿Estarías dispuesto a morir por ?— sus ojos aún cerrados.


— no necesito pensarlo Estoy dispuesto a eso y más por ti— sus ojos permanecieron también cerrados.


Eso es suficiente— sonrió.


Volvieron a besarse, sus lenguas haciéndose presentes también, tal vez era un beso más profundo y húmedo pero no dejaba de ser cariñoso y delicado. Jungkook se separó un poco para quitarse la camiseta blanca y mostrar su dorso desnudo, Namjoon lo acarició sin atreverse a abrir los ojos, sus manos subiendo desde el abdomen trabajado, pasando por el pecho fuerte y terminando en los hombros donde se detuvo. Sus manos temblaban por miedo a tocar aquella cicatriz que él mismo había hecho.


—Nam, te amo y nada de lo que suceda podrá cambiarlo— susurró.


Tomó una de las temblorosas manos morenas y la dirigió a su boca, beso cada uno de sus dedos y el dorso para después dirigirla a su hombro izquierdo donde estaba lo que más temía tocar Namjoon, la piel se sentía diferente; arrugada, cicatrizada y la forma exacta de cada diente siendo más profundo donde se ubicaban los caninos (colmillos, incisivos...). Jungkook cerró los ojos y suspiró, no dolía, solo era una sensación extraña y difícil de describir.


—¿Nam, serás mío hoy?— lo miró.


Siempre— respondió, atreviendose a verlo.


🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Where stories live. Discover now