15.

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¿Por qué no le había dicho? ¿Por qué ocultar algo que los afectaría a ambos, a su recién formada relación? ¿Había una relación? Movió la cabeza negando ese cruel pensamiento, se acercó a la ventana y miró hacia la calle justo afuera de la casa, Jin ya había salido y se reunía con su padre y algunos de los guardianes. Los guardianes eran alfas con ojos plateados, eran un grupo pequeño que servían como consejeros del jefe, también estaban encargados de las leyes (crearlas, hacerlas cumplir y castigar a quienes las rompían).


—No tenemos que correr, pero llegar tarde es inaceptable— escuchó hablar a su padre.


Suspiró sin prestar atención a la conversación ¿Jungkook habría pensado que ya lo sabía? Y si fuera así ¿Él tendría que haber dado el primer paso? No quiso mencionarlo porque esperaba que ese alfa con olor a limón le dijera algo, acabará con la relación y se fuera para siempre como un amor de verano, estaba listo para eso pero al parecer Jungkook planeaba irse sin decir nada. Su vista se cruzó con los rubíes de su hermano, Jin lo miraba con algo parecido al pesar, no quería la lástima de su hermano mayor.

Namjoon decidió volver a su cama y dejarse caer en una extraña depresión mientras lejos de ahí en la cabaña Jungkook tomaba sus pocas cosas y las colocaba devuelta en el interior de la mochila, suspiró desganado, su vista se quedó pérdida en la luna llena que se veía desde su ventana ¿Por qué no había hablado con él? Sí, creyó que Namjoon lo sabía. Sabía como era tratado por su familia pero no era difícil enterarse de ciertas cosas, ¿no?


—¡Jungkook, es hora!— la voz de Yoongi viajó desde el primer piso.


—Ya voy— respondió sin ánimo.


Tomó su mochila y la colgó de uno de sus hombros mientras le daba una última mirada a la que fue su habitación durante más de un mes (casi dos), quiso hablar y enfrentarlo como se debía pero tenía miedo, un estúpido miedo a perderlo. Irónico, lo perdería de cualquier forma. Había querido pasar sus últimos días en ese pueblo con Namjoon, hacer lo que cualquier pareja haría y simplemente demostrarle lo enamorado que estaba de él ¿El beta lo habría notado? ¿Habría notado lo enamorado que estaba?


Estoy listoavisó llegando a la sala.


—¿Estás seguro de esto?— Jimin lo veía con preocupación.


—Soy un nómada, después de todo— no dijo más.


Esa era una respuesta aceptable para todos los presentes, Jungkook había crecido en las calles de su pueblo natal junto a Yoongi y Jimin, no conocían lo que era un hogar o una familia hasta que aparecieron los siete nómadas que tenían en frente y les brindaron algo cercano a eso. Todos podían entender la difícil decisión que era, pues no estaba acostumbrado a vivir en un solo sitio, a amarrarse a normas y leyes que solo lo atormentarían o en menor medida, lo controlarían.

Pero también hubieran entendido que se quisiera quedar, todos ellos habían presenciado la felicidad y el amor que crecía junto a Namjoon, principalmente cuando la noche anterior lo habían escuchado llorar porque su propia decisión se consideraba, según él mismo, egoísta y cobarde. No hubo más que decir, ninguno tenía derecho a reprocharle nada o interferir, Jungkook había tomado una decisión y ellos lo respetarían.

El amor era complicado y lo era aún más cuando nunca se había experimentado.

Salieron de la cabaña mirando la construcción por última vez, la luna llena los iluminaba causando una reacción que todos ya esperaban, sus huesos comenzaron a romperse y reacomodarse mientras el pelaje comenzaba a cubrir toda la piel. La ropa se rasgo hasta quedar solo unas cuantas tiras y trozos en el suelo bajo los grandes lobos de diferentes colores, era algo muy normal, la luna llena los influenciaba con más facilidad y viajar con esa forma era más sencillo.

Corrieron por los bosques que rodeaban el pueblo hasta llegar al otro lado de éste, sus hocicos estaban ocupados por las mochilas, ya que era la única forma que tenían para llevarlas mientras que sus garras se enterraban en la tierra dejando huellas profundas de sus patas. Pronto se encontraron con Jin y otros lobos que no reconocían. Shownu volvió a su forma humana con algo de dificultad, pues la luna llena seguía ahí, iluminando desde el cielo su desgracia e imponiendo su poder sobre ellos.


—Alfa Seokjin, señores, buenas noches— saludó cortésmente.


—Alfa Shownu, permitame presentarle a mi padre y jefe del pueblo, Kim Kyungjae— habló Jin con calma.


El lobo blanco prestó atención al hombre de ojos dorados que estrechaba manos con su alfa ¿Era el padre de Namjoon? ¿Ese era el hombre que menospreciaba a los betas, a uno de sus hijos? Se tragó un gruñido, no debía buscarles problemas a los demás y menos al notar la mirada precavida que les dedicaban los hombres de ojos plateados, la mochila cayó de su hocico cuando quiso reírse al escucharlo hablar ¿Cómo se podía ser tan hipócrita?


Tiene un muy buen hijo y sucesor, Seokjin es un alfa admirable— había mencionado casualmente Shownu —¿Tiene más hijos?— preguntó, conociendo la respuesta.


, mis adorados hijos, Namjoon y Taehyung— respondió Kyungjae con una sonrisa —Son un beta y un omega, pero los amo por igual— mencionó.


"¡Cuanta hipocresía!", los pensamientos se habían unido en uno general y lleno de rabia. La conversación seguía pero Jungkook estaba ocupado mirando alrededor ¿Realmente no iría a despedirse de él? Bajó las orejas con tristeza, tal vez se lo merecía, sus ojos se dirigieron a Jin sin razón aparente pero el otro alfa también lo estaba mirando. Había algo en esos ojos rojos que parecían gritarle que era un cobarde y que no se merecía a su hermano menor.

¿Estaba imaginando cosas? Movió la cabeza sin saber por qué le costaba tanto respirar, era una opresión extraña en su pecho, una mano invisible que apretaba su corazón hasta hacerlo sangrar de una manera insana. Sintió un jalón, miró alrededor desconcertado pero nadie le prestaba atención ni estaban lo suficientemente cerca como para tocarlo, sintió como algo intangible tironeaba y lo jalaba hacia la dirección opuesta que pretendía seguir.

"Lo siento, chicos", fue el último pensamiento que pudo transmitirles a los demás antes de girarse y comenzar a correr. No podía irse, no podía abandonarlo, no rompería la promesa que le hizo. Sentía como la conexión se perdía con cada metro que avanzaba lejos de ellos, los pensamientos difusos de los demás dejaron de hacer eco tras los suyos, pronto se sintió solo y su mente vacía pero ese vacío se llenó con algo (o alguien) más importante.

Namjoon.

Ese beta se había vuelto su todo, perderlo era suficiente para sentirse muerto por dentro y si seguían separados, también lo estaría por fuera. Era extraño, ese sentimiento de pérdida era nuevo y si sus conocimientos no se equivocaban, solo aplicaba para las parejas predestinadas que siempre se habían formado entre alfa y omega ¿Qué era exactamente lo que le sucedía? Podría seguir cuestionandose o creando teorías sin sentido (en ese momento) pero algo que no esperaba lo hizo detenerse de golpe.

🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Where stories live. Discover now