🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts]

40.

Sucedió unos años después de conocer a Jungkook, a mediados de su adolescencia, ya sabían a que mundo sobrenatural pertenecían y lo que ellos mismos eran. Ese día el alfa había salido de su pequeña y vieja casa para alguna conquista, pues había descubierto cuanto le gustaban las relaciones sexuales, el sexo. De ese día Yoongi no recordaba mucho, recordaba haber salido con Jimin para un trabajo mal pagado pero debido a su corta edad, lo único que podían hacer para sobrevivir.

Jimin se había despedido para ir a su propio trabajo a unas cuantas calles de ahí, Yoongi recordaba vagamente haber salido de la parte trasera de la taberna hacia el callejón con una bolsa de basura, no era pesada a pesar del gran tamaño que tenía. Mientras depositaba la bolsa en el contenedor y suspiraba mirando el cielo nublado, sus instintos lo hicieron ponerse en alerta y girarse para ver como un gran grupo se acercaba a él. Recordaba sonrisas y burlas, bromas maliciosas y golpes, tal vez esquivar algunos y ser más resistente que un humano normal lo llevó a soportar una tortura más larga.

Nadie había ido en su ayuda a pesar de los gritos y súplicas, estuvo inconsciente y desangrandose durante horas, luego fue un calor abrasador y un dolor agudo mucho más fuerte que cualquier golpe soportado. Para cuando despertó, recordaba también, haberse despertado en casa y sentido diferente. Su olor era parecido al dulce de Jimin pero combinado con vinagre, no preguntó por la causa ni como había sido posible, solo agradeció estar nuevamente vivo y poder seguir cuidando de los menores.

—Es realmente molesto— murmuró Yoongi con fastidio.

—Déjalo, solo está preocupado— Jimin se sentó a su lado.

El delta bufó y se cruzó de brazos pero no dijo más mientras miraba a Jungkook caminando de un lado a otro frente a la ventana, inflaba una de sus mejillas con ayuda de su lengua y desordenaba su cabello constantemente, incluso se detenía para mover un pie ansioso. Jimin suspiró dejándose caer por completo en el sofá, el alfa había salido de la casa corriendo sin decirles nada y cuando volvió, se dedicó a mirar por la ventana sin explicarles lo que sucedía. Intercambiaron una mirada, probablemente tenía que ver con Namjoon.

—Anocheció...— anunció Yoongi desde la cocina.

—Jungkook, no creo que venga hoy— mencionó Jimin, entrando en la sala.

—Sé que algo le pasa— se giró hacia el omega —Lo siento aquí— tocó su pecho.

—¿Por qué simplemente no vas a buscarlo?— cuestionó Yoongi, uniéndose a ellos.

Jungkook no respondió, desvío la mirada sin saber realmente como responder, pues en la mañana había sentido (literalmente, sentido) la necesidad de ir con él, como si él lo hubiera llamado pero en ese momento debía esperar. No sabría explicar como lo sabía pero lo sabía, lo sentía de esa forma. Jimin negó y se alejó con Yoongi devuelta a la cocina, debían terminar la cena e ir a dormir, descansar un poco era necesario, aunque el alfa no se movió.

Media noche y Jungkook seguía en la sala, sentado en el marco de la ventana a oscuras y solo, había comido algo pero no había sentido hambre en todo el día. La opresión en su pecho no desaparecía, algo le sucedía a Namjoon, lo sabía pero no podía hacer nada al respecto. Esperar. Esperar lo era todo. Sus sentidos se alertaron ante su cercanía, lo sintió acercarse y luego sintió su olor, era extraño que sucediera en ese orden pero solo le importaba el alfa que caminaba cabizbajo hacia la cabaña.