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No debería estar ahí y lo sabía, claro que lo sabía pero no le importaba, no podría importarle menos. Su padre lo había castigado por supuesto, lo extraño fue que no gritara o lo golpeara, simplemente lo había enviado a las afueras del pueblo para ayudar en los trabajos más pesados y era ahí donde debería estar. No en la cabaña. No con Jungkook. No siendo tomado por otro alfa. No dejándose embestir mientras gemía gustoso y disfrutaba de eso. No, no debería.


—Ah~ Kookie...


Enrollo las piernas en la cintura del mencionado y se arqueo, sus ojos se cerraron y una sonrisa apareció, para él era correcto estar ahí y eso era lo único que le importaba. Entreabrió los ojos y miró borrosamente la expresión de Jungkook, ese brillante cabello negro pegándose a su frente por el sudor, sus ojos rojos oscurecidos por la lujuria y cerrándose de vez en cuando. Era hermoso. Los colores de su marca sobresaliendo gracias a la palidez de su piel, la tocó con dulzura, le gustaba como lucia en él.

No supo en que momento cambiaron de posición pero esa también le otorgaba gran placer, Jungkook se apoyaba en su pecho mientras se auto-penetraba a un ritmo lento, sensual, con movimientos provocadores. Namjoon solo podía disfrutar de la vista mientras acariciaba y apretaba sus muslos, fuertes y musculosos, eran duros y estaban bien formados pero suaves al tacto. Pronto las manos y las caricias ascendieron por su abdomen, terminando en sus costados y obligándolo a ir más rápido.


—¡Ah, ! Nam~


Sus ojos bermellón también estaban dilatados y le costaba observarlo por la bruma del deseo pero lo que veía le gustaba, frunció ligeramente el ceño al notar que el ritmo era cada vez más lento hasta terminar por detenerse, lo soltó permitiendo que liberará su miembro y se alejará de él. Jungkook le sonrió con picardía mientras le acariciaba las piernas con devoción, ascendió por las largas extremidades hasta llegar a sus costados y apretarlo indicándole que hacer, girarse.

Namjoon le hizo caso sin rechistar, se acostó boca-abajo con el trasero expuesto para él y las piernas separadas, se aferró a la almohada sintiendo esas manos ya conocidas apretando sus glúteos. A Jungkook realmente le gustaba jugar con esos redondos y suaves pedazos de carne, los separó dejando a la vista aquel agujero que él mismo se había encargado de preparar y profanar minutos atrás, sonrió de lado inclinándose.


—Oh, realmente... Bueno~


La lengua de Jungkook se paseaba por aquel oscuro y apretado lugar sin prisa, saboreando, jugando, acariciando y humedeciendo. Se adentró sin encontrar resistencia alguna, la movió en círculos para luego sacarla y meterla, los suspiros que salían de esos labios gruesos que amaba besar, lo motivaban a seguir. Namjoon apretó con más fuerza la almohada al sentir como la lengua era reemplazada por algo mucho más duro y grande, sintió también el pecho contrario pegarse a su espalda.

Jungkook besaba y mordía la piel a su disposición, su nuca y hombros, incluso sus omóplatos. Se sostenía sobre sus codos mientras movía la pelvis, sacando y metiendo su miembro a un ritmo constante, su nudo también era parte de aquella acción. A Namjoon realmente le gustaba ese juego, un juego silencioso en el que intercambiaban roles, en el medían su resistencia y veían quien era anudado primero. Aunque ninguno llevaba la cuenta realmente.


Ahí~ , ... Ah, ah~ ¡Jungkook!


Había acelerado sus movimientos, había dado contra un punto que lo hacía delirar, gritar y pedir por más. Jungkook se detuvo de golpe y sacó su miembro con cuidado, estaba cerca del orgasmo y aún quería jugar más, disfrutar más. Se separó de él dejando un rastro de besos por su columna mientras se levantaba, sus manos tocando toda la piel posible y delineando cada músculo a su alcance. Namjoon disfrutaba de como se erizaba su piel bajo cada contacto, suspirando con los ojos cerrados.


🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Where stories live. Discover now