11.

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La brisa que entraba por la ventana abierta, traía consigo el aroma del atardecer y acariciaba su rostro con delicadeza, sintió como el agarre en su cintura se aflojaba pero no quiso hacerle caso. Tenía sueño y dormir en una habitación con ese delicioso olor a limón era algo que debía aprovechar al máximo, escuchó la risa ronca y divertida de Jungkook a su espalda pero simplemente se acomodó mejor para seguir durmiendo, importandole poco lo que hiciera el alfa.


—Nam, saldré un momento— avisó con voz ronca.


El mencionado hizo un ruido de afirmación mientras sentía como Jungkook volvía a reír y le dejaba un suave beso en la mejilla, se sentía tan cómodo y a gusto que levantarse era simplemente imposible, pronto dejó de sentir el calor del cuerpo del alfa junto al suyo y volvía a dormirse profundamente. Cuando despertó, tal vez una hora después, el cielo estaba completamente negro y la luna no estaba a la vista ni siquiera las estrellas.


—¿Jungkook?— murmuró aún sin abrir los ojos.


Estiró perezosamente su cuerpo y restregó sus ojos para despertarse por completo, se sentó y miró alrededor comprobando que Jungkook no estaba, algo muy inusual llamó su atención. Sobre la almohada que antes había usado el alfa, había una rosa blanca, no tenía espinas y parecía recién cortada. La tomó con delicadeza y la acercó a su rostro, su nariz fue acariciada por el olor casi imperceptible y los pétalos tan delicados.


—Kook, eres realmente...— susurró con cariño.


Una sonrisa boba adornó su rostro mientras la rosa le hacía cosquillas tenuemente en la nariz, se levantó por fin de la cama y se dirigió a la ventana, se recargó en el marco y se asomó para admirar la noche oscura. Su atención fue desviada al suelo donde el olor a limón se hizo presente junto a otros más pertenecientes a los nómadas, su mirada se cruzó con los ojos púrpura. Yoongi le dedicaba una mirada extraña, frunció el ceño sin saber el motivo de eso.


Namjoon— llamó Jungkook desde abajo —¿Te gustó?— una sonrisa tímida surgió.


— confesó, enseñándole la rosa —No sabía que eras tan romántico— sonrió de lado.


Por un momento vio como las mejillas de Jungkook se coloreaban pero su color habitual volvió rápidamente, amplió su sonrisa mientras saltaba por la ventana y caía frente a los chicos reunidos, se acercó al alfa y lo abrazó susurrandole un "gracias" seguido de un beso en la mejilla. Minhyuk y Changkyun no tardaron en burlarse mientras Shownu y Wonho solo sonreían con cariño, Jimin parecía emocionado con aquella simple acción y Yoongi no quitaba su mala expresión.


Supongo que es hora de irme— mencionó, soltando a Jungkook —Adiós, chicos— se despidió Despidanme de los demás— recordó con una sonrisa avergonzada.


Jungkook que era el más cercano, asintió de acuerdo y le robó un casto beso en los labios como despedida, causando que se avergonzará. Namjoon movió una mano en el aire mientras sostenía la rosa con la otra y se perdió en la oscuridad de la noche devuelta a su casa, no quiso correr porque sabía que de ese modo llegaría más rápido a la casa, no le desagradaba estar en casa pero la soledad (a la que creía estar acostumbrado) era demasiado insoportable.


—Primero, una ducha... No— miró la rosa en su mano —Primero, un vaso con agua y luego la ducha— sonrió.


Se adentró en la casa y se dirigió rápidamente al baño donde tomó uno de los vasos altos que tenían para cepillar sus dientes, lo llenó de agua y colocó la rosa con cuidado en su interior, dejó el vaso sobre el lavabo y observó la flor durante minutos. No podía dejar de sonreír, era la primera vez que recibía un regalo así, era la primera vez que recibía un gesto romántico y desinteresado por parte de cualquiera. Era la primera vez que se sentía realmente especial y querido.


Namjoon— Jin golpeaba la puerta —¿Estás bien? Llevas mucho tiempo ahí— mencionó con algo de preocupación.


—¿Eh? Cla-claro no se había percatado del tiempo Estoy bien, saldré en unos minutos— aclaró con nerviosismo.


Está bien, estaré esperando el informe— el olor a sándalo comenzó a alejarse.


Namjoon suspiró quitándose la ropa y adentrándose en la ducha, mientras lavaba su cuerpo, un pensamiento fugaz atravesó su mente ¿Desde cuándo Jin mostraba preocupación por él? Frunció el ceño terminando su rápida ducha y saliendo del baño, obviamente sin olvidar el vaso con aquello que demostraba su importancia para alguien más, en su habitación se permitió dejarla sobre la mesa junto a la cama y admirarla mientras se vestía para salir por fin y darle el informe a su hermano mayor.

Los días transcurrieron sin inconveniente alguno, iba continuamente a la cabaña para encontrarse con Jungkook y jugar con los nómadas como si fueran cachorros, era lo mejor del día. En ese momento se encontraba en su habitación, acostado boca abajo y apoyado en los codos mientras admiraba una hermosa orquídea. Jungkook se había encargado de darle un tipo de flor diferente cada ciertos días, Namjoon sonrió pensando en que lo hacía justo cuando la flor anterior comenzaba a marchitarse.


—¡Namjoon!— era la voz de Lisa —El Jefe y los alfas han vuelto— le avisó del otro lado de la puerta.


—¡Ya voy!— respondió afanado.


—¡Apresurate!— su olor a fresas era cada vez más fuerte.


Namjoon se levantó de un salto de la cama y dejó la flor en el vaso de agua sobre la mesa mientras caminaba torpemente, había pasado un mes y medio desde que su padre se había ido llevándose a casi todos los alfas del pueblo, salió de la habitación a tropezones y le dedicó una sonrisa tensa a la omega que lo miraba con preocupación. Lisa era de las pocas personas que no lo ignoraba y lo trataba con amabilidad, la chica le dio unas palmaditas en la espalda y le sonrió intentando tranquilizarlo.

Agradeció el gesto y corrió hacia el recibidor, su madre, hermanos y guardianes ya estaban formados en líneas paralelas frente a la puerta principal, se acomodó en medio de Jin y Taehyung recibiendo una mala mirada por parte de su madre. Su "relación" era cada vez peor pero nada podía hacer para arreglarlo, hace mucho que había perdido la esperanza de lograrlo. Se mantuvo recto y se tensó al sentir el olor a pino. Su padre había llegado.


—¡Bienvenido a casa, Jefe!


Fue un grito coordinado y una reverencia perfecta que hizo al hombre de ojos dorados sonreír, entraba con paso firme y luciendo imponente, su cabello corto de color chocolate y liso, su piel ligeramente morena (más similar a la de Taehyung que a la de Namjoon) y su ropa rasgada pero aún así luciendo presentable. Caminó en medio del corredor hecho por ellos y se detuvo frente a Jin, primero se dieron la mano y se sonrieron para terminar en un fuerte abrazo de orgullo.

Continuó pasando frente a Namjoon, lo miró de arriba abajo con una rapidez abrumadora y solo asintió hacia él como saludo, siempre había sido de esa forma. A Taehyung le dedicó una sonrisa y le revolvió el cabello con cariño, luego no tuvo ojos para nadie más que su bella esposa, quien lo miraba con la misma adoración. Muchas veces su amor era causa de envidia, un ejemplo claro podría ser uno de sus hijos.

🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora