8.

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Eso no era lo que esperaba, no esperaba algo malo realmente y tal vez cualquiera en su situación se sentiría igual de desorientado pero ¿Cómo debería reaccionar? Jungkook lo estaba abrazando. Tenía rodeada su cintura con ambos brazos y el rostro escondido en su cuello, una de sus manos actuó sola levantándose en el aire y dirigiéndose al cabello negro que lucia sedoso, acarició esas hebras relucientes y correspondió el abrazo con su brazo libre.

Estuvieron varios minutos de esa forma, sosteniendose en silencio, el olor a limón era cada vez más agradable demostrando que se tranquilizaba. Su cuerpo se estremeció y su mano se detuvo abruptamente entre varias hebras negras de ese cabello liso que hasta hace segundos disfrutaba de solo acariciar, jadeó sorprendido al sentirlo de nuevo. Húmedo, tibio y suave... La lengua de Jungkook se paseaba por su cuello sin vergüenza y no podía liberarse, no sólo porque estaba apresado entre sus fuertes brazos, sino porque su cuerpo parecía disfrutarlo.


—¿Ju-Jungkook?— se estremeció.


El alfa no sólo no respondió sino que también le dio otra lamida a lo largo del cuello hasta llegar a la oreja, otro estremecimiento surgió cuando lamió su lóbulo e hizo el recorrido de vuelta a sus clavículas expuestas, tal vez usar una camiseta esqueleto no había sido su mejor idea (o eso quería creer). Cuando dejó de sentir la lengua y el aliento contrario sobre su sensible piel, suspiró no supo identificar si por alivio o decepción, desechó aquella cuestión al sentir otro tipo de contacto.

Sus ojos ámbar estaban abiertos a más no poder mientras miraba los blancos párpados que cubrían esos bellos rubíes que tanto adoraba apreciar, sus labios siendo presionados por otros suaves y esponjosos, tal vez no tan gruesos como los suyos pero que siempre le habían parecido provocativos. Lentamente comenzó a cerrar los ojos y corresponder. No. Hacer de ese contacto un beso real. Lento y cariñoso, sus bocas conociéndose como ellos aún no lo hacían, sus lenguas saludandose de una forma dulce.


Namjoon...— susurró en medio del beso.


¿Por qué quería oírlo otra vez? Su nombre se había oído tan bien en esa boca y con esa voz, ladeó la cabeza a un lado cuando Jungkook descendió nuevamente hacia su cuello pero con besos húmedos, se sentía de maravilla. Suspiró disfrutandolo notando por fin que era levemente empujado y dirigido hacia la cama, se dejó hacer con una sonrisa de lado, ambos sabían que ese día no pasaría nada más aparte de caricias y besos. Eran conscientes de su propia impulsividad pero no querían arruinar lo que estuviera surgiendo.

Su espalda tocó suavemente el colchón algo desgastado pero aún cómodo, sus bocas se buscaban con desesperación mientras el alfa se acomodaba encima suyo y metía una pierna en medio de las suyas, sus pechos rozandose y otra cosa a la que no quisieron prestarle atención también se presionaba dentro de sus pantalones. Sus dedos picaron con la curiosidad de tocar la piel expuesta del contrario, era tan pálida y lucia suave, no se contuvo a la hora de delinear cada músculo.


Jungkook— se quejó al separar sus bocas.


Sus respiraciones aceleradas y sus rostros anormalmente rojos, su temperatura corporal era mucho más alta que cualquier criatura existente pero en ese momento sobrepasaba sus propios límites, se removió bajo el cuerpo del alfa en busca de un nuevo contacto pero Jungkook no parecía querer seguir. Namjoon lo miró con auténtica curiosidad cuando sus manos fueron atrapadas por las contrarias, colocadas a cada lado de su cabeza y entrelazados sus dedos ¿Qué pretendía?


Sal conmigo— dijo.


En su voz había un deje de exigencia pero sobresalían sus ansias y nerviosismo, las puntas de sus narices se tocaban y el aire era prácticamente compartido, Namjoon miró aquellos rubíes que anhelaban una respuesta afirmativa. Se le escapó una risita que pareció estremecer a Jungkook, pues se había removido incómodo y su expresión había decaído un poco, tal vez malinterpretando su reacción como una burla o algo peor.

Sintió como el agarre en sus manos se fortalecía, los hermosos rubíes le exigían en silencio que no jugará y tomará en serio aquella simple petición, sonrió mostrándole sus hoyuelos y asintió sin decir nada. Jungkook no necesitó más para mostrarle su preciosa sonrisa ¿Cómo era posible que un lobo sonrierá como un conejo? Namjoon miró su expresión aliviada y llena de felicidad, tenía que admitir que se sentía del mismo modo y el nuevo beso que compartieron se sintió de algún modo distinto, como si se hubieran acercado más sin saberlo.


Nunca he cazado conejos— declaró Namjoon al tener su boca libre.


—¿Y eso a qué vino?— Jungkook no dejaba de sonreír.


Pues... Tu sonrisa me recuerda a un tierno conejito y... ¿Quería decirte?— desvío la mirada avergonzado de repente.


Jungkook elevó ambas cejas ante esa confesión y rio divertido, volvió a besar esos labios de los que había querido apropiarse desde que los vió por primera vez, eran dulces y le resultaba imposible dejarlos. Se había hecho adicto con solo unas cuantas probadas pero le alegraba saber que no era el único. Namjoon volvió a quejarse cuando sus bocas tuvieron que separarse por una interrupción, desde algún lugar del primer piso llegaba la voz de Jimin anunciando que bajarán a desayunar.

Se había olvidado por completo de ello, había salido tan temprano y tan aprisa de su casa que el desayuno había sido lo último en su mente, Jungkook le robó un beso rápido y liberó sus manos para levantarse con cuidado. Suspiró siguiendo sus pasos, cuando estuvo junto a la puerta dispuesto a salir, se vio sorprendido al sentir una mano tomando la suya y entrelazando sus dedos. Miró al alfa que en algún momento se había puesto una camiseta negra y sonrió al ver su sonrisa.


Ven, Namjoon, acompáñanos— Kihyun lo invitó con una sonrisa amable.


Iba a dirigirse a una de las sillas vacías alrededor de la mesa redonda con canastas llenas de pan y frutas frescas pero Jungkook no liberó su mano, por el contrario lo arrastró hacia el lado opuesto e hizo que se sentará a su lado, justo al lado de Yoongi que era el único que parecía no querer su presencia a su lado. Ignoró su penetrante mirada y se concentró en lo que tenía en frente, manos iban y venían de una canasta a otra, risas y comentarios acompañados con jugo de naranja y miel.

Sonrió tomando tímidamente un trozo de tocino, el ambiente y la comida eran tan diferentes de su casa, su madre siempre estaba exigiendo platos elegantes y modales en todo momento. Era tremendamente agotador pero ahí se respiraba con libertad, miró de reojo a su lado derecho, Yoongi por fin había dejado de mirarlo y era mimado por Jimin. Se giró un poco hacia su lado izquierdo mientras masticaba su tocino, Jungkook le sonrió al percatarse de su mirada y volvió a enfrascarse en una pelea infantil con Changkyun por un pan que al parecer era el único con arequipe.

Al otro lado de la mesa Wonho le sonrió ampliamente mientras le daba de comer a Shownu, quien simplemente lo disfrutaba y le robaba rápidos besos en las mejillas, todos hacían lo que querían. Tomó un pan y lo contempló perdiéndose en sus pensamientos, creía entender porque los nómadas vivían de esa forma.

Así eran libres.

🐺 Alfa 🐺 Namkook - Kooknam [Bts] Where stories live. Discover now