6

39 6 24
                                    

Narra Baron

Admiré el atrevimiento de Wooyoung subiendo hasta la parte más alta y cuando dijo ante todos la verdad sobre él. Es precioso, mi novio y nunca me cansaré de decírselo y demostrárselo si hace falta.

Pero ahora existe un problema mayor y es el idiota que nos sigue cuando mi novio nos saca del lugar, deteniéndole antes de que se aleje mucho más.

— Wooyoung para —me planto frente a él, cortándole el paso —explicame quien es ese.

— Es.. Jongwoon —aparta de pronto su mirada —no tiene ya importancia.

— La tiene si va acercándose a mi novio diciendo algo que solo yo puedo decir —le acerco, dejando un pequeño beso en sus labios —es uno de esos quince ¿verdad?

Asiente, confirmando mis sospechas.

— Soy el que le conoció primero y veo que no perdió el tiempo después de mi —me giro, sin soltar a mi novio, enfrentándome directamente al idiota número uno —soy su número uno.

Wooyoung se tensa contra mi cuerpo, haciéndome girarme hacia él.

— ¿Es eso cierto?

Wooyoung me mira, mirándole seguido a él, negando con la cabeza.

— Mi número uno es Chung Hyeop —se abraza a mi cintura —tú perdiste tu oportunidad rechazándome y humillándome delante de toda esa gente. Vámonos Hyeop.

Intenta tirar de mi, deteniéndole de nuevo.

— ¿Le humillaste?

— No le humillé —niego sin creer en sus palabras —solo le dije que no seria conveniente volver a quedar.

— ¡Eso es humillarle! —grito, apretando mi puño para no golpearle —alejate de mi novio.

— Eso lo tiene que decidir él no tú —ambos miramos a Wooyoung.

— He dicho que no quiero Jongwoon —esta vez si consigue llevarme con él.

— Lástima —frunzo el ceño, sintiendo sus pasos seguirnos —estás demasiado bueno para dejarte ir. ¿Qué ha cambiado en ti Woo?

— Ni que fuese de tu incumbencia —me sorprende una vez más, deteniéndose para enfrentarle —Hyeop me apoya a diferencia de todo el mal que me hiciste. Si ahora buscas algo conmigo llegas algo tarde porque tengo novio y soy feliz a su lado. Además nos hemos afianzado y tú nunca tendrás lo que él se ha ganado a la fuerza.

Nos alejamos, sintiéndome aún mucho más orgulloso de mi grandioso novio, porque tanto él como su corazón son enormes, condenadamente hermosos. Camino a su lado, entrelazando mis dedos con los suyos, sintiendo el apretón de su mano bajo la mia, depositando un pequeño pero dulce beso en sus labios, regresando a su casa, llevándole conmigo a su salón, besándole, cayendo sobre el sofá donde continuamos uniendo nuestros labios acompasadamente, disfrutando del cálido contacto moviéndose sobre mis labios, sus manos enlazadas con las mías en todo momento, su cuerpo sobre mis piernas, sintiendo su respiración entrecortada contra mi cuello cuando nos separamos, abrazándole mejor, sonriendo cuando deja un pequeño beso en mi cuello, seguido de un apretón de sus dientes sobre mi piel, mirándole cuando siento un pequeño quemazón en esa zona en concreto.

— ¿Me has mordido? —asiente sin abrir los ojos —¿por qué?

— Me apetecía —sonríe de forma tierna, con un punto infantil —gracias por darme la confianza suficiente para plantarle cara.

— Tu solo lo has hecho —nos recuesto en el sofá sin quitarle de encima de mi cuerpo —yo no he hecho nada.

— Darme la confianza para hacerlo — se acomoda mejor sobre mi cuerpo —vamos a ver una película.

— Me parece bien —alargo el brazo, buscando el mando de la television —¿dónde está?

— En mi habitación —se incorpora quedando sentado sobre mi —aquí lo veía tonto tenerla porque casi no hacia más vida que las citas con final amargo y volvía después de tomar varias copas en el trabajo de Ry. Ya no habrán más noches borracho, cayéndome en mitad de la calle, siendo ayudado por un desconocido que salió corriendo cuando me daba la espalda.

Miro su rostro, intentando no ponerme nervioso, recordando esas ocasiones, como en la que le encontré riendo solo, en el suelo, ayudándole para irme al poco, sintiéndome un idiota al meterme en la cama y recordarlo.

— ¿Hyeop estás bien? Estás sudando —su mano roza mi frente y mejillas —¿qué ocurre?

— Es que.. Necesito ir al baño.

Le aparto sin ser brusco, dejándole sentado en el sofá, corriendo hacia su cuarto de baño, tropezando sin llegar a caer, encerrándome en él.

— No puedo decirle que yo soy el que huía de esa forma —me miro al pequeño espejo —me dejará o se enfadará.

— ¿Hyeop? Abre la puerta por favor —miro la manilla moviéndose —no se que te ha pasado pero hablalo conmigo.

Abro la puerta despacio, quitando el seguro después de calmar los nervios que estaban adueñándose de mi, mirándole a los ojos, sentándome a su lado en la cama cuando toma mis manos llevándome con él.

— Te enfadaras.. —niega seguro con la cabeza —verás como si. ¿Te acuerdas de esa vez que volviste y te caíste al suelo haciéndote unas heridas en las rodillas y alguien te acompaño a tu casa? Era yo. Y el que chocó cuando estabas con la compra y tu amigo también. No te perseguía. En la primera ocasión volvía a casa y en la segunda.. para esa no tengo ninguna explicaciones. Di algo por favor.

You are my Nº 1Where stories live. Discover now