23

40 4 4
                                    

Narra Ace

En la tercera llamada respondo, escuchando sin hablar, saliendo de la habitación para no despertar a Hyeop aunque yo realmente no vaya a decir nada a la persona que sea que llama.

— ¿Chung Hyeop mi pequeño? —habla una mujer, con la voz demasiado ronca.. como si hubiese bebido en exceso —¿estás ahí mi bebe? Soy mami..

Miro hacia la habitación donde Hyeop sigue durmiendo, volviendo a escuchar la voz de la mujer.

— Mi niño se que estás enfadado y no quieres hablar pero me gustaría verte —escucho lo que parece el golpe de un vaso —soy tu madre y tu mi hijo. Tu hermana me evita pero tu siempre has sido bueno y se que me perdonarás. Llamame cuando estés preparado mi niño porque estoy deseando ver cual mayor se ha hecho mi bebe.

La llamada finaliza, quedándome confuso por lo extraña que ha sido. Vuelvo a la habitación, entrando despacio al igual que he salido, parando cuando veo a mi novio sentado, aún con los ojos cerrados. Me siento a su lado, dejando su móvil donde estaba con cuidado, abrazándome a su cuerpo, sentándome en sus piernas.

— ¿Dónde estabas? —apoya su cabeza en mi hombro —me he despertado cuando no te he sentido sobre mi cuerpo.

— He ido a por un poco de agua —muevo mi mano despacio por su espalda desnuda —¿estás bien?

Asiente, sin apartarse de como se ha abrazado a mi cuerpo.

— ¿Es tarde?

— Un poco solo ¿por qué? —presiono con suavidad mis labios en su frente —¿tienes que ir a algún lugar?

— No mi príncipe, no tengo que ir a ninguna parte —mueve su mano por mi pierna —¿por qué estás vestido?

— No iba a ir desnudo a por agua —ríe contra mi pecho —aunque si fuese por mi prometido viviría así. No entiendo porque.

— Porque eres precioso y yo tengo el privilegio de verte a diario —me quita la camiseta —y vas a tener que cumplir tu sueño de estar sobre mi.

— ¿Q..qué? —me tenso cuando suelta mi pantalón, alzándome para bajarlo —no hace falta Hyeop.

— Lo deseas tanto como yo —tira mi pantalón, bajándome de nuevo a sus piernas —pero relajate o te dolerá.

Beso sus labios, cerrando los ojos, dejándome llevar por sus manos cuando agarran mi cintura. Deslizo mis manos por su torso desnudo cuando se tumba, llegando a la sabana que le cubre, apartándola lo suficiente. Tomo en mi mano su miembro despierto dirigiéndolo a mi entrada, intentando relajarme cuando le deslizo despacio en mi interior, frunciendo el ceño porque duele realmente, más incluso cuando es Hyeop quien lleva la iniciativa, siendo una sensación incomoda incluso cuando está completamente en mi interior apretando mis manos en su cuerpo.

— ¿Estás bien? Si quieres.. puedo..

— Estoy bien —me muevo un poco volviendo a autopenetrarme, gimiendo —¿tu lo estás?

Asiente, apretando sus dedos en mis muslos cuando vuelvo a moverme, apoyando mis manos en su cuerpo, gimiendo con cada subida y bajada, ascendiendo y descendiendo, tocando su miembro al fin mi punto débil, gritando cuando golpea justo ahí con fuerza, dejándome caer sobre su cuerpo sin dejar de moverme, besándole.

El sudor bañando mi cuerpo al igual que el de mi novio bajo el mio se hace notable cuando nos gira, arqueando mi espalda cuando penetra con fuerza, mordiéndome el labio inferior, apretando mis manos clavándolos en su espalda, intentando controlar mi respiración cuando aminora las embestidas, quedando nuevamente sentado sobre él, moviéndome con el mismo ritmo, escondiendo mi cara en el hueco de su cuello, sintiendo esa tensión en la parte baja de mi cuerpo, colapsando cuando mi orgasmo está casi llegando, manchando nuestros cuerpos con mi semen, sin detenerme, sintiéndole apretado en mi interior, acelerando aún más mis movimientos sobre sus piernas, besando sus labios cuando llega al orgasmo, sintiéndome lleno por completo, abrazándome con fuerza a su cuerpo una vez caemos tumbados, unidos aún con su cuerpo sobre el mio.

— Quedate como estás —aún mi respiración no se normaliza.

— Te ha gustado —cubro mi rostro cuando empieza a reír —más bien encantado.

Niego sintiendo mis mejillas arder, sus manos tirando de mis brazos consiguiendo apartar mis manos, besando cada parte de mi cara, riendo cuando sus manos se mueven por mi cuerpo haciéndome cosquillas, sintiendo un ligero dolor en la parte baja de mi cuerpo cuando se agita tanto mi cuerpo que no puedo evitar presionar mis piernas en el suyo, gimiendo cuando se mueve de nuevo, deslizándose fuera de mi cuerpo.

— Eso ha dolido —golpeo con suavidad su pecho —creo que necesito un baño. Estoy sucio y huelo.

— Hueles de maravilla —deja besos por mi cuerpo sudado —pero acepto ese baño contigo.

Niego riendo, acercándole más a mi cuerpo, besándole por el cuello, abrazándome a su cuello y cintura con brazos y pierna, aprovechando mi posición para levantarnos y quedar anclado a su cuerpo, tensándome cuando a nuestra espalda vuelve a sonar su móvil.

— No respondas y vamos a darnos ese baño —suplico, frotándome contra su entrepierna, despertando su miembro con el mio —y repetimos.

— Quizá sea importate —se inclina para tomar su móvil.

Hago fuerza cayendo sobre la cama antes de que lo consiga coger, aferrándome a su cuerpo de forma que ya no se mueva.

— ¿Por qué no quieres que responda a la llamada? —me hace mirarle, sosteniendo mi cara entre sus dedos —¿qué ha pasado Wooyoung? ¿Antes no has ido a por agua verdad?

— Era tu madre.. he respondido porque no quería que te despertara y tu madre ha llamado.. —me intento apartar de su cuerpo pero me retiene —ya se que no debí responder y me arrepiento por el estado en el que la escuche hablar pero.. ¿por qué no me contaste que tu madre no está bien?

— Porque bastante tenias con tus inseguridades y mi madre es pasado —se sienta, quedando a mi altura —preferiría no hablar de eso pero te mereces que sea sincero contigo. Mis padres tienen adicciones demasiado graves y mi hermana y yo siempre fuimos las victimas de eso. Vivimos por años como si fuésemos huérfanos pero con padres. Mi madre todo el día bebiendo y mi padre pues.. a saber que hacia. No me interesa porque tengo a mi hermana que lucho por los dos y te tengo a ti. Esa mujer no es nada para mi. Dame mi móvil.

— ¿Vas a responder?

— Voy a bloquear el número para que no nos moleste nunca más —se lo doy viendo sus dedos hacer lo que ha dicho, dejándolo perdido en la cama —bueno.. ¿vamos a ese baño que has mencionado hace un momento?

Asiento, riendo cuando nos levanta, teniendo que abrazarme mejor a su cuerpo cuando anda por la habitación, metiéndonos a la ducha, riendo aún más cuando el agua fría cae sobre mi espalda, sintiéndome relajado y feliz entre sus brazos de donde no me suelto en ningún momento.


***

No tengo aún pensado un fin para esta historia pero en el próximo capitulo ya la parejita buscara su nidito de amor.

¿Deberia Chung Hyeop hablar o encontrarse al menos una vez con su madre o dejarlo como bien a dicho en su pasado y seguir su vida tal cual la vive ahora?

You are my Nº 1Where stories live. Discover now