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Narra Ace

Después de cenar y volver a casa la hermana de Hyeop vino a buscar a la pequeña, quedándose, como aún están, hablando durante un rato con su hermano pequeño, dándoles espacio quedándome en la habitación para que hablen con privacidad los hermanos.

Lo malo es que aunque no quiera se les escucha, tensándome cuando escucho mi nombre, acercándome un poco curioso.

— Tu novio no sabe nada del trato ¿verdad?

— No tengo porque decirle que lo nuestro fue un trato para atreverme a acercarme a Wooyoung.

Me acerco aún más, apareciendo ambos por completo en mi campo de visión, cruzándome de brazos.

— ¿Asique soy parte de una apuesta? —el que se supone que es mi novio se levanta rápidamente, apartándome cuando intenta tocarme —como sabia yo que no debía fiarme de ti. Alguien que va de bueno, con esa cara de ángel y esas palabras amables no podía ser más que un egoísta y frio calculador que a la mínima te apuñalaría por la espalda.

— No eres parte de ninguna apuesta —aparto su mano de mi rostro de un manotazo —Wooyoung por favor escuchame. Mi hermana hizo un trato conmigo si, pero no lo acepté. Si me acerque a ti fue porque yo quise. Creeme por favor.

Niego con la cabeza, agarrando con fuerza su brazo hasta sacarle de mi casa.

— ¡No quiero que vuelvas a acercarte a mi! —grito, sintiendo un nudo formándose en mi interior —me han humillado, insultado, plantado e incluso golpeado pero lo que más me duele es que tú, en quien más confié, me rompas así. ¡Choi Chung Hyeop eres el ser más despreciable que me he podido encontrar!

Dicho eso y cuando su hermana sale con su sobrina profundamente dormida. Por suerte, cierro de un portazo, arrastrándome hasta quedar en el suelo, creciendo cada vez más la presión en mi corazón. Mis mejillas no tardan en humedecerse, abrazándome a mis piernas, sintiendo mi corazón cada vez más roto, tapándome con mis manos para no escucharle más cuando habla tras la puerta, llorando aún más, golpeando con tanta fuerza la puerta que me da igual la sangre que cae por mi mano, manchando el suelo.

— ¡Nunca debí confiar! —grito, ahogándome en mi propio dolor.


— Wooyoung abre por favor.

Niego con la cabeza, sintiendo el dolor que recorre mi cuerpo por haber dormido toda la noche sentado, abrazado a mis piernas, pegado a la puerta de entrada de mi casa.

— No voy a irme hasta que abras la puerta —golpeo una vez más la puerta, dañándome aún más la mano —abre Wooyoung.

— ¡Te he dicho que te largues y no vuelvas! ¡Vete a hacer apuestas con tu hermana y a jugar con los sentimientos de otro!

Por un instante, cuando el silencio se adueña de todo, creo que se ha marchado pero no es así cuando vuelve a hablar.

— No era un apuesta sino un trato. Y iba a aprovecharme de ese trato que yo gané aunque gané realmente mucho más armándome de valor para hablar contigo por fin. Estoy enamorado de ti Jang Wooyoung y eso no lo cambiará nada ni nadie. Mi hermana a veces tiene ideas extrañas pero solo quería darme un poco de valor para hablar contigo. Tú tuviste muchas fases de miedo antes de conocerme por culpa de tantos rechazos y yo tenia miedo a ser rechazado por ti. ¿No lo entiendes? Por favor abre la puerta. Me siento estúpido hablando con un trozo de madera en lugar de verte frente a mi.

Sus palabras deberían ablandarme pero el dolor por lo que hizo es mucho más fuerte.

— ¡No voy a repetirte que te vayas de mi casa! —me alejo de la puerta, yendo al cuarto de baño.

You are my Nº 1Where stories live. Discover now