29

35 5 0
                                    

Narra Ace

El ambiente se ha vuelto tan tenso entre Hyeop, mi compañero y yo que no se ni que decir, sintiendo la mirada de mi novio puesta en mi aún.

— ¿Lo es o no?

— Lo es pero no quiero que te acerques a él —le hago mirarme, presionando un poco mis manos en su cuello —por favor Hyeop. Prométemelo.

— Te lo prometo pero como te toque un solo pelo le corto las manos y lo que no son las manos ¿queda claro? —asiento despacio —¿has acabado de trabajar ya?

— Todavía me quedan unas horas —me pongo en pie —tu esperame allí y después compartimos ese baño ¿vale?

La última pregunta obviamente la hago en voz baja.

— Está bien pero advertido queda —me señala con un dedo —me entero que te ha tocado un solo pelo y no quedará ni rastro de ese idiota.

— Soy tu prometido cariño —sonrío, besando sus labios —¿cómo voy a caer ante otro si tengo lo mejor conmigo?

Sus labios, sin decir nada, se mueven contra los míos en un rítmico pero calmado baile lleno de sentimientos, de miles de sensaciones que se despiertan en mi interior, correspondiéndole por unos minutos, teniendo que romper la unión, volviendo a la realidad de todas las horas que aún me quedan por trabajar, por soportar a ese idiota que me ha caído como jefe después de mi ausencia por vacaciones.

— Te quiero —un beso más cae en mis labios —muchísimo.

Sonrío, repartiendo más besos en los suyos, acompañándole hasta la puerta, volviendo a entrar cuando se marcha.


— Wooyoung espera un momento —abrocho mi chaqueta, mirando a mi jefe —¿quien era ese que ha venido hoy a cenar y de paso te has comido su cena? Y lo que no es su cena está claro.

— Mi prometido ya te lo dije —cojo mis cosas —y si me disculpas me está esperando en casa.

Dispuesto a irme avanzo hasta la puerta, frunciendo el ceño cuando me detiene.

— No me creo que alguien como tu vaya a casarse —me giro hacia él —¿quien va a querer vivir una vida entera con alguien como tu?

— Tu obviamente ni quieres ni podrás aunque quisieses —me suelto de su agarre —Hyeop no es el afortunado aquí sino yo. En eso no te quitaré la razón porque es perfecto pero ¿sabes que? Tu me rechazaste en su día y quizá en aquel momento me sentí muy mal por ello pero todo este tiempo he reflexionado y madurado gracias a mi prometido y me he dado cuenta que valgo más de lo que me habéis hecho creer. Incluso más de lo que vale un capullo como tu. Estoy enamorado de Chung Hyeop y él de mi y nos vamos a casar. Y ahora si me disculpas me voy a casa ha hacer el amor con ese maravilloso hombre hasta que caigamos agotados.

Dicho eso y lo más satisfecho posible que me siento, salgo del restaurante, despidiéndome de mi compañero hasta el día siguiente, volviendo a casa sin perder en todo momento mi sonrisa.

— ¿Y esa sonrisa tan perfecta? —me abrazo al cuello de mi novio nada más entrar en casa —¿ha pasado algo?

— Si, que te quiero más que nunca —de un salto subo a su cintura —quiero hacer el amor contigo en ese baño que espero hayas preparado.

— Está recién preparado. Con aroma a vainilla —sonrío, besando sus labios sin perder más tiempo.

Besándonos, enganchado en su cintura voy dejando caer mi ropa, mi uniforme, quitándole su camiseta, besando su cuello, de nuevo sus labios. Bajo de sus piernas cuando entramos al baño, sintiendo sus labios sobre mi cuerpo, agarrándome a sus hombros cuando suelta mi pantalón, dejándole que termine de desnudarme. Entramos en la bañera cuando su ropa desaparece de su precioso cuerpo, volviendo a besarle, apretando mis piernas bajo su cuerpo, en su cintura, sintiéndole abriéndose camino entre mis piernas, gimiendo cuando entra por completo en mi interior, moviéndome sentado ahora sobre sus piernas, besándole, gimiendo, ralentizando los movimientos de mis caderas, quedándome quieto por un momento mirando a Hyeop a los ojos.

— ¿Pasa algo amor? —asiento, abrazándome a su cuerpo —¿qué te pasa Woo?

— Voy a dimitir.. no quiero estar en un trabajo donde parte de mi pasado vuelve solo para atacarme.

— ¿Qué te ha dicho?

— Que no entiende como alguien quiere casarse con alguien como yo —me abrazo mejor a su cuerpo —le he plantado cara pero por dentro me ha dolido mucho. Él me rechazó pero algo valdré ¿no? Al menos si quieres casarte conmigo será por algo.

— No le hagas ni caso Woo —gira, quedando bajo su cuerpo de nuevo —tu vales infinitas veces más que ese y que cualquier otro.

Gimo cuando se mueve, abrazándome mejor a su cuerpo, aceptando sus labios sobre los míos incapaz de decir nada más, cerrando los ojos, fundiéndome en la única persona de verdad que me importa, que me ama, que amo, que me corresponde a cada uno de mis sentimientos, feliz, sentándome sobre su cuerpo de nuevo.


— Son casi las seis de la mañana —asiento, sintiendo aún sus caricias en mi espalda desnuda —¿no tienes nada de sueño?

— Yo no.. ¿y tu?

— Tengo que trabajar por la mañana ya pero no. Quiero estar despierto contigo —abrazo mejor la almohada bajo mi cuerpo —son los mejores momentos del día.

— ¿Cuando estás conmigo? —le veo asentir —eres algo cursi Ariel.

— Eso es porque estoy enamorado de mi príncipe —escondo mi rostro en la almohada cuando va a besarme —oye eso no vale. Quiero besarte.

— Lo se pero no quiero —me gira, arrebatándome la almohada —Hyeop otra vez no. No me dejes el cuerpo agotado otra vez.

— No lo haré porque solo quiero besarte —su cuerpo se encaja sobre el mio —no te dejaré agotado y dolorido como aquel día.

Cruzo mis brazos detrás de su cuello.

— Demuéstrame que es verdad.

Su nariz roza la mia, sintiendo sus labios presionando con suavidad mi barbilla, dejando un húmedo beso justo ahí, después en mi mejilla izquierda, la derecha, mi frente, de nuevo mis mejillas, finalmente mis labios, dejándome con las ganas cuando se aparta un poco segundos después, acercándole, besándole, respirando con algo de dificultad sin alejarle, acariciando su espalda, bostezando escuchando su risa sobre mi.

— Duérmete mi príncipe —niego —estás cansado.

Vuelvo a negar, sintiendo mis ojos cerrarse, mi cuerpo cansado rendirse, cayendo si rendido en un sueño que no quería que llegase a pesar de la hora, aferrándome mejor a su cuerpo, sin deseo alguno de soltarle en ningún momento.

You are my Nº 1Where stories live. Discover now