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Narra Baron

Después de que Wooyoung dejase de insistir para saber a donde íbamos decidí poner algo de música porque el silencio me estaba haciendo sentir ciertamente incomodo.

¿Lo malo?

Que el silencio no tardo en volver al darme cuenta que se había quedado dormido, apoyando en una mano junto a la ventanilla.

Aparco sin ser demasiado brusco, soltando mi cinturón, acercándome despacio a mi durmiente novio, acariciando su mejilla, moviéndole con cuidado, sin éxito alguno porque no se mueve ni un poco.

— Woo —pellizco sus mejillas, su nariz, nada —¿cómo puedes tener el sueño tan profundo?

Acerco mi mano a su nariz de nuevo, apretando sin ser muy brusco, sin verle moverse cuando su mano choca contra mi cara, apartándome cuando me pica la parte donde me ha golpeado.

— ¿Hyeop? —su voz suena ronca —¿te he golpeado? Lo.. lo siento.

— Estoy bien. Solo pica —aparto la mano de mi mejilla.

— Pero si tienes toda la zona roja —acaricia con sus dedos esa parte de mi cara —lo siento de verdad.. no quería golpearte. Noté una presión en mi nariz y creo que fue la única reacción que mi cuerpo supo usar.

— Tranquilizate —subo mis manos a sus hombros —y sal del coche. Ya hemos llegado a nuestro destino.

Se que se siente culpable por la forma en la que me mira, bajando aún así del coche, imitando su acción bajando también, cerrándolo con llave aunque no haya nadie a los alrededores. Rodeo el coche, parando a su espalda, abrazándole por la cintura mientras observa el lugar donde nos encontramos, las vistas hasta la playa, sonriendo cuando gira entre mis brazos.

— Te abofeteo sin querer y en lugar de enfadarte me traes al paraíso —asiento, mirando más allá de Wooyoung por un momento —¿nos cambiamos y vamos a darnos un baño o prefieres seguir durmiendo?

— Prefiero el baño —intenta salir de mi abrazo pero no le dejo —¿me sueltas y nos vamos a cambiar?

— Vamos así. No hay nadie en la playa ahora.

— ¿Desnudos?

Asiento de nuevo, entrelazando mi mano con la suya, alejándonos de la casa y el coche, adentrándonos en la playa, parando a una distancia del agua, quitándome la ropa que voy dejando caer sobre la arena.

— Estás loco si piensas que voy a desnudarme en plena playa donde alguien pueda verme —miro hacia él —que no.

— Aquí no vendrá nadie a estas horas. Casi nunca viene nadie —dejo mi ropa interior —venga amor. Te esperaré en el agua.

Camino hacia el agua adentrándome poco a poco cuando siento lo fría que está, llegando hasta que me cubre lo suficiente, mirando en dirección a Wooyoung, quien al fin se está quitando la ropa, corriendo hacia el agua, soltando una carcajada al ver sus manos cubriendo su parte más íntima, envolviéndole entre mis brazos cuando llega a mi altura, elevándole hasta que se engancha a mis caderas, atrapando sus labios con los míos solo por unos segundos, alargándolo al sentir sus brazos rodeando mi cuello, empujando sus caderas hacia mi cuerpo.

Cierro los ojos, permitiéndole el paso a su lengua cuando pide paso por unirse a la mia, aferrándole mejor a mi cuerpo, moviendo mis caderas, tanteando su entrada con una de mis manos, deslizándome en su interior.

Nuestros labios se separan, arqueando su espalda cuando me muevo embistiéndole por primera vez desde que le penetré, agarrando bien sus caderas, besándole por el cuello sin dejar de moverme. Sus gemidos no tardan en hacerse notar, ocultando su rostro en el hueco de mi cuello, moviéndole más rápido, penetrándole hasta rozar ese punto en su interior que tanto le vuelve loco, haciéndole gritar, arquear su espalda conectándonos más al otro, atrapando sus labios de nuevo con los míos.

El vaivén de nuestros cuerpos se hace más intenso, sintiendo el orgasmo en su cuerpo y el mio cercano, penetrándole algo más despacio, presionando en su punto de nuevo cuando llega al clímax, llegando también yo a los pocos minutos, abrazándome a su cuerpo, llenándole por completo, deslizándome fuera unicamente cuando se calman nuestras respiraciones.

— ¿Estás bien Woo? —asiente, sin soltarse de mi cuerpo —¿tan rápido te has cansado?

— No has sido especialmente cuidadoso con tus embestidas —dejo un beso en su cabeza, saliendo del agua sin bajarle de mi cuerpo.

— Nos vamos a la casa —cojo nuestras ropas, cubriéndonos con las camisetas —¿Vas a ir todo el tiempo en modo koala?

— Si no te molesta si —pongo la ropa entre los dos.

Camino de regreso a la casa, entrando por primera vez porque fuimos directos a la playa, intentando recordar cuando entramos donde está ubicada cada cosa, sintiendo ya el peso de Wooyoung en mis brazos, bajándole cuando entramos en la ducha, bajo el agua caliente, deshaciéndonos de los restos del agua de la playa y de nuestro encuentro, saliendo envueltos en dos toallas con las que nos secamos, metiéndonos en la cama tal cual por pereza ahora mismo de volver al coche a por las maletas.

— Cuando sea de noche iré a por las maletas, te vestirás como te apetezca y disfrutaremos de lo que quiero mostrarte —asiente, enterrándose en mi cuerpo, entre mis brazos —te quiero.

Un suave te quiero llega, calmándose todo su cuerpo entre mis brazos, viéndole como puedo dormir sin conciliar yo el sueño, esperando a que de la hora adecuada para despertarle, sin llevarme otro manotazo por su parte, y llevarle a un lugar que le gustara.

You are my Nº 1Where stories live. Discover now