17

42 4 12
                                    

Narra Ace

Caminamos de la mano por la arena, llevando mis zapatillas en mi mano libre, sintiendo el tacto de la arena bajo mis pies, las suaves caricias sobre mi mano por los dedos de Hyeop moviéndose delicadamente.

Miro por un instante hacia el cielo ligeramente iluminado por las pocas estrellas que han decidido hacer acto presencial, dirigiendo mi atención a mi novio, a su precioso y tentador perfil, a ese hombre de veintiséis años que me hace sentir un revoloteo en mi interior con tan solo pestañear.

— ¿Queda mucho para eso que vas a enseñarme? —niega con la cabeza sin apartar su vista del frente —¿no vas a darme ni una pista?

Se detiene de pronto parando frente a mi.

— ¿Por qué paramos? ¿es aquí?

— No pero quiero que esperes aquí un momento. Por favor.

— Está bien —deja un beso en mi mejilla.

Le veo alejarse, dejándome solo en mitad de la playa. Dejo caer mis zapatillas, sentándome en la arena porque me imagino tardará más de lo que me gustaría, mirando hacia el cielo, recostándome para esperar más cómodo hasta su regreso cuando decida que sea.


Miro a la nada aburrido, apoyando mi barbilla en mis rodillas. Ha pasado casi una hora desde que Hyeop me ha dejado solo y aún no se nada de él. Mi móvil de pronto vibra entre mis manos. Lo desbloqueo, mirando el mensaje que me ha llegado por parte de Hyeop, pidiéndome ir por la misma dirección que él ha tomado una hora atrás.

Me levanto, guardando mi móvil, sacudiendo la arena de mis pantalones, caminando en esa dirección, buscándole con la mirada en todo momento, deteniéndome cuando algo choca con mi pie, mirando el suelo, agachándome, tomando el pequeño sobre leyéndolo sin levantarme.

Mira al cielo.

Lo releo confuso, haciendo caso de esas tres palabras.

Miro hacia el cielo, alzando mi cabeza todo lo que mi cuello me permite. Por un momento no veo absolutamente nada, empezando por rendirme y bajar la cabeza cuando algo brillante se eleva en el cielo oscuro, demasiado cerca de donde me encuentro.

El impacto de esa cosa volando y ahora explotando me asusta y tensa a partes iguales, aunque solo sea por unos segundos, mirando nuevamente cuando algo se forma en ese mismo punto, con tonos de diferentes colores, siendo creo que un mensaje nuevo. Me acerco aunque quizá no deba, leyéndolo mejor cuanto más cerca estoy, cubriendo mi rostro por el asombro al comprender bien lo que está escrito con algo más de nitidez.

— Jang Wooyoung —busco la voz de Hyeop a mi alrededor sin verle —¿podrías leer el mensaje en voz alta?

Sigo buscándole, sin verle por ninguna parte, mirando de nuevo el mensaje que casi desaparece. Otro momento en el que tengo que alzar de más mi voz, solo que esta vez no hay un público ante el que me tenga que ocultar por la vergüenza.

— ¿Te quieres.. te quieres casar conmigo?

Mis ojos empiezan a humedecerse, mi corazón a bombear demasiado rápido.

— Jang Wooyoung —me giro, viendo a Hyeop arrodillado en la arena frente a mi —¿te quieres casar conmigo?

— Eres tan bobo —limpio las lágrimas que ya caen en abundancia, asintiendo —pues claro que quiero casarme contigo.

Hyeop toma mi mano, deslizando un anillo que no se de donde ha sacado, ni cuando tampoco, en mi dedo, arrodillándome a pesar de ni así quedar a su altura.

— ¿A que esperas a besarme? —digo, haciéndole reír —no es una petición sin beso.

Sus labios y los míos no tardan en encontrarse, cayendo de espaldas sobre la arena, con su cuerpo sobre el mio, enredando mis manos en su pelo de por si ya desordenado, intensificando más el beso, sintiendo nuevamente ese revoloteo en mi interior, separando nuestros labios cuando nuestros cuerpos exigen respirar, sonriendo seguro que como un idiota, abrazándome mejor a su cuerpo a pesar de estar atrapado entre él y la arena, fundiéndonos en un beso nuevo, besando cada parte de su precioso rostro, girándonos hasta quedar yo encima.

— ¿Cómo se te ocurrió eso? Casi me da algo cuando eso a explotado.

— Estaba controlado —miro sus ojos fijamente —y no quería un mensaje en la arena, una petición cliché. Quería algo que no creo que se haya hecho nunca. Tu eres especial y por ello te mereces lo más especial. Y ahora, Jang Wooyoung eres mi prometido asique ni una queja.

Niego, riendo, dejando varios besos en sus labios, en todo su rostro, abrazándome a su cuerpo por varios minutos, sobresaltándonos cuando el agua nos alcanza mojándonos, volviendo entonces a la casa, fundiéndonos en algo más que besos, confirmando y sellando así el compromiso que nunca imaginé que pasaría pero sin duda es real.

— No te duermas —me abrazo a su cuerpo mejor, completamente despierto —aún la noche es muy joven príncipe.

— No me estoy durmiendo —muevo un poco mis piernas, acomodándome mejor —solo intento buscar una postura cómoda. Sigues siendo intenso cuando hacemos el amor Hyeop.

— Más puedo serlo —sus labios recorren mi cuerpo, quedando tumbado con el suyo desnudo sobre el mio —pero te dejaré agotado y entonces si que te dormirás y no quiero que te duermas aún.

— ¿Por qué?

Su respuesta es un movimiento de caderas, sintiéndole en mi interior con toda la delicadeza que es siempre capaz de sacar. Arqueo mi espalda automáticamente cuando se mueve, adaptándome a la segunda vez que lo hacemos esta noche, besándole, gimiendo, aferrándome bien a su espalda, arañándole cuando el orgasmo invade mi cuerpo.

— Sigues estando tenso —mi cuerpo se queja al sentir el vacio cuando se tumba a mi lado —¿no vas a relajarte nunca?

— Difícil siendo tu —me tumba bocabajo —me ganas hasta en las propuestas ¿sabes?

— ¿En que te he ganado ahora? —su brazo pasa por mi espalda, acercándome a su cuerpo —en gritos seguro que no.

— Mientras yo te he pedido vivir conmigo.. tu me has pedido matrimonio —le miro a los ojos —¿siempre vas a quedar un paso por delante de mi?

— No estoy un paso por delante de ti —niego despacio, sintiendo su mano acariciando mi espalda —ambos hemos confirmado un compromiso. Tu el de vivir juntos, el de crear un hogar en pareja y yo te he pedido dar el paso a una unión de novios a esposos. Ambos son compromisos. Un hogar, una unión, algo que hacemos en pareja y no por separado. Algo que nos va a mantener juntos para siempre, en un lugar que nos pertenece a los dos.

Pienso en todas esas palabras, en la diferencia de una cosa y la otra sin llegar a encontrar una, abrazándome a su cuerpo, sintiendo su calor calentando mi cuerpo, sonriendo cuando un beso cae en mi cabeza, enlazando mi pierna entre las suyas, sintiendo mi cuerpo algo cansado ya, manteniéndome despierto porque se que no quiere que me duerma..

..aunque Hyeop es el primero en caer en un profundo sueño.

You are my Nº 1Where stories live. Discover now