Capítulo 1: Llegar a casa

3.8K 238 9
                                    

Sakura

Mis pasos avanzaban con rapidez mientras atravesábamos el camino para llegar a la Aldea. Sarada estaba amarrada a través de una fuerte tela roja sobre mi pecho, y Sasuke caminaba sin expresión alguna en su rostro. El fresco viento propio de La Hoja inundaba mis pulmones y a la distancia pude observar la roca Hokage.

- No puedo creer que ya estemos aquí. - Susurré para mí misma mientras la ansiedad se apoderaba de mi cuerpo ¿Qué les diría a mis amigos? ¿Cómo explicaría mi ausencia? Kakashi nos había advertido que debíamos mantener todos los detalles de la misión en secreto. Después de todo, Sasuke todavía tenía varios enemigos y este hecho podía incentivar más ataques ¿Qué les diría entonces? De seguro, pensarían que me fui a perseguir a Sasuke...

- Te preocupa demasiado lo que piensen los demás. - exclamó Sasuke casi leyendo mis pensamientos.

- No es eso...- musité como una pequeña niña. - Ellos siempre han dicho lo que quieren de todo el mundo... En realidad, ese es el menor de mis problemas. - terminé de balbucear. Y, en realidad lo era. Lo único que me molestaba era la incertidumbre de no saber qué pasaría al llegar a casa.

El último par de meses había vivido con Sasuke más de lo que en mis mejores sueños me había imaginado. Habíamos viajado por el Mundo Ninja con nuestra pequeña hija y cada noche la vivía como si fuera la persona más afortunada de todas. No habíamos discutido una sola vez, pero la vida que nos esperaba en Konoha era completamente diferente. Sasuke no había habitado en la Aldea desde hace mucho tiempo, mucho menos, en un entorno familiar. Él no era de esa clase de personas. Y, ahora, me había prometido volver a casa cada noche, de ser posible, y tomar misiones pequeñas que no lo alejaran mucho tiempo del hogar ¿Sería feliz así? Mi intención no era cambiarle y, en ocasiones, pensaba que hacía todo esto porque pensaba que era lo que yo quería.

- ¿Qué te preocupa?

- Tú...- solté de imprevisto. - La vida en la Aldea puede ser muy aburrida para alguien que ha vivido lejos de ella gran parte de su vida.

- ¿Es eso lo que te preocupa? ¿Que me aburra?

- No... Es decir... ¡Mira! ¿No es ese Rock Lee? El que está entrenando allá, en medio de aquellos árboles. Vamos a saludar. - terminé de enunciar mientras señalaba el lugar y agradecía que mi antiguo amigo hubiera aparecido en el momento que más lo esperaba. Había pensamientos que necesitaba ordenar.

- Espera, Sakura.- Escuché decirle, pero mis pasos se movían solos. No sólo me impulsaban las ganas de evadir una conversación incomoda, sino la nostalgia por mis amigos era más fuerte de lo que pensaba.

- 231, 232, 233, 234... Quince sentadillas más o si no tendré que hacer cincuenta vueltas a la Aldea mañana. - contaba mi amigo de leotardo verde con pesadas calcetas naranjas.

- Siempre entrenando de más, Rock Lee. - Exclamé mientras me acercaba a él a una distancia prudente.

- Aunque el sobrehumano esfuerzo de un ninja lo haga alucinar, tiene que seguir entrenando hasta desfallecer. Sólo así, podrá superarse...

- ¿Rock Lee? - pregunté confundida ¿Acaso pensaba que era su imaginación?

- 245, 246, 247... - continuó sin mirarme.

- De acuerdo. - enuncié exasperada. - Esto ya es ridículo.

- 249, 250... ¡Auch! - reaccionó ante el golpe que le di. Y Sarada empezó a llorar en respuesta, la habíamos despertado. - Definitivamente un golpe así sólo lo podría dar Sakura. - Continuó diciendo mientras se sobaba la cabeza. - ¿¡Sakura?! ¿De verdad eres tú?

La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de SasukeWhere stories live. Discover now