Capítulo 5: El infiltrado

2.7K 166 8
                                    

Naruto

- Ya estoy despierto, ya estoy despierto. - pronuncié mientras me frotaba los ojos. Odiaba despertar tan temprano en días así, mis brazos dolían de la fatiga y mis manos ardían del esfuerzo del entrenamiento. - Demonios, Sakura.

- Perdona Naruto, no lo hubiera hecho si no fuera importante. - empezó a decir. Y el serio tono de su voz me hizo terminar de despertar en seguida. - Es sobre Sasuke, necesito tu ayuda.

- Pero ¿De qué estás hablando, Sakura? - respondí confundido. La noche anterior había estado entrenando con él y parecía bastante normal. Bueno, para ser Sasuke.

- Vístete, te lo contaré en el camino.

Con prisa, me coloqué mi sudadera naranja y seguí a Sakura por el pasillo antes de bostezar de nuevo. Siempre me había costado entender los sentimientos de ella, más ahora, que no la veía hace más de un año. Si hablamos de su relación con Sasuke, la historia es la misma. Ellos dos nunca pronuncian palabra, sólo se miran por un largo tiempo y se dicen cosas que no puedo comprender. Pero eran mis amigos y, por más confundido que estuviera, necesitaban mi ayuda.

- No sé si lo que te voy a pedir es correcto, Naruto. - comenzó a explicar Sakura con la mirada perdida mientras salíamos de la casa tras despedirnos de una perpleja Hinata. - Quisiera que vayas con Sasuke a una misión en la Aldea Escondida entre la Niebla. Sé que tu familia...

- ¡Por supuesto! ¿Cuándo nos vamos? - respondí en seguida ¡Increíble! Sólo la idea de salir de la Aldea a una misión me hacía querer saltar de la emoción.

- Pero tu familia...

- Hinata lo entiende bien y me ha hablado de ello. Dice que siempre ha admirado que luche por defender la Aldea a toda costa y en todo lugar. No sé muy bien cómo responder a eso. Tú y Sasuke deben hablar de cosas así ¿No?

- Sí...- respondió ella, pero su expresión me decía lo contrario.

- Como sea. - respondí aligerando la tensión del ambiente. - Debes convencer primero a Kakashi- sensei. Dice que si quiero ser Hokage debo aprender a solucionar los más pequeños problemas de las personas de la Aldea y por ello no me deja salir a una misión en más de un año. Como si el viejo de Sarutobi no hubiera salido nunca...

- No te preocupes. - Dijo formando un puño mientras sonreía. - Es pan comido.

- ¡De eso estoy hablando, Sakura!

- Ya llegamos. - exclamó sonriendo. Mientras miraba la que había sido su casa. - Espera un momento aquí, no debería tardar.

Tras un rato, Sakura salió de la casa con una bebé entre brazos. Debía ser Sarada.

- Anda, Sarada. Saluda al tío Naruto. - Dijo mientras la acercaba a mí.

- Oh, no no.- Respondí mientras daba un paso atrás.- Siempre que cargo a Boruto termina llorando.

- Descuida. - exclamó entre risas.- Sarada es una bebé extraordinariamente tranquila.

- Es muy linda. - Dije acercándome y jugando con la bebe. - Debes estar muy feliz, no se parece en nada a Sasuke.

- ¿Qué dices? Toda ella me recuerda a él.

- Quizás el cabello. – repliqué con una mueca. - Pero Sasuke tiene una expresión seria que asustaría a cualquiera.

- Eso puede que sea cierto. - Dijo ahogando una sonrisa mientras retomábamos el camino. - Escucha Naruto, el nacimiento de Sarada no fue fácil. - empezó a contar tras un rato. - No recuerdo mucho de ello, y a Sasuke no le gusta hablar de ese día, pero mi recuperación duró algunas semanas. Y aún debo tomar algunas de las medicinas que me dio Tsunade...- Y solamente ese comentario me heló las venas.

- Debieron haber pedido ayuda ¡Maldita sea! Estaba en la Aldea perdiendo el tiempo.

- No hay nada que nadie pudiera haber hecho al respecto, ni siquiera tu o Kakashi. Sasuke y yo fuimos muy impulsivos... Y todo se salió de control cuando menos lo pensaba.

- ¿Qué fue lo que pasó?

- Iba a capacitar a ninjas médicos en Tanigakure cuando un ejército blanco empezó a atacar a los escuadrones ninjas. Me tope allí con Sasuke, quien investigaba a este ejército, y ese día conocimos a un ninja que se hacía pasar como relativo de Kaguya. No pudimos hacer nada para detenerle. Los ataques continuaron y mi misión con Sasuke era curar a los ninjas heridos de un genjutsu que parecía infranqueable. Fue entonces, cuando nuestros sentimientos fueron creciendo cada vez más y, cuando peleamos nuevamente con nuestro enemigo, descubrí que estaba embarazada.

- Demonios...

- Sí...Desde ese momento, Sasuke no quiso que me involucrara más en la misión y me ordenó volver a Konoha. En ese punto nos separamos. Yo no podía volver a la Aldea cuando sabía que algo no andaba bien, así que investigué por mi cuenta y caí presa del enemigo. Quien, en realidad, había sido parte de un grupo desertor de la Aldea que había sido aparentemente asesinado por Sasuke tiempo atrás. Duré cautiva por meses.

- Eso es...- No podía decir nada, sólo podía sentir el enojo corriendo por cada una de mis venas.

- Cálmate Naruto. - Dijo Sakura con media sonrisa. - Tarde o temprano debías enterarte de todo esto. Tras la pelea final con nuestro adversario, resulté herida y Sarada nació. Pero no sé qué habrá hecho Sasuke o Kakashi con el supuesto desertor. Lo único que sé es que Sasuke hoy partirá a una misión que involucra a este grupo que creía muerto y que no me quiere hablar al respecto. Seguramente, piensa que iría a seguirle si me enteraba de los nexos de su misión con nuestro pasado. Pero ya no puedo, ahora tengo algo más importante que cuidar. - terminó de contar mientras jugaba con Sarada.

- ¿Qué me estás pidiendo Sakura, que le espíe? - pregunté confundido.

- Sasuke es mi esposo y claro que me gustaría saber sobre el éxito de su misión. Pero no es lo que quiero ni lo que creo que él necesita. Sasuke hace cosas tontas cuando tiene miedo y culpa y, en este momento, tiene las dos. Tiene miedo de perdernos a Sarada, y a mí, y por eso me ha pedido que no deje la Aldea. Pero también siente culpa por creerse el responsable del rencor de este grupo de desertores. Él te necesita.

- Ya veo. - respondí mientras intentaba asimilar toda la información que Sakura intentaba entregarme. Así que la situación era mucho más complicada y peligrosa de lo que me había podido imaginar. Mientras el nacimiento de Boruto había sido lento, tranquilo y algo aburrido; el de ellos había estado empapado de sudor, sangre y lágrimas. Casi pierdo a parte de mi familia sin siquiera saberlo y, ahora que conocía la historia, no iba a permitir que Sasuke hiciera algo estúpido como acostumbra. - De acuerdo, lo haré.

- ¡Qué alegría! - Dijo Sakura dando saltitos con Sarada. - Iré enseguida a hablar con Kakashi- sensei. Yo investigaré lo que pueda desde acá y te haré saber todo lo que encuentre. Gracias Naruto.

- Ya verás que todo saldrá bien Sakura. - Respondí con una sonrisa. En mucho tiempo no sentía tanta emoción por una misión y un propósito nuevo. Iba a ayudar a Sasuke a encontrar y eliminar a ese tal grupo para que, al fin, todos pudiéramos vivir en paz en la Aldea. Ese era mi camino ninja.

- Y Naruto. - musitó Sakura parando en seco. - No puedes decirle nada de esto a Sasuke. Si se llega a enterar que sé la verdad y que tú y yo estamos trabajando juntos, no nos lo perdonaría.

- Pan comido. - Respondí mientras tragaba saliva. Pero siempre había sido malo en guardar secretos, sobre todo, a Sasuke.

La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de SasukeWhere stories live. Discover now