Capítulo 20: Punto de Quiebre

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Karin

- No pensé que volvería a verte. - Dijo Sakura mientras sonreía. Ella, una de las ninjas más hermosas de la Aldea de la Hoja, se veía realmente cansada. Aún conservaba su característico brillo en sus ojos color esmeralda, pero su mirada era triste. - ¿Karin? - preguntó perpleja ante mi expresión.

- No es nada. - Dije con una falsa sonrisa. Me preocupaba que la situación de Sasuke fuera peor a lo que habíamos previsto. Le entregué los dos frascos con el antídoto. - Me encontré con Naruto en una de las guaridas de Orochimaru. - expliqué. - Debido a que ya lo habían visto a él, decidimos que sería más seguro si yo venía. - terminé de aclarar omitiendo la parte en la que Naruto protestaba. - Sé que es poco, pero sólo pudimos hacer estos dos. Hay uno para ti y otro para Sasuke...

- Esto es más que suficiente. - Pronunció con una gran sonrisa mientras miraba las pequeñas botellas. - Gracias.

- ... ¿Cómo esta él?

- Sasuke... colapso hace dos días. - Y mi mirada se ensombreció de repente. - ¡No te preocupes! Él todavía está vivo. Sólo... no ha despertado desde entonces.

- Lo siento, Sakura.

- No te disculpes, esto no es culpa tuya. - Mencionó y pareció que sus pensamientos la llevaban a algún lugar lejano. - En realidad, no creo que haya un culpable...

- Sakura...

- ¿Tú crees que él vaya a estar bien? - me preguntó en tono de súplica y pude ver cómo sus ojos se humedecieron levemente. Si era cierto todo esto, ella había estado combatiendo por 48 horas para alejar la muerte de Sasuke. Intentaba mostrarse valiente y serena, incluso sonreía, cuando en su interior su mundo parecía estar a punto de desmoronarse. Eso era admirable. La abracé.

- ¿Karin? - preguntó sobre mi pecho sorprendida.

- Él va a estar bien. - sentencié mientras la soltaba y le dirigía una sonrisa. - Si aún está vivo es porque sigue luchando. - Y esta vez fue ella la que me asombró tomando mis manos.

- Gracias Karin.

- Este...- Dijo Kyoko mientras llegaba a nuestro encuentro. - Eres Sakura ¿Cierto? - Ella asintió un poco confundida. - Karin nos contó que eras la mejor ninja médico y, bueno, nos preguntábamos si podrías atender a algunas personas de nuestro pueblo. No tenemos mucho dinero y, con todo que está pasando, ha sido difícil conseguir medicina. - Sakura miró las botellas con el antídoto por un momento antes de guardarlas con delicadeza sobre su bolsa.

- ¡Cuenten conmigo! - exclamó con una gran sonrisa. Y antes de que pudiera reaccionar, Kyoko ya había tomado su mano y la conducía hasta la única y pequeña tienda que habían armado.

Sakura curó desde ligeras lesiones en los niños hasta fracturas sin gravedad en los más grandes. Mandó traer del bosque algunas hierbas y les explicó rápidamente a estas personas cómo hacer pastas y menjurjes para sanar heridas y resfriados. Todo el grupo se había congregado a su lado mientras ella respondía pacientemente las preguntas que le realizaban. Sospechaba que tenía prisa por volver con Sasuke, pero, aun así, ella permaneció tranquila y sonriente.

No la había visto en un buen tiempo y, aunque no entendía del todo lo que le había pasado estos últimos meses, recordé la razón por la cual la respetaba tanto. Ella siempre ayudaba a los demás sin importar las circunstancias. A pesar de estar cansada y débil ella se preocupaba por proteger las sonrisas de los otros, y, cuando se equivocaba, trabajaba más duro para volverse más fuerte. Esa era la Sakura que yo conocía, y me alegraba que hubiera vuelto.

- ¿Qué es esto? - preguntó un pequeño niño de no más de cinco años corriendo hacía Sakura. Llevaba un pequeño gorro azul sobre su pelo rubio y se balanceaba entre la multitud mientras traía un pequeño frasco de vidrio lleno de un líquido morado. La cara de Sakura palideció ¿Acaso podría ser...?

La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de SasukeWhere stories live. Discover now