Capítulo 17: Salvemos al Clan Uchiha

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Naruto

- Si fuera la vieja Tsunade ¿Dónde me escondería? - susurré mientras atravesaba las decenas de habitantes que se aglomeraban en el mercado del pueblo. Vendían toda clase de Ramen y dulces, y había niños y familias corriendo por todos lados.

- No te separes, Naruto. Podrías perderte entre todas estas personas. - Ordenó Pakkun mientras intentaba evitar que lo pisaran y miraba con desconfianza a un par de niños que le observaban con gracia.

- Mira quien habla. - respondí mientras levantaba al perro y lo ponía sobre mi cabeza. Los niños renegaron en respuesta. - Eso está mucho mejor.

- ¿A dónde vamos?

- Tú sólo confía, Lady Tsunade es tan predecible como lo era el sabio pervertido.

Tras pasar la sección de ventas de comida, nos adentramos aún más en la pequeña aldea y llegamos a los establecimientos a los que solía ir el maestro Jiraiya. Había mujeres en kimonos que coqueteaban con los transeúntes y hombres que invitaban furtivamente a los visitantes a probar fortuna con lo poco que llevaban en los bolsillos. En verdad, odiaba estos lugares tanto como los conocía.

- ¡¿Dónde está?!- escuché gritar a un hombre calvo y gordo mientras salía furioso de una edificación. Bingo. - ¡Búsquenla y tráiganme su cabeza! - ordenó a un puñado de hombres que se dispersaron en diferentes direcciones por la ciudadela. Él siguió a uno de los grupos.

- ¿Crees que sea ella? - Preguntó Pakkun.

- Definitivamente. - Respondí con una sonrisa de satisfacción. Hay hábitos que nunca mueren.

- Deberíamos ir a buscarla. - Sentenció mientras saltaba de mi cabeza. - Es mejor encontrarla antes de que esas personas lo hagan.

- Oh, no te preocupes por eso. - Pronuncié mientras entraba al almacén de donde habían salido los hombres. Allí me recibieron un par de mujeres, las evité y llegué hasta una de pelo dorado que vestía un kimono verde y se hallaba apoyada en la pared mientras tapaba su rostro con un abanico.

>> Uno pensaría que, tras tantos años de pérdidas, ya habrías dejado el juego. - Le dije en tono burlón.

- No eres Sakura. - respondió con desprecio mientras salía de la tienda. La seguimos. - Tiempo sin verte, Pakkun.

- No has cambiado nada, Lady Tsunade. - respondió el perro.

- ¿Qué estás haciendo acá, Naruto? - preguntó Tsunade sin mucho interés mientras caminaba a gran velocidad a través de las calles del pueblo. No era sencillo seguirle el paso sin causar sospecha.

- Oh, es cierto. - Exclamé mientras buscaba en mi bolsa. - Sakura me pidió que le entregara esto. - Dije extendiéndole el frasco de vidrio. Tsunade paró en seco y, antes de que pudiera esquivarla, chocamos. - Uff. - exclamé con alivio mientras sostenía con fuerza el recipiente que se había resbalado de mis manos por unos instantes. - Eso estuvo cerca.

- ¿Por qué no vino ella? - inquirió Lady Tsunade mientras me miraba fija y aterradoramente. De pronto, el ambiente se tornó amenazante.

- Ehh... bueno... esto...- mascullé sin poder formular una explicación lógica que darle a Tsunade ¿Debería decirle que no vino por ir a curar a Sasuke? ¿Que está en el País de las Olas herida y la misión está fracasando? Ehmm... ¿Y qué tal si le digo...? No, eso tampoco. Demonios.

- ¡gr..! - bufó la antigua Hokage con fastidio mientras ponía su mano sobre su rostro. - ¡Esa chica...! No hay de otra, si Sakura no está, parece que necesitaremos la ayuda a esa serpiente. - Pronunció mientras daba la vuelta y continuaba su camino.

La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de SasukeWhere stories live. Discover now