Capítulo 16: Mentiras Liberadas, Corazones Encerrados

1.6K 125 24
                                    

Sasuke

Arranqué mi espada del hombro del sujeto, y hubo un grito de respuesta. Limpié la sangre del arma en mi capa y observé a Sakura. Estaba en el suelo y un pequeño hilo de sangre escurría por su sien ¿Quién demonios le había hecho eso? Ella no debería estar aquí. Desde nuestra última misión, sabía que esto pasaría. Somos demasiado cercanos, y el estar juntos es escoger entre la Aldea y nuestra familia. Desde un principio, sólo quería que estuviera a salvo. Pero había incumplido su promesa y el verla sólo lograba alimentar una llama que quemaba mi pecho.

- Señor. - escuché a una voz decirme. Era el hombre que había comandado a este montón de fracasados antes que yo, me había cedido su puesto con mucha facilidad. Quizás demasiada. - Lo mejor sería ejecutar a la intrusa. Mandaría un mensaje contundente a la Aldea de la Hoja.

- Será nuestro rehén. - Dije sin apartar mi vista de Sakura, quien me miraba con perplejidad. No lo entendía. - ¡Llévensela! - ordené a un par de ninjas. Hasta que no encontrara una manera de sacarla de aquí, lo mejor sería que no estuviera al alcance de ninguno de estos tipos.

- Pero señor...

- ¡Silencio! - grité. - ¡Ella es...! Ella es una ninja médico de la Hoja. Puede ser de utilidad en el campo de batalla.

- Lamentablemente, no tenemos celdas disponibles ahora. - explicó el sujeto de antes. - No solemos dejar con vida a nuestros enemigos, así que el calabozo ha sido abandonado hace tiempo. La chica podría escapar con facilidad.

- ¿Qué acaso no escuchaste lo que dije? - Musité con gran enojo mientras tomaba camisa del hombre, y pude ver en sus ojos un auténtico terror que no había saboreado en mucho tiempo.

- Detente. - escuché susurrar a Sakura. - Haré lo que dicen.

Ante mi duda, el tipo aprovechó la oportunidad y escapó de mi agarre. Y pude sentir mi cuerpo ardiendo cuando vi a Sakura ser llevada a lo más profundo del calabozo.

Poco antes de la medianoche, descendí a lo más profundo del lugar hasta llegar a las compuertas donde estarían los prisioneros. Había dos guardias custodiando la entrada y me apresuré a derribarlos sin hacer ruido. Luego, atravesé la chirriante puerta y pude ver la luz de la luna atravesando las pequeñas ventanas de cada celda. De repente, vi a Sakura sentada sobre el suelo mientras abrazaba sus rodillas. Abrí la puerta con fuerza y me agaché frente a ella.

- Sasuke. - Dijo y sus ojos color esmeralda brillaron mientras lo decía. Acerqué mi mano a su rostro, y sentí una calidez que creía haber olvidado. Acerqué mi rostro al suyo y, antes de poder evitarlo, nuestras bocas estaban juntas.

- Sakura. - Espeté mientras me separaba con esfuerzo de ella. - No deberías estar aquí.

- Naruto nos contó lo ocurrido. - Pronunció mientras colocaba sus manos sobre mi pecho y empezaba a concentrar un verde Chakra de ellas. De repente, el dolor en mi cuerpo empezó a menguar y mi respiración se hizo más tranquila.

- No era necesario de que vinieras. - Dije con decisión mientras tomaba una de sus muñecas con mi mano y la alejaba. - Sólo te pedí una cosa Sakura, que te quedaras en la Aldea, lo habías prometido.

- Lo sé. - respondió, y en su voz no había arrepentimiento. - Pero no iba a quedarme de brazos cruzados cuando sabía que estabas en peligro.

- ¿Peligro? - respondí enojado. - No me trates como un niño indefenso. Esta es mi misión, así que no te entrometas. Sabía que no confiabas en mí, pero nunca pensé que pensarás en mí como alguien débil.

- Eso no es...- musitó mientras me paraba y me alejaba de ella. - Espera, Sasuke. - Dijo mientras caminaba hacia mí. - Aún no he terminado de...

- No te acerques.

- ¿Por qué tienes que ser tan obstinado, Sasuke? También soy una ninja de la Aldea de la Hoja y estoy plenamente capacitada para realizar esta clase de misiones. No necesito que le digas a Kakashi- sensei que me ponga una niñera y me mantenga encerrada dentro de la ciudad como una niña pequeña.

- Aún no lo entiendes...- Y pude ver una triste expresión formándose en su rostro. - Aún ahora, crees que intente retenerte en la Aldea por mero capricho cuando, en realidad, es porque es malditamente difícil cumplir con mi deber contigo a mi lado. Le hice saber a Kakashi que, si tuviera que elegir entre tú y la Aldea, te escogería sin importar las consecuencias. Por eso accedió a ayudarme.

- Yo... no lo sabía...

- ¿Cómo ibas a poder saberlo?- repliqué con enojo mientras me acercaba a ella.- Tú sólo juegas a espiarme con Naruto y a perseguirme por las Aldeas a pesar de que te pedí, claramente, que no lo hicieras ¿Sabes que vi en tus ojos cuando nos encontramos hoy?- pronuncié mientras arrinconaba a Sakura contra la pared de piedra y mi brazo al lado de su cabeza.- Vi miedo... dudaste si había traicionado a la Aldea, a Naruto, si te había abandonado a Sarada y a ti. Dime si me equivoco. - Y pude ver como lágrimas de frustración empezaban a caer de sus ojos.

- ¿Qué esperas que haga Sasuke? No puedo ser indiferente al hecho de que fuiste herido por el mismo veneno que mató a un ninja en mis propios brazos, que golpeaste a Naruto sin razón aparente, no resisto la idea de dejarte luchar sólo con tu pasado, ya no puedo hacer eso... un matrimonio se trata acerca de la confianza... pero tú nunca me dices nada, quieres cargar con todo tu solo. Déjame ayudarte, somos más fuertes cuando estamos juntos. - Tonta... ¿Entonces por qué me siento más débil cuando estamos cerca?

- Vete de acá, Sakura. - musité con determinación. - No puedo trabajar con una persona que no confía en mí como ninja ni como persona.

- No voy a dejarte morir, Sasuke...- susurró. - Prefiero que me odies a permitir eso.

- Pero yo prefiero morir dignamente, a seguir con esta farsa. Dijiste que un matrimonio se trata acerca de confianza... ¿Entonces qué es esto, Sakura? - Y pude sentir como el corazón de Sakura se quebraba en ese instante, quizás había ido demasiado lejos...

- Lárgate, Sasuke...- susurró mientras me daba la espalda y se envolvía con sus propios brazos. Un gran vacío se anido en mi estómago y ni todo el dolor que había sentido antes se podía comparar con el que sentía ahora viéndola a ella.

- Los guardias tardarán un par de horas en despertar, utiliza este tiempo para escapar. - Terminé de decir mientras salía de la celda y caminaba hasta llegar a la puerta.

Subí las frías escaleras en aquella noche mientras un sólo pensamiento rebotaba en mi mente una y otra vez:

Sakura y yo nunca debimos haber vuelto a la Aldea de la Hoja.

La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de SasukeWhere stories live. Discover now