La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de Sasuke

Capítulo 18: Inalcanzable

Sakura

Una tras otra, caían rítmicamente las gotas de agua en la celda de la prisión. Mis piernas estaban adormecidas del frío del suelo y frotaba mis manos para intentar conservar un poco de calor. Blip, Blip, Blip, era el único sonido que se escuchaba y, en pocas ocasiones, me había sentido tan sola como lo hacía ahora. << ¿Entonces qué es esto?>> me había preguntado Sasuke y, aunque siempre creí tener la respuesta, me daba cuenta de que no la sabía ¿Qué significaba la familia... el matrimonio? ¿Qué representaba el Clan Uchiha?

Observé la puerta de mi celda y estaba abierta, tal como la había dejado Sasuke. Y, si era cierto lo que había dicho, los guardias de afuera no despertarían hasta unas horas más tarde. Era mi oportunidad de escapar ¿Por qué entonces no podía moverme? Sabía lo que Sasuke quería, pero también lo que necesitaba. Y era muy doloroso tomar una decisión cuando sabía que esta podría implicar nunca volver a abrazarle de nuevo o escucharle decir que me ama. Saqué de mi cartera una bolsa de tela llena de agua y, al hacerlo, un pequeño papel cayó al suelo. Lo abrí, y noté que era la carta que había dejado uno de los ninjas a los que no pude salvar:

Kyoko,

Si estás leyendo esto, probablemente siga en la tarea de encontrar a Hirosama- sama para traerlo de vuelta al grupo. Estoy emocionado de verlo, después de todo, gracias a él te pude conocer y quería que estuviera presente el día de nuestra boda. Pienso que deberíamos dejar la banda y vivir en una casa junto al mar, justo como lo habías soñado cuando eras pequeña. Últimamente, hasta nuestros propios amigos se sienten como completos extraños ¿Lo has notado tú también? Bah, creo que, simplemente, estoy hablando de más. Espero con ansías el momento en el que nos volvamos a ver, aunque, si soy sincero, me cuesta sentirme solo. A miles de millas de distancia puedo sentir cuando piensas en mí y recordar el sabor de tus mejores platillos. Como si fuéramos uno sólo.

Espérame,

Yuki

Blip, Blip, Blip... empecé a escuchar de nuevo. Pero, esta vez, eran mis propias lágrimas chocando con el suelo. No me sentía capaz de apartar mis ojos de la carta, y mi respiración era pesada. Esta persona... sus decisiones lo hicieron morir antes de poder casarse con la persona que amaba. Pero, incluso separados, él nunca temió ni dudó. Porque en su corazón se hallaba el recuerdo de algo mucho más poderoso. Mi pecho dolió y la revelación que cruzaba por mi mente luchaba contra todo lo que había creído hasta el momento. A diferencia de Yuki y Kyoko, Sasuke y yo teníamos una oportunidad, no estábamos lejos ¿Por qué entonces nuestros corazones parecían estarlo?

En el fondo de mi corazón siempre temí que para Sasuke el tener un hogar fuera una carga o tarea. Por eso siempre me asustaba el pensar que nunca volviera, que se cansara de vivir una vida ordinaria. Esa era la razón por la cual no confiaba en que volviera y lo seguía con tanta determinación, aunque hubiera querido excusarlo con otras razones... Yo me equivoqué. Para Sasuke, su hogar es un lugar que necesita proteger a toca costa, incluso, cuando esto implique irse y arriesgarse en peligrosas misiones solo. Podría morir protegiéndonos a Sarada y a mí, sin entender que nunca podríamos llamar 'hogar' a un lugar en el que él no esté. Su vida era tan valiosa como la de cada una de nosotras, y quisiera que se sintiera parte de ello; que cuando volviera a casa sintiera que todo tenía sentido porque todos éramos uno solo. Él nunca más estaría solo.

Me paré de un golpe, y mi brazo dolió en respuesta. Parecía que aún no sanaba. Tomé la venda y lentamente la desenvolví, como esperaba, la herida no había cerrado. Y el dolor se propagaba lentamente desde allí. Agité mi cabeza y sonreí, no era momento de pensar en ello. Tenía que encontrar a Sasuke y hacerle saber lo que sentía. Porque a pesar de que me intentara alejar yo lucharía por él, por nosotros... porque eso es lo que haces cuando amas a alguien.