Capítulo 21: Un Nuevo Amanecer

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Sakura

Caí de bruces en la habitación de Sasuke debido a la prisa que llevaba y la poca energía que tenía para responder a ella. Como lo esperaba, había tardado demasiado para ir a "recoger hierbas" así que los centinelas pensaron que había escapado. Al llegar a la entrada del cuartel de piedra, ya había algunas personas buscándome y, aunque les mostré el tubo con el antídoto, no pude explicar el por qué estaba sola. Si Sasuke no despertaba no duraría mucho más tiempo en aquel lugar. Me levanté con esfuerzo y pude notar cómo mi cuerpo se veía afectado por las 48 horas sin dormir y el gasto constante de Chakra. Sólo un poco más Sakura, tienes que resistir.

- Él no despertará hasta mañana. - Les dije a los guardias mientras caminaba a Sasuke. - Por favor no vuelvan hasta ese momento. - No respondieron, pero escuché la puerta cerrarse detrás de ellos.

Saqué la botella de cristal de mi bolso y destapé la tapa, mientras rezaba brevemente para que funcionara. Con esfuerzo, levanté la cabeza y parte del torso de Sasuke y me acomodé detrás de él para que su pecho dejara de estar en posición horizontal y le fuera más fácil beber el líquido. Lentamente, acerqué el tubo a la boca de Sasuke y deposité la mitad del contenido de la botella en su cuerpo. Debido a que Sasuke no había ingerido líquido en los últimos dos días, su cuerpo podría rechazarlo por reflejo. Y quería ser cuidadosa para no malgastar ni una sola gota del antídoto. Su cuerpo no resistiría esperar por más tiempo.

Sasuke bebió la infusión, pero no hubo reacción inmediata en su organismo. Guardé la botella con el resto del antídoto en mi mochila y comencé a dormitar involuntariamente con la espalda de Sasuke apoyada en mi pecho. Sacudí mi cabeza en varias ocasiones y le di pequeños golpecitos a mis cachetes, pero era inútil. De pronto, violentos tosidos de Sasuke captaron mi atención. Con suavidad, me paré al lado de la cama y dejé su cabeza sobre la única almohada que había. Posé mi mano en su frente y esta ardía. Observé sus labios, estaban secos. Empezó a mascullar algo, pero me era imposible identificar qué decía. De pronto, comenzó a moverse con ímpetu en la cama y lo inmovilicé con mi cuerpo. Agua, necesitaba agua.

Acerqué la boquilla de una bolsa de agua a su boca y le ayudé a tomar el líquido. Esta vez, la bebió por sí mismo e ingirió la mayor parte del contenido. Finalmente, pareció balbucear algo más y se volvió a quedar dormido. Acerqué un pequeño banco de madera al lado de su cama y tomé su mano. Al hacerlo, observé una larga, pero casi imperceptible línea blanca que había en mi palma derecha. Y recordé la segunda noche que pasé con Sasuke. Todavía nos encontrábamos en la Aldea Escondida entre la Arena ayudando a los heridos de los ataques de lo que llamaba el Ejercito Blanco. Y, mientras cerraba los ojos y perdía contra mi fuerza de voluntad, empecé a rememorar cada instante de aquel crepúsculo. Pues, ningún sueño podría llegar a equiparar lo que pasó ese día.

- Ten. - Dijo Sasuke mientras ponía sobre mis hombros su pesada capa negra. Las noches en el desierto eran especialmente frías y mi cuerpo no podía dejar de temblar en respuesta. Intentaba sonreír y fingir que no me importaba, pero Sasuke siempre parecía ver a través de mí.

- Gracias...- respondí mientras tomaba la prenda con mi mano izquierda y me envolvía aún más en ella. Aspiré el aroma de Sasuke de la prenda y me avergoncé un poco al hacerlo. Olía muy bien y me hacía sentir protegida. Sonreí ante mis propias tonterías mientras me sentía sonrojar un poco. De repente, mi pie chocó con una roca y me sentí caer al suelo.

- Oye...- Dijo Sasuke sosteniéndome. Abrí mis ojos, su rostro estaba muy cerca al mío y mis manos apretaban su camisón blanco. Mi cara ardía, pero el punzante dolor de mi mano derecha me despertó. Había olvidado que no debía usarla.

- Agh...- susurré mientras la sacudía y la abría y cerraba. Había una pequeña quemadura sobre su palma y, aunque era menor, no había dejado de arder. Sabía que era un poco irresponsable el haberla dejado sin atender en todo el día, pero esperaba hacerlo al llegar a casa.

La Última Misión del Clan Uchiha: La despedida de SasukeWhere stories live. Discover now