•CONTRATO• | Taejin| *Cancelado*

Capítulo 2

SeokJin vestía un elegante traje blanco que demostraba alto rango entre los magos, su pañoleta granate daba a conocer que era diestro en todas las ramas del estudio de la magia, un verdadero prodigio y de los más fuertes, también era el más joven en conseguir entrar en el consejo por lo que era asignado a salir a terreno para tratar con situaciones problemáticas como la de ahora. En el mundo debía existir balance y que la práctica del uso desmedido de la magia de invocación no era favorable para nadie, los demonios eran astutos, se aprovechaban de cualquier debilidad humana para devorar el alma, todo se hacía a través de un contrato entre las partes, esto le concedía al mago un gran poder pero a un alto precio, los riesgos eran demasiados como la fractura entre dimensiones por lo que estaba prohibido hacer un contrato y Jin lo tenía más que claro pero por supuesto que pretendía inocencia cuando él tenía un pacto con aquel demonio emplumado, era su deber desterrar le al mundo de las sombras pero se excusaba a sí mismo ya que en el tiempo que hizo aquella innovación no sabía las reglas.

Estaban allí en el techo de una fábrica abandonada que daba vista a una gran bodega en frente, había oído sobre rumores de un portal de invocación abierto con el fin de entretener a los espectadores en una pelea entre demonios de bajo nivel pero la magia oscura era inestable y no tardó en volverse contra los invocadores, de seguro un ser superior había cruzado el portal sin ser invitado y por supuesto sin buenas intenciones.

— Puedo oler la sangre... — Pronunció Jin sintiendo la brisa chocar en su rostro y cuerpo removiendo sus ropas.   

— Es hora de entrar! — Gritó su joven compañero tan entusiasmado que parecía ignorar el peligro en todo eso, podían ser devorados, hechizados o cualquier cosa que aquel demonio quisiera.

— Recuerda mantenerte alerta. — Aconsejo Jin para saltar del techo para aterrizar en el piso sobre un luminoso círculo mágico que evitaba que se hiciera daño. Jeon le siguió de cerca para ver cómo Jin abría una se las cortinas de metal, apenas logro subirla y entonces se arrastró para entrar, seok no se arriesgaría a usar magia para abrir la puerta y provocar un estruendo que les delatara.

Estaba oscuro allí dentro, era obvio que ese lugar había sido usado para ilegalidades, había basura además de un hedor fuerte producto de la matanza indiscriminada de las palomas que vivían allí, ese ser oscuro debía alimentarse de ellas mientras recuperaba fuerzas para cazar algo más grande y apetitoso que eran obviamente los humanos.

Dio un paso para sentir una sensación extraña rodearle, se sintió observado pero prosiguió con su camino mirando de reojo al joven muchacho quien caminaban su lado igual de cuidadoso. Ahora estaban en el centro de la bodega donde entraba algo de luz del cielo gracias al agujero sobre sus cabezas, el piso estaba lleno de rastros de dibujos usados para invocar demonios, el aire era pesado por la carga mágica y el hedor a muerte era constante.
— No tienen permitido estar aquí! — Gritó Jin al hacer aparecer su báculo alertando al menor quien se puso en guardia.

— Los humanos nos dejaron entrar, cuál es el problema? — Fue pronunciado por una voz tétrica.

Aquel ser se presentó ante ellos con una túnica roja, su cabeza era la de una cabra blanca con cuernos prominentes, llevaba en sus manos una larga espada negra con la hoja dentada, Jin comprendió que eso iba más allá de un simple ritual de invocación y corroboró aquello cuando vio algo grande acechar entre la sombras, eran dos demonios realmente fuertes.

— Te advierto, rinde te y vuelve a las sombras o tendré que acabar contigo. — Advirtió para dar un ligero golpe en el suelo con su báculo, el agua fluyó para construir dibujos en lo que era un círculo en el suelo.

— Ustedes los magos con su ego son mi comida favorita. — Comento abanicando su espada, Jin frunció el ceño entendiendo lo peligrosa que era, era la clase de espada que desgarraba la carne sin un corte limpio, si esa cosa le agarraba había un gran daño, Jungkook era la clase de aprendiz que combatía cuerpo a cuerpo con los puños y no podía arriesgar su seguridad.