•CONTRATO• | Taejin| *Cancelado*

Capítulo 21

La sensación de vértigo le abordó cuando se encontró con ese humano, ese mago de aspecto juvenil le hizo flaquear, dejó huir a Seokjin gracias a su conflicto interno, no entendía realmente la sensación en su pecho, seguía allí sintiendo un hormigueo sobre su cuerpo.

Ese muchacho olía a cazador pero no era eso por lo que se sentía así, había algo más. Aún quería hacer sufrir a Seokjin y en parte también tenía curiosidad sobre ese muchacho, cambió su apariencia transformándose en un gato calico, salió del departamento para vagar por la ciudad siguiendo el aroma de su víctima.  

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La oscuridad le abrazo cuando la luz azulada que dejó Taehyung se extinguió, la brisa con el perfume ajeno le dio una última probada de él, ese rastro sutil le rompió el corazón, no quería estar solo, se sentía como el niño abandonado en ese mundo basto, nuevamente encerrado en esa gran casa vieja con el aroma a polvo y tinta, entre los estantes de libros y la soledad. Antes de Tae no tenía nada, fue lo que hizo girar su mundo y quien despertó el latido de su corazón cuando este floreció en aquel sentimiento que debía guardar como su secreto. 

Debía salvarlo, ya no iba a detenerse a llorar, no iba a permitir que lo más amado se desvaneciera frente a sus ojos, ya no iba a pretender ser débil, siempre conteniendose por miedo, ya no tenía nada que perder.

Se quedó allí sentado en el suelo con los ojos cerrados en lo que era una meditación silenciosa, sabía que le encontrarían tarde o temprano y era eso justamente lo que esperaba. No paso mucho para escuchar el ruido de pisadas, abrió los ojos para mirar al intruso pero se descolocó al no encontrarse con sus colegas, sino con ese demonio de cabellos rubios. 

— Viniste a verme hundir en mi desgracia? — 

— No tendré suficiente hasta que desaparezcas — 

— Eres molesto! — Vociferó irritado en aquella actitud desafiante. 

— Oh! Parece que conseguiste un par de agallas! — Soltó en burla caminando alrededor como un depredador esperando el momento adecuando para atacar. 

— Tanto dañe tu orgullo para que el remordimiento creciera en ti? — Dijo con seriedad sin despegar la mirada de esas iris. — Ten un poco de dignidad y acepta la derrota, eres patético! — 

Park soltó un gruñido lleno de ira, sus ojos brillaron en un dorado amenazante y precioso. Estaba por atacar pero se detuvo en seco cuando ese muchacho apareció  frente a él, en medio.

— Jungkook!  — Dijo Jin al ser defendido por el menor. 

— Lo siento hyung...— Pronunció JK bastante apenado de como estaban resultando las cosas.

— … — Jin no dijo nada, estaba molesto y hasta dolido.

Jeon jungkook se puso en guardia, materializando sus guantes, Park se asombró y retrocedió un paso, su estómago se revolvió, el dolor de su ala cortada le inundó como si estuviera fresca. La verdad es que el traumático suceso le había hecho olvidar bastante de pasado  por no decir casi todo. Ni siquiera se atrevía a escarbar en su memoria, tenía miedo.

Una imagen llegó a su mente como un recuerdo nítido, un muchacho joven con cabellos oscuros, ojos claros y ropa tradicional para la clase baja de los llamados " Ángeles ", le sonreía de forma amable como si le estimara. Como si se conocieran. 

"Hyung… "

Park volvió a ver al muchacho frente a él, su mirada se suavizó como si su ira se disipara, Seok jin ya no le importó, confundido escapó desapareciendo en un destello de luz que encandiló a los magos. 

— En qué clase de problema te has metido? — Soltó Jeon al romper la guardia para voltearse y buscar la mirada ajena. 

— No confío en ti… — Dijo el mayor para dar unos pasos en el intento de alejarse del que fue su compañero.  

— Namjoon me convenció, no puedo simplemente rechazar la orden de un superior — Se lamentó con mirada triste, había pensado que era lo correcto pero ver a Jin tan decidido y envuelto en una relación con el rey demonio, en un problema complejo, había roto todas las reglas, eso definitivamente no era propio de un mago de élite como Seokjin, debía tener sus razones y quería apoyarle. — Creo que debes tener tus motivos…—. 

— Es por amor. — Soltó de pronto con suavidad, en un tono encantador que arrastraba un sentimiento doloroso.

— El "Contrato" que hiciste, no afectó tu percepción…? — Iba a preguntar pero de topó con la expresión seria del mayor. 

— No estoy bajo los "encantos" de un demonio, él  nunca me haría algo así. — Aclaro. — Necesito que me ayudes… — Pidió convencido de que un poco de ayuda no le vendría mal. 

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Perdón por la demora!