SeokJin es un mago parte de una institución que se encarga de controlar la población de demonios invocados, a pesar de ser uno de los mejores y rectos Jin no es capaz de desterrar al demonio con el que hizo un contrato hace ya bastante tiempo.
Al mi...
Su cuerpo temblaba por completo, los besos ajenos le tenían en trance, se volvió adicto y metía su lengua en la boca de Tae tan desesperado que se volvió torpe, el aire le faltaba pero se sentía demasiado bien para abandonar esos labios. Su camiseta termino arriba de sus pectorales cuando la caricia lenta de esas manos recorrieron su abdomen hasta alcanzar sus pezones, aquel beso fue interrumpido por el jadeo que escapó de sus propios labios cuando Taehyung apretó esas glándulas sin cuidado. Su cuerpo era sensible y no entendía como podía excitarse al punto de sentir sus interiores mojados.
— Duele... — Dijo abriendo ligeramente los ojos al retorcerse de pies a cabeza.
— Lo siento — Se disculpó con esa voz tan profundo que no hizo más que empeorar el estado de SeokJin.
Jin alcanzó las costillas del demonio acariciándole alcanzando esa espalda amplia, sintió el calor a través del plumaje y subió más para alcanzar de donde brotaban esas alas negras, ante su tacto Tae se estremeció soltando una jadeo caliente sobre sus bocas.
— Quiero comerte... — Pronunció en un susurro sobre esos labios gruesos y tan encantadores.
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La respiración del mago era profunda, pesada gracias a la excitación, Tae se alejó un poco contemplando la belleza de ese momento, Jin se mantenía quieto mostrándose dispuesto a más y no dudo en entregarle lo que quería.
Tae le quitó la chaqueta y la arrojó al suelo para luego acomodar a Jin sobre esta, beso su nuca y luego su espalda mientras acariciaba ese trasero masculino por sobre la ropa, esa cintura era encantadora y no tardó en bajar esos pantalones hasta las rodillas, no planeaba desnudarle cuando el clima estaba tan frío.
Sintió un hambre muy distinta, una necesidad que compartía con los humanos y perdió el control cuando metió uno de sus dedos en ese orificio blando, reconoció el lugar donde se había arrastrado antes y presionó con su dígito la carne caliente logrando que un grito se abriera paso en la garganta del humano. — Se siente bien? — Preguntó por mero capricho ya que la presión en sus dedos era una respuesta bastante descarada.
— Sí... — Respondió avergonzado, apretando la chaqueta entre sus dedos mientras mantenía el trasero alzado en ese posición vergonzosa. Se sorprendió cuando sintió algo escurrir por sus muslos, era caliente y apresurado llevo una de sus manos a su trasero, un fluido traslúcido parecido al presemen estaba saliendo de su orificio, era hombre así que no lograba entender cómo había llegado a eso.
— Qué? — Soltó apenas ya que sintió su carne al ser estirada dejando su orificio a merced del de cabellos oscuros.
— Te dije antes que tu cuerpo sufriría cambios físicos y este es uno de ellos... — Aclaro. — Una pequeña glándula justo aquí...— Dijo al presionar la próstata al meter sus dedos nuevamente, no quería ser cruel pero le estaba resultando divertido ver como Jin se retorcía. —
