Capítulo 25

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— No te atrevas a dejarme! — Soltó molesto para agarrar esa flecha de luz entre sus manos, el contacto le quemó de inmediato pero no de detuvo, esas alas se movieron inquietas ante el dolor y aplicó fuerza para sacarla por fin, la soltó y vio la piel de sus manos desecha, ignoró aquello y agarró el libro para buscar la manera de ayudar. — Sólo aguanta un poco más!  — Pidió mientras pasaba las páginas, secando las lágrimas de sus ojos que no le dejaban leer como era debido.   

Sentía que la agonía le ganaría pero se negaba a aceptar que estaba perdido, la sangre brotaba sin control y estaba sobre sus manos mezclandose con la propia. 

Buscó en las páginas manchando la superficie con sus dedos ensangrentados, de repente un brillo le encandiló y terminó cerrando los ojos, el sonido del libro cerrándose con fuerza le sobresaltó, abrió los ojos nuevamente decidido a seguir buscando la forma de sanar a Tae pero aquel libro estaba sellado con alguna especie de hechizo. 

— No! No! — Reclamó intentando abrirlo con todas sus fuerzas, ignorando el dolor de sus heridas y mordió su labio reteniendo un grito. Volvió su atención a Tae buscando su mirada pero estaba con los ojos cerrados, pensó lo peor por un instante y se acercó para sentir el aliento suave salir de entre esos labios, estaba débil y depositó un corto beso en su boca, sintió la humedad de la sangre y el sabor de sus propias lágrimas en sus labios, susurro un hechizo para darle de su energía mágica como la última vez, haría el intento ya que, no sabía cómo sanarlo y los hechizos de sanación que aprendió no aplicaban a la naturaleza de los demonios. — Lo siento...— Pronunció mientras hacía presión sobre la herida y posaba los labios en los ajenos. 

Su nivel mágico disminuyó a medida que su energía era drenada al cuerpo de Tae, se sintió algo débil pero logró sentir el ligero estremecer del cuerpo bajo si, estaba funcionando aún así la herida no parecía mejorar, el balance entre la energía oscura se rompió y el dolor volvió. Un gemido le obligó a separarse para ver los ojos brillantes y azules de su amado, sonrió dolido pero aliviado. 

— Taehyung… — Le llamó apoyando su mejilla en el rostro ajeno, sintió la humedad en sus piernas y se despegó viendo agua subir del piso, era brillante tibia, era una especie de hechizo o algo pero desconocía su origen. — Qué es…? — Alcanzó a pronunciar para notar a Tae levantarse para sentarse en la cama con él en los brazos. — No te muevas! — Pidió por la gravedad de sus heridas pero al buscar esa mirada notó un sentimientos extraño, fue como ver a los ojos de un depredador hambriento y por primera vez sintió temor. 

— … — El silencio de su amado quien le miraba como si no le reconociera le confirmó que estaba por completo entregado a sus instintos, sin racionalidad o sentimientos por él.  

— Detente… — Pronunció en agonía cuando esas manos que le habían tocado con suavidad antaño se volvían garras y le sintió entrar en su cuerpo atravezandole de una forma para nada física, escarbando en su ser en busca de algo. 

El agua subió aún más y se teñía de rojo por la sangre ajena, apenas lograba mantenerse consciente gracias a la sensación de esas manos rasgando su espíritu, contempló esas alas levantarse al batir un poco provocando que el agua se agitara, sus manos se mojaron y sintió sus heridas dejar de doler.

Era una especie de fuente de la vida y antes de reaccionar gimió casi en éxtasis cuando su alma fue tocada para salir de su cuerpo entre esas garras, el brillo se reflejó en sus propios ojos, sostuvo esas manos que cogian su alma entre ellas con cuidado, estaba por ser devorado. 

— No lo hagas… — Pidió muy cerca de esos labios mirándole directamente, no lo culpaba, sabía que ese era el instinto de supervivencia de un demonio moribundo, alimentarse era su prioridad ahora y sin pensarlo se abalanzó sobre el ser alado, su peso le hizo caer de espaldas y se sumergieron en el agua. 

Sujetaba esas manos con su posesión más preciada, su cuerpo flotaba a diferencia del ajeno, Tae le miraba hundido contra esa cama como si fuera de roca, contenía la respiración contemplando el brillo de su alma cambiar a rojo, sintió un oleada de dolor, su cuerpo volvía a cambiar gracias a la energía oscura creciendo en él producto de su maldición. 

Se sumergió más cuando el demonio atrajo sus propias manos a su boca, Seokjin simplemente se quedó inmóvil viendo como su alma sería devorada, ser consumido por Taehyung era algo que había imaginado más de una vez en el pasado, lo que mantuvo presente cuando se enamoró de él. Una calidez lleno todo su ser, su cuerpo tembló ligeramente como el escalofrío que recorre su piel cuando su cuello era besado. 

Taehyung volvió que sus sentidos para sentir ese calor suavecito entre sus manos, esa era la segunda vez que tomaba el alma de Seokjin y como la primera vez no se atrevió a comerla aún si su instinto le gritaba por probar ese manjar, el alma que más apetitosa le resultaba y al mismo tiempo la que nunca se atrevería a engullir. Acercó sus labios para besarla y absorbió esa capa rojiza que comenzaba a recubrirla, borró la maldición y volvió la vista a su Jin, sonrió satisfecho al verle con los cabellos flotando en eso que parecía agua y los cachetes inflados. 

— Ven aquí! — Pronunció sin problemas, Jin soltó las manos ajenas y Tae le alcanzó con uno de sus brazos mientras sujetaba es luz en la otra, cuando le tuvo lo suficiente cerca le devolvió su esencia al presionarla contra su pecho. — Respira! — Dijo abrazando al mago para evitar que flotara lejos de él, debía quedarse allí un largo tiempo por la gravedad de sus heridas. 

— Ah! Es extraño… — Habló luego de un tomar una gran bocanada.

— Te amo Jin, me salvaste… — 

— Yo no pude hacer nada. — Soltó refugiado su rostro entre el cuello ajeno. Abrazándose que él aliviado y feliz por no haberle perdido. 

— Me salvaste de esta eternidad sin amor, sé que no estarás para siempre pero voy a atesorar hasta el último instante de tu vida...— Comenzó a decir apretando ese cuerpo de forma ligera, amando el calor de ese hombre entre sus brazos.— Te buscaré en tu siguiente vida y volveré a amarte, aún si me olvidas te traeré de vuelta. — su voz tembló al final cuando su garganta ardió al igual que sus ojos y las lágrimas brotaron de sus ojos para flotar hacía la superficie como si se tratara de burbujas de aire.

— No llores — Pidió sintiendo el dolor en su pecho al imaginar el día en que su vida terminara y tuviera que despedirse para dejar a Taehyung solo por quien sabe cuanto tiempo, esa era una promesa hermosa, un demonio le ofrecía amor eterno y él estaba completamente encantado, bajo los encantos de su amado y entregado por completo que ese amor que era mutuo y genuino.— Prometo que me volveré a enamorar de ti, solo debes buscarme. — Agregó para despegarse un poco y juntar su frente con la ajena, una sonrisa dolorosa se formó en sus labios y besó esa boca con amor.


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Gracias por leer!❤

•CONTRATO• | Taejin| *Cancelado*Where stories live. Discover now