Capítulo 20

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Sintió su carne a punto de abrirse en su espalda, tenía miedo y ese dolor insoportable le estaba consumiendo, Taehyung debía estar vivo y lo sabía, aún cuando el contrato se rompió ellos seguían unidos el uno al otro en lo que intuyó era una maldición.

- Jin hyung! - Le llamó Jungkook asustado acercándose en un intento de socorrerle pero Jin le apartó.

- No me toques - Pronuncio con voz temblorosa y una mirada fría.

Su cuerpo se sintió caliente al mismo tiempo que el dolor se esparcía por sus extremidades desde su pecho, el desgarre de su carne le dejó sin aliento y no era capaz de alejar su mente de tal agonía. La mirada del mago de ojos celestes le encontró y vio ese rostro estoico como si todo su sufrimiento no mereciera empatía alguna.

Namjoon observaba en silencio como ese mago le miraba directamente, esos ojos oscuros eran ahora de un tímido y nublado violeta muy sutil, sus pupilas habían cambiado y eran ahora un brillante destello que caracterizaba a los demonios. No le fue difícil deducir que su corazón estaba consumiéndose por la magia oscura de esa maldición, si Seok Jin seguía así perderia la humanidad.

- Seokjin... - Hablo Nam al detener el auto con la intención de sellar esa maldición nuevamente, paso su mano atraves de los asientos en un intento se alcanzar al mago de élite pero al tocarle se quebró como el vidrio para desaparecer en un destello de luz. - Debemos encontrarlo! - Gritó al dar la orden a sus compañeros.

Escapó con habilidad, sus piernas temblaban al correr por la calle ignorando la incomodidad del semen escurriendo de su trasero, todo era terrible, su mundo se caía a pedazos sin la persona que amaba pero no se rendiría tan fácil. Ese demonio absorbió demasiada energía y su último hechizo agotó sus reservas, tan inútil como siempre, era en verdad patético.

Se escabulló dentro de un almacén abandonado, sabía que en esa área no vivían demasiadas personas al ser un barrio industrial, la estructura estaba en mal estado pero era un buen lugar para esconderse un rato. Soltó un suspiro pesado que dio paso a su respiración agitada por el esfuerzo, tuvo un momento de paz hasta que terminó de rodillas la producto del dolor latente.

- Qué pasa conmigo? - Se preguntó a si mismo ya abrumado, algo intentaba atravesar su piel en el área superior se su espalda, apretó esa joya en su mano como lo más preciado. El dolor disminuyó y entonces dirigió la mirada a un costado al percibir un destello, se sobresaltó al reconocer su propio reflejo en un vidrio roto, sus ojos habían cambiado.

Estaba en graves problemas, no sabía que hacer para detener los cambios físicos que experimentaba, con Tae eso nunca ocurrió y aún cuando tuvieron sexo y absorbió energía oscura jamás presentó esos problemas, esa maldición le estaba consumiendo. Necesitaba ir con Taehyung, sabía que el le ayudaría y era obvio que no podría confiar en nadie más, aún si les explicaba a sus compañeros la naturaleza dócil del de ojos azules no le creerían, dirían que estaba bajo un hechizo y que había perdido la cabeza.

Dibujo un círculo de invocación en el sucio suelo, recordaba a la perfección cada símbolo, cada demonio poseía su propio sello, el de Taehyung era el único que alguna vez recreó. Mordió la piel de su dedo haciéndole sangrar y dejó la sangre fluir para terminar esa invocación con unas palabras en una lengua antigua.

Una ráfaga de viento sacudió su cabello y ropa, esta vez no cerró los ojos y se quedó allí de rodillas contemplando el brillo azulado del círculo de invocación, Taehyung apareció frente a sus ojos, su cabello era claro y podía sentir la energía debilitada de este.

- Taehyung! - Le llamó en un grito para levantarse y así aferrarse a ese demonio en un abrazo firme.

- No pude protegerte... - Pronuncio al abrazar ese cuerpo, absorbiendo ese aroma que le retorcía el corazón, amaba a ese chico, el rey del infierno sucumbió por completo ante un humano, estaba feliz al comprender que su Jin recuperó los recuerdos. Sin embargo su felicidad se vio opacada por un aroma ajeno, el olor persistente del sexo sobre esa piel le lleno de un sentimiento amargo. - Ese bastardo! - Gritó con ira, reconocería la esencia de Park donde fuera, después de todo conocía el sabor de la piel ajena.

•CONTRATO• | Taejin| *Cancelado*Where stories live. Discover now