•CONTRATO• | Taejin| *Cancelado*

Capítulo 17

Su corazón dolía en un sentimiento que no entendía, ese demonio estaba tan cerca que podía oler su esencia, el aroma le resultó familiar y hasta llamativo, como un flor dulce. La suavidad de esos cabellos rozando la piel sensible de su cuello y mejillas era agradable; creció en él el anhelo de abrazar a ese ser pero se negaba aquel placer de su cuerpo cuando su mente estaba tan nítida respecto a la naturaleza de esos monstruos. Definitivamente no iba a dejarse seducir por ese ser y aún con el rostro empapado en lágrimas, luciendo tan emocional le empujó con fuerza.

— Qué haces? — Grito aún en el piso viendo como el demonio que cayó de costado por el empuje se levantaba con una expresión seria.

— ... —Taehyung permaneció en silencio viendo como su chico le miraba de una forma que nunca antes recibió de él, miedo y desprecio era lo que veía atraves de esos ojos que antes le transmitían amor. — Qué sucedió contigo? — Preguntó más para si mismo aún digiriendo el despues que le dolía tanto. —En cuerpo y alma... — Pronuncio para besar su propia mano viendo con una expresión herida al mago de cabellos castaños.

Un ligero cosquilleo en su mano le sorprendió y entonces Jin observo su dedo notando el anillo brillante que hacía juego con el arete ajeno, esa piedra de un azul profundo era hermosa pero al mismo tiempo la prueba de una condena peor que la muerte.

— Qué? — Pronuncio con la voz quebrada.

— Olvidaste nuestro acuerdo? —

—Cierra la boca! — Gritó temblando, no quería creer nada de eso y mucho menos que estaba relacionado con un demonio por medio de un contrato, le puso un precio a su alma. La idea de que eso fuese solo un truco llego a su mente para darle un poco de alivio, no conocía a ese sujeto y nunca en su vida haría un contrato.

— No me mires como si no me conocieras! — Grito para avanzar dispuesto a tomar las mejillas del humano entre sus manos pero Jin volvió a rechazarlo para alejarse.

—Ya deja de hablar! — Soltó sobrepasado por sus emociones, le dolía oír la voz ajena quebrarse y esos ojos entristecidos le rompían el corazón. — Solo me llenas de mentiras! — Le gritó para sostener el anillo dispuesto a quitarlo, quería terminar con esa farsa y lo tiró con fuerza.

— Jin! — Le llamó alarmado para ver como esa joya era desprendida, su pecho ardió en una ola de dolor que le obligó a arrodillarse. Su mirada borrosa busco a Seokjin quien al igual que él estaba en el piso apenas sosteniéndose con una de sus manos, temblando. La energía oscura del contrato al romperse destruyó el anillo y esa bola de fuego azul impactó el pecho del mago quien cayó inconsciente. — Seokjin... — Pronuncio apenas, su energía era drenada en un intento de resguardar su corazón de las consecuencias degenerativas del rompimiento.

Nisiquiera podía moverse para socorrer a su Jin, en silencio ahogándose en su dolor comprendió que ese hombre le había olvidado por completo, el humano que le amaba quedó vacío, sin un solo recuerdo de su tiempo juntos. Conocía pocos demonios con esa clase de habilidad y uno de ellos era aquel hombre de ojos dorados y piel pálida, no se lo perdonaría, nadie además de él podría ponerle un dedos encima a Jin y el que se atreviera lo pagaría.

En su colera creciente sin lograr más que observar como las plumas de sus alas perdían el brillo y como los mechones que caían sobre su frente y parte de sus ojos se volvían de un color claro se lleno de remordimiento. Ya no tenía las fuerzas para permanecer en el mundo humano y su cuerpo comenzaba a desvanecerse, pequeños trozos brillantes como cenizas se desprendían de su piel y con sus sentidos adormilados por el desgaste no noto aquello que se aproximaba a toda velocidad para impactar su derecho, unos centímetros más y esa flecha de luz hubiera atravesado su corazón.