Trez

Capítulo 7

Sten estaba a punto de besar a Trez cuando Killian les interrumpió con su tono jovial, y en ese momento le odió, le odió más que cuando le pilló mirando a Trez.

Pero miró al rededor, y todos sus alumnos estaban allí, los de la excavación también, todos excitados ante el hallazgo.

El único que le miraba directamente a él era Samuel, y en su cara había sorpresa, muchísima sorpresa. Que mutó a una mueca jocosa en menos de lo que cayó el siguiente rayo.

Volvió a mirar a Trez, él estaba hablando de nuevo con Killian, sin mirar a Sten pero sin llegar a prestarle del todo atención al director de la excavación.

"Casi le beso, Dios", pensó Sten superado.

No era ni el mejor lugar ni el mejor momento, aunque internamente sintió que no había mejor lugar ni mejor momento.

Trez le estaba jodiendo la autodeterminación, que la tenía muy grande y muy dura. Y no dejaba de imaginar cómo le besaría, pero tenía que pasar al siguiente tema. La excavación y la estela.

Menudo hallazgo, eso iba a cambiar muchas cosas, estaba haciendo cálculos en su mente.

Tenía que hablar con Brian, el director de la facultad, debía ir a Noruega. Quería ver las estelas similares a esa.

Pero lo que más quería ahora era llevarse a Trez de allí, pero no podía.

Lo que sí podía era apartarlo de Killian, que parecía encantado con su ratón.

Killian, Samuel y Sten se separaron del resto andando en bloque, pero los ojos del rubio no podían apartarse de Trez.

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Trez estaba sorprendido, por el hallazgo, por Braadsson, porque casi se habían vuelto a besar. Y porque quería que lo hiciera.

El director de la excavación le resultó bastante simpático, él solía sentirse un poco en desventaja con esos tipos. Los que se llenaban las manos de barro, porque Trez se sabía un mero académico que no sabría ni por dónde empezar a meter la pala. Pero Killian no parecía tener esos prejuicios con los que se había topando a veces.

Le dijo antes de dejar la excavación que él y el resto iban a ir a tomar unas pintas a un pub cercano, y que si él quería acompañarles.

Miró a Baardsson, y le estaba mirando, no debería ir, no era buena idea. Pero asintió realmente rápido, y se alegró de que tanto Mary como Oliver también fueran, al menos tenía grupo.

Todos estaban muy contentos, sus compañeros de grupo no paraban de felicitarle, y la verdad, Trez estaba como subido en una nube cuando llegaron todos al pub.

Pero Braadsson y su colega no habían llegado y por una parte casi lo prefería, la otra, la sufridora, la que quería que el vikingo le besara se decepcionó profundamente. Bebió una pinta para bajar esa tonta sensación.

Mejor así, se repetía una y otra vez.

Después de un par de horas Trez se dio cuenta de varias cosas:

Los arqueólogos eran una panda de borrachos divertidísimos, con un aguante importante.

Y que Killian McDougall quería follárselo.

Las dos le parecieron divertidas, y aunque no era muy de rollos de una noche, hacía no mucho abrió la veda. Y por qué no, era guapo, divertido y había encontrado su estela funeraria.

Quizás llevaba más alcohol de la cuenta en su cuerpo, quizás.

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