Capítulo 21

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Samuel había tratado de hacer justo lo que le había dicho Sten que hiciera, no meterse en problemas. Pero aún no salía de su asombro, Hugh, cuando este le había esquivado la mirada le había dejado claro que había dado en el clavo.

¿Pero no era algo exagerado ser un auténtico grano en el culo por ese motivo? Al menos, en su composición del mundo sí, en la Hugh estaba claro que no.

No iba a negar que cambiaba de amante como el que cambia de camisa, incluso algunas veces se ponía dos o tres camisas a la vez. Desde luego era el peor sujeto para irse uno a enamorar, pero quizás no hubiera ido más allá de un encaprichamiento juvenil.
Uno de sus mayores defectos, ya que ser un promiscuo como algunos le llamaban no lo consideraba un defecto, sino más bien una habilidad. Era la curiosidad, una vez el aguijón de esta le picaba en el culo, era complicado que no acabara metiendo la nariz allí, la nariz o lo que se terciara.

Y es que había comenzado a mirarlo con otros ojos, no podía evitar darse cuenta de que los atributos de Hugh no eran nada desagradables, su cara de ajo quizás, pero cuando estaba relajado, cuando sonreía, que él le había visto hacerlo al tipo aquel en el pub; tampoco estaba nada mal.

La discreción tampoco era su fuerte, sus ojos vagaban por el culo del conservador cada vez que tenían ocasión, y este ya le había pillado más de una vez, de hecho, pensaba que le había pillado en todas.
Ahora conocía una nueva expresión de asco en él, toda una caja de sorpresas, pero el leve rastro de vergüenza le estaba tentando demasiado a darse un chapuzón.

Sabía que no debía meterse en esas aguas, pero la tentación era tan grande que sabía de antemano que no iba a poder resistirse.

¿Las consecuencias? Esas siempre acababan llegando, y él era un experto en esquivarlas, o darse un buen golpe contra ellas.

En cualquier caso, ¿podrían tener una relación peor que la actual después?

Lo dudaba.







El congreso estaba yendo mejor de lo que imaginaba, debía reconocer que Samuel tenía talento para muchas cosas, y una de ellas eran las relaciones públicas, había conseguido que los mejores en cada campo acudieran allí. Y además, había reclutado a un número importante de voluntarios que se estaban encargando de que todo allí fuera rodado.

Sten saludó a sus colegas, escuchó algunas de las conferencias y participó de otras. No es que él fuera un trol de las cavernas, pero al lado de Samuel cualquiera parecía un asocial.

Solo había una cosa que no estaba saliendo según su gusto, Trez.

Sí, estaba allí. Sí, colaboraba. Pero se mantenía lo más alejado de él que podía. Se había propuesto no atosigarle, ser paciente. Pero tenía que haber un mínimo de interacción, y esta no se estaba dando.

También había otro problema, y con este tenía sentimientos encontrados, Killian. No eran amigos, más bien colegas. Pero había algo poco ético en querer quitarle el novio a un colega, en cualquier caso.

En su defensa diría que él estaba antes, que había algo a medias, que merecían una segunda oportunidad. Pero por un momento se puso en el otro lado, y algo le chirriaba.

Entendió el punto que Trez le dio cuando nombró a su pareja, que su relación hubiera fracasado no significaba que la de ellos también tuviera que hacerlo. Sin embargo, era incapaz de no desear a Trez de vuelta.
No era lo más ético, pero por una vez saltó por encima de sus principios, estos con Trez estaban resultando insuficientes. Ya los saltó al involucrarse con él en el pasado, incapaz de retener lo que estaba dispuesto a tener con un alumno, con un hombre.

Verlo de lejos, sonreír ante su cara de ratoncillo tomando apuntes, era todo lo que iba a hacer de momento, pero no negaba que estaba deseando que el verano llegara y tenerlo dos meses con él en una excavación hasta el cuello de barro y sin Killian.









Trez estaba finalmente disfrutando de aquel congreso, al inicio se le había hecho complicado prestar atención. La última conversación que había tenido con Killian había sido complicada.

Se había equivocado en cuanto sentía el arqueólogo por él, se había equivocado en que aquella ruptura iba a ser menos dolorosa que en el caso de estar enamorado.

TrezWhere stories live. Discover now