Capítulo 11.

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En el pasillo del consultorio miro a mi alrededor, para ver con quién podría entablar una amistad.

También necesito mi espacio, no todo es ser madre y ocuparme de los afanes del día, también debo  de darme mi tiempo, mi espacio. Mi secretaria me observa con el entrecejo fruncido.

ㅡ¿Se encuentra bien? ㅡ pregunta. Es una chica joven de unos diecinueve años no pasa. Lo tengo. Ella será mi nueva amiga

ㅡ¿Quieres almorzar conmigo? ㅡ le lanzó otra pregunta.

Duro varios segundos pensando ㅡEstá bien-- acepta con una sonrisa genuina ㅡ pero, ¿Se encuentra usted bien? ㅡ vuelve a preguntar.

ㅡ Si, no hay nada de que preocuparse, te veo al rato y nada de formalismo, no soy señora puedes decirme mi nombre de pila.

ㅡDe acuerdo ㅡ contesta sonriente. A simple vista se ve una chica alegre y tranquila.

Cuánto pacientes pasaron a consulta antes del almuerzo, cada uno se expresaba cómo quería que fuera su dieta y pues yo dependiendo de cómo entendía les ponía sus recetarios y formas adecuadas. Muchos me dan la bendición al terminar con su proceso, que si en cualquier momento fallan vuelven a mí me expresan muchos.

Abro un cajón de mi escritorio del lado izquierdo, de inmediato hay un marco con una foto de kelvin abrazado a mi, cuánto daría por regresar el tiempo para que sus brazos no se aparten de mi, ni Luck ni nadie podrá reemplazar a Kelvin Guzmán.

Saco el recetario, inspiró hondo y vuelvo a conversar con el paciente amenamente pero mi corazón en estos momentos está hecho añicos al ver esta foto.

Después de haber despedido al paciente. Tomo mi cartera y me dirijo hacia el pasillo para reencontrarme con mi secretaria.

ㅡ ¿Lista? ㅡ pregunto alegre.

ㅡ Si ㅡ toma sus pertenencias y se coloca a mi lado.

La llevaré a uno de mis lugares favoritos de la zona, la comida es sumamente deliciosa y el ambiente sumamente tranquilo solo faltaría una hermosa cama y listo sería el lugar indicado para mí.

Al momento de llegar una señora morena nos dice el menú del día o si queremos otra cosa.

ㅡ ¿Que tal todo? ㅡ pregunto leyendo el menudo, para luego dirigir mi mirada alegre para la chica.

ㅡDoc... Digo Tiffany todo va bien me he inscrito en la universidad, estudiaré odontología.ㅡdice ella con un atisbo de orgullo en sus ojos, en su voz suena un poco nerviosa.

ㅡ Me alegro, Katherine ¡vaya! Es una buena carrera ㅡ hasta ahora me acordé del nombre de la chica, menuda vergüenza pasaría si no supiera cual es el nombre de mi secretaria. Llevo casi dos años con ella y se me ha olvidado.

ㅡSi, cuénteme de usted ㅡPregunta.

ㅡ  Pues, retomando mi ritmo recuerdas que hace varios meses la tenía muy reñida mi situación y eso, sin embargó, pues poco a poco me estoy levantando. ㅡcontesto siendo totalmente honesta.

La morena nos trajo el almuerzo, entre nosotras hemos creado una conversación muy amena, creo que he encontrado una amiga.

Al momento de terminar ambas regresamos al consultorio amenamente, hablando sobre un tema cualquiera.

ㅡ ¿Se repetirá?, A sinceridad me divertí muchísimo tengo tanto tiempo que no salgo a charlar ni ha pasar un buen rato, la universidad y el trabajo acaban conmigo. Gracias por todo Tiffany. ㅡhabla con una sonrisa alegre en sus labios.

ㅡ Pues claro, ambas hemos formado una amistad hoy... Yo después de tanto tiempo en casa encerrada, no me había dado cuenta cuanto me hacía falta un tiempo para mí. Entiendo tu situación completamente.

Ambas terminamos riéndonos. El primer pensamiento que viene a mi cabeza después de esto, es el giro que da nuestras vidas sin darnos cuenta.

Saludos cordialmente a mis próximos pacientes, y me adentro en el pequeño consultorio hasta la hora de salida. Al momento de entrar coloco música suave de esas que me inspiran paz y tranquilidad.

Bai
Luna~

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