Capitulo 28

3 2 0
                                    


Kelvin.

Todo estaba bien antes de caer en este cochinero. Ayer el tarde estaba tomando una cerveza en una de las tabernas del barrio, me sentí totalmente en paz y tranquilo.

Sin presión me tomé Deleitosamente me daba cada trago de aquella jarra y al final una sonrisa se pinto en mis gruesos labios, sentirte otra vez en casa es lo mejor del mundo.

De repente comienzo a sentir el aire denso y extraño no hago caso alguno y sigo disfrutando mi cerveza, la música que suena en el fondo me tranquiliza ¿Será que me he vuelto loco? ¿Estaré dando un paró? Me preguntó a mi mismo, pago por las jarras que me tomé y el señor me saluda con un guiño a modo de respuesta.

Aún sigo sintiendo el ambiente denso, decido terminar la jarra y me dirijo a salir del local cuando siento una mirada en mis espaldas, siento esa mirada fija en mi nunca que solo me provocó escalofríos en aquel momento.

— ¡Hey bro! — me saluda un moreno totalmente desconocido para mí. — Cállate y escúchame lo que te voy a decir — dice totalmente fuerte y rudo en mi oído, su tono viene con odio o mala gana.

Asiento a modo de respuesta y sigo cada una de sus instrucciones —Hey que tal todo! — contesto.

Salgo de aquel bar con los nervios hecho acero, este tipo es totalmente extraño. Solo pensaba rehacer mi vida, volver a empezar de nuevo y mira en dónde he llegado a terminar.

El chico ese me puso un somnifero por intravenosa y pues aquí he estado desde hace varias horas. En la mañana al despertar por el tremendo sudor y la incomodidad en la que se encuentra mi cuerpo me encuentro a ella aquí, no a ella no. Ella no merece nada de esto, no después de haber pasado por tanto con mi muerte, con nuestro hijo y volver a levantarse y florecer otra vez no fue nada fácil, se que fue más difícil de lo que imaginó. Me siento tan culpable por todo esto, me siento que en parte soy culpable de esta desgracia, no se si me perdone o me tire todas las maldiciones del mundo lo que decida estará bien para mí me lo merezco,me merezco en parte ese castigo no la valore en ocasiones, no valore todos los momentos junto a ella.

Después de espabilar y darme cuenta de su presencia, de que no estaba teniendo una pesadilla.

—¿Lo conocés? — pregunto totalmente desganado, ya no se ni que pensar de todo esto.

—Es Luck — digo con pausa. ¿A dónde querrá llegar con todo esto? ¿Que quiere hacernos? — dice ella entre susurros para si misma.

— Por fin, la feliz pareja despertó. Les traigo su buffet de restaurante — dice con malicia, aún no puedo abrir los ojos pero siento como toda su vibra grita malicia, maldad.

—¿Luck, tesoro que pasa? — pregunto haciéndome totalmente la estúpida e ingenua prometida.

— Mi cielo defendiendo lo que es mío, haciendo lo que me toca — dice con sarna y malicia.

Ya no se que pensar, ya no se dónde llegaré a tantas jodidas cosas en esta vida.

—¿Lo que es tuyo? — pregunto al psicótico que tengo en frente.

— No sabes querido Kelvin —contesta sarcásticamente.—pues te voy a contar una hermosa historia, tal vez no te acuerdes de mí, una vez conocí a pocos metros de mi puerta la mujer más bella y buena que puede haber en este mundo, ella es nada menos que Tiffany Brown es una hermosa mujer digna de tener un hombre como yo y pues el que ella tenía en su casa era un completo imbécil y no sabía cómo tratar semejante joya. La vida me estaba dando una segunda oportunidad para ser amado y feliz por una mujer.

No puedo creer lo que estoy escuchando, mi antigüo vecino lunático está obsesionado con mi mujer, con la mujer que me costó conseguir, entiendo que a veces me comporte como un pedazo de mierda andante pero todos cometemos errores.

—¡Atención!—chasquea los dedos frente a mis ojos — continuemos con la historia. Pues, tiempo después de que ella pasará por un proceso muy largo me acerque más a ella, cada día me volvía más loco por ella, siempre me gusta tenerla cerca. Y tú no me quitarás lo que es mío, tu ni nadie me quitará mi segunda oportunidad y última de ser feliz en esta vida.

Dos disparos traspasan su camisa color azul desgastada, de inmediato cae al suelo. No me percate en el momento en el cual Tiff se puso en pie ni mucho menos cuando se desató las manos. Poco a poco sus ojos comenzaron a perder el elíxir de la vida hasta que al poco rato  se quedaron totalmente fijos en un punto.

— Algún día te veré en el infierno — digo al cuerpo inerte sin vida.

— Salgamos de aquí — dice Tiff.

Éstoy en shock, tengo tantas preguntas, tengo tantas dudas, tengo que pedir perdón por haber tratado a este mujerón de tal manera. Me siento totalmente arrepentido.

Bai
Luna~









InesperadoWhere stories live. Discover now