Capítulo 13.

6 3 0
                                    

Han pasado dos meses, todo sigue igual no hay nada nuevo. Estamos yendo directo a casa de mis padres.

— Kelvin, ¿Hacia donde vamos? —

— Belos — contesta el pequeño mientras juega con un carro sobre su silla.

Hoy Luck se levantó enérgico y alegre, me ha dado besos y abrazos toda la mañana. No es extraño en el y lo dejo estar.

Paramos en una gasolinera a llenar el tanque, mientras Kelvin y yo nos dirigimos a comprar algunas chucherías y bebida energética. A pesar de ser una nutricionista, mi hijo está en la etapa de comer muchos dulces y comida chatarra siempre que puedo le consiento un chupete u otra cosa, y cuando me pasó de la raya pues anda caminando por las paredes.

Para mí sorpresa mientras escojo un artículo alguien topa mi hombro. Giro y no puedo creer, tenía tanto tiempo sin saber de ella, tenía tanto tiempo sin hablarle. No sé que decir, las palabras se quedan atoradas en mi garganta.

— Hola Tiffany, ¿Cómo has estado cielo?— Aún sigue igual no ha cambiado nada, ¿Será cosa del destino?

— Señora Guzmán... — digo arrastrando las palabras. La madre de kelvin, puedo ver atraves de sus ojos que le he traído el recuerdo.— He estado bien.

— Veo que has avanzado, me alegro mucho y se que a Kelvin también le agradaría que continuarás brillando en la vida. ¿Quien es este pequeño bombón? — pregunta.

— Es el pequeño Kelvin, es su nieto... Disculpe es que usted sabe no tuve tiempo, y nunca quise salir de casa estaré varios días en el vecindario se lo llevaré. Kelvin ella es tu abuela Lili.

— Bela llilli — dice el pequeño.

— Fue un hermoso gusto haberte visto, estaré bien estaré esperando tu visita y a este hermoso bombón, cuídate mucho.

Después de esto pague las cosas y salí con el corazón en el puño. Los recuerdos vienen a mi de golpe, ver sus ojos, sus ojos... Me hicieron darme cuenta que ha estado igual o mucho peor que yo con la perdida de Kelvin.

Después retomamos el camino hacia donde mis padres, Luck no dejo de preguntar todo el resto del camino, yo solo me límite a asentir no dije palabra alguna.

Al llegar mis padres me recibieron como siempre, locos con el pequeño Kelvin buscándole todo lo que le habían guardado y mi padre no lo había vuelto a ver así desde que era una niña. Esa mirada que me da de felicidad y regocijó.

Mamá me hizo un cuestionario como siempre, ella desde mi embarazo quedó preocupada ya que pasar por el lugar donde aconteció el accidente me dejó por un tiempo con trauma ...

Mamá hizo café así para darme todas las noticias del vecindario, cuando estuve aquí aquellos meses mientras el pequeño crecía en mí, mamá me hacía historias de cuando era pequeña, me hacía historias de el vecindario o comenzaba a relatar algún chisme que escucho durante el día de los vecinos.

— ¿Cómo van las cosas en el consultorio? — pregunta papá.

— Me ha estado yendo bien, mis pacientes felices y contentos de que haya reabierto el consultorio. !Me hace feliz papá! Hacer lo que me apasiona, me siento viva volver a tomar mi lugar.

— ¡Que bueno hija!— dice papá.

—¿Cuando tendremos otro nieto?— pregunta mamá de repente trayendo un juguete nuevo al pequeño.

— ¡Mamá! — digo. En realidad por ahora no quiero tener más niños, me encantaría algún día volver a tener dos más. Dadas las circunstancias no pienso en ello, ni mucho menos casamiento. Necesito respirar, necesito tomar mi tiempo, darle tiempo al tiempo.

— Bueno, hija tranquila tu madre solo quiere asustarte -- dice papá para ponerse en pie. De repente cae desmayado al suelo, sentí como si mi vida estuviera del hilo.

Mamá comenzó a decirle a Luck con nerviosismo que le llevará al hospital. Espero que no pase nada malo está vez. Siempre que vengo a este vecindario algo malo pasa.

Bai
Luna~

InesperadoDove le storie prendono vita. Scoprilo ora