Capitulo 34 ( parte I)

3 1 0
                                    


Tiffany

No quiero irme, no quiero de esta tierra tan hermosa los días han pasado tan rápido que no me da tiempo de pensar que día es. Daniel me ha enseñado muchas playas, montañas, y uno que otros bares.

Hoy es mi último día acá, no puedo creer que han pasado tres semanas de llegar aquí para despejarme, lo he logrado, he logrado soltar las cosas Dani me ha ayudado mucho también. Siento que ya puedo resolver todos los cables sueltos que tengo, todo aquello que no he cerrado.

Solo por las noches a mí mente venía mi Pequeño Kevin, mi bebé lo extraño mucho ese pequeño me ha cambiado la vida por completo no hay cosa que no haga pensando en el.

Me la he pasado de maravilla pero extraño mi casa, extraño a mis padres, extraño mi colonia, hora de regresar a mi vida normal.

—Tiff —Dani chasquea los dedos frente a mí. El ha sido muy simpático conmigo, es sumamente apuesto. Mis pensamientos en las últimas noches han sido en kelvin, kelvin ese hombre me tiene amarrada de pies y manos, mi corazón no quiere a nadie más toda mi anatomía se vuelve loca al verle, con solo sentir su aroma mis hormonas se ponen locas, me siento como los adolescentes con esos amores pasajeros pero este es verdadero.

Yo amo a ese hombre pase lo que pase mi corazón aún siente todo como si fuera el primer día, pueden ponerme cinco hombres en bandeja de plata y solo por ese suspiraria.

He aclarado mis pensamientos en cuanto a toda mi vida, con tan solo veinticinco años tan corta que es la vida, he tenido muchas amarguras y momentos difíciles pero se que soy más fuerte de lo que creía.

Estoy totalmente clara en lo que quiero y hacer, estoy clara en lo que quiero lograr y por dónde ir. Este hermoso viaje me hizo despejar todo en mí, cuerpo, alma y mente.

Los asuntos de años y el de meses pasados lo tenía retenidos por lo cual me sentía totalmente estancada, me sentía atrapada sin salida alguna. Pude reencontrarme conmigo misma, pude conectar otra vez con mi yo interior, estoy totalmente relajada y lista para terminar de arreglar las cosas pendientes dejadas en casa, extraño a mi chiquitín, extraño a mis pilares de esta vida, extraño al hombre de mi vida.

Extraño mi vida, necesito volver a mis aguas, necesito volver a mi lugar.

—¿Que decías? —contesto al terminar de caer en cuenta de mi realidad.

— ¿Está noche saldremos por última vez?— Dice con el entrecejo cruzado, lo que extrañaré de estás vacaciones  son las salidas con Dani, andar por ahí con el y botar el golpe como el dice, me he llevado muchas palabras nuevas para mí diccionario. Me encantó la comida de su madre, ese arroz con las habichuelas con carne ese sabor a campo, me he quedado enamorada de este país.

— Claro, te daré nuestra despedida de la mejor forma —contesto con regocijó.

Me dirijo hacia la habitación a arreglarme, Dani dijo que pasaría por mí en un rato comienzo por la ducha,pero antes de, encima de la mesa de noche veo mi celular me desconecte por completó, no llame ni nada por el estilo para que el momento de sanar sea más eficiente.

Tomo mis cosas, comienzo a entrar la ropa y cada uno de mis trapitos que no son tantos en menos de media hora ya tenía todas las maletas listas, me dirijo a darme un baño para que Dani no me grite al momento de encontrarme a mitad..

Algo que me ha gustado mucho de los dominicanos es su acento, ese acento tan hermoso y placentero que te quedas con ganas de escucharlo siempre, ese calor de familiaridad que ellos te dan, esa manera que te hacen sentir tan en casa es sumamente hermosa y acogedora.

Salgo de la ducha y busco el vestido rojo con escote corazón que llega hasta las rodillas, no me gusta la ropa tan corta pero tampoco tan larga, colocó unos aros negros, unos zapatos bajos porque a gozar de a duro se va está noche, peino mi cabello y por último tomó un pequeño bolso de mano.

Dos nudillos en la puerta me indican que han llegado por mí.

— ¡Te bañaste! — dice al verme.

— Pues claro, a dónde iba a salir sudorosa.— contesto juguetona.

—No, aquí te bañaste quiere decir que estás bella. — contesta, no se ve nada mal unos pantalones blancos y una camisa azul remangadas a los codos y unos tenis casuales.

— Tu tampoco te ves mal — digo, entre cháchara y cháchara nos dirigimos hacía nuestro lugar de hoy. -- quiero agradecerte por estos días tan hermosos y placenteros, ustedes los domicanos  son una cosa bella, son totalmente hermosos, gracias por este tiempo tan lindo y mostrarme este hermoso país. Me voy totalmente feliz,ya que tal vez ebria no diga estas palabras.

— Ete pai' e una grasa — contesta Dani jocoso — No hay de que, pa eso estamos siempre que vengas al país puedes llamarme para hacer nuestro tour.—dice mirando hacia el frente, fue un gusto conocerte también.

Llegamos al lugar, la fila es sumamente larga me bajo del auto. —Por última vez — susurro un tanto melancólica.

El guardia de la puerta revisa nuestros nombres y nos deja pasar directamente vamos hacia la barra, Dani pide dos cervezas.

Una, dos,cuatro olvide la cuenta, tengo una ganas altas de bailar en el centro se que no debería tener este comportamiento pero no el momento no sé repetirá dos veces, disfruta ahora que las cosas nos pasan dos veces en la vida. Tomo a Dani del brazo para que me acompañe, comienzo a bailar sin saber que rayos estoy bailando, pero me disfrutó el momento a mí manera, mis caderas se sueltan cómo hacia años que no lo hacían, mis pies marchan solo, mi pelo mojado por el sudor, y todo mi cuerpo en movimiento. Me dejó soltar, me dejó ser otra vez, sentir esa vibra buenas que hacía tiempo que no sentía.

Canciones vienen, canciones van y mis pies no dan a basto, hasta que un momento decidí parar, Dani me cae detrás en la barra.

Continuará...
Bai
Luna~

InesperadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora