Capítulo 9

76 6 0
                                    

Capítulo 9

◇━━ Romy ━━◇

     Parpadeo varias veces tratando que mis ojos se adapten a la luz, la mitad de mi cuerpo está sobre el de Ezequiel, intento moverme con el mayor cuidado, debimos quedarnos dormidos, anoche, su respiración es profunda, así que no quiero despertarlo.

     Aún está un poco oscuro, recojo del piso del carro, mi bolso y veo mi teléfono, ha muerto, sin batería.

     Siento la vibración, es su teléfono en el suelo, lo tomo para ver la hora. 5:15 a.m., es tan temprano como tarde para estar aquí.

     Hay dos mensajes sin leer, no pienso abrirlos, pero se ve lo que dicen en la pantalla, y tampoco soy tan santa para cerrar los ojos.

    Joaquín (recibido 1:00 a.m.):

     Imagino que estás bien, pero sería bueno si te reportas, las cosas no salieron bien en el café.

     Puede tener una apariencia dura, pero se ve que cuida a su hermano y a Jay con su vida. Bajo la mirada al segundo mensaje.

     Ava (recibido 1:30 a.m.):

     No has llamado, ¿todo bien?

     Ava, he escuchado ese nombre antes *suspiro*, me siento estúpida, no debería estar aquí, miro a Eze un segundo, se ve tan pacífico, tan dulce, es precisamente sentirme así lo que quería evitar, es justo el tipo de chico con el que te enredas y sales completamente destruida, si las cosas no funcionan.

      No puedo ser así de vulnerable con nadie, solo tengo prácticamente dos semanas de conocerlo y ya le he mostrado demasiado sobre mí.

      ¡No! Mis reglas.

      «Debes seguir tus reglas, Romy, no más lágrimas, es suficiente con las personas que tienes en tu vida, todo está bien; no necesito a más personas que me afecten».

       Ezequiel es grandioso, pero todo esto es demasiado, muy pronto, llorar con él, sentirme así a su lado, es muy personal para tampoco tiempo, no pudo lidiar con tanto ahora mismo, aunque no quiero dejar de verlo, eso me afectaría más en este punto.

      Siento que mi mente va a explotar de confusión, por qué tiene que además atraerme tanto, no es justo.

     —¿Ese es mi teléfono? —Pregunta estrujando sus ojos como un niño, demasiado adorable, me encanta eso de él.

     —Quería ver la hora —se lo paso—, hay dos mensajes.

     Toma el teléfono, se sienta estirándose un poco, rayos, esos músculos que tiene son... algo maravilloso, «¡Maldición, Romy!»

     Tengo que aclarar esto o mi cabeza estallará.

     —Eze, necesito que hablemos.

     Me mira alzando una ceja y sonríe, infeliz, está intentando no reírse.

    —Es en serio —me siento en posición de indio—, no te rías.

    —Lo siento, parece que terminarás conmigo, y no supe cuando empezamos.

    Ruedo los ojos. —¿Me prestas atención?

    —Te escucho.

    —Esto... —señalo alrededor— no se puede volver a repetir.

    —¿Nunca habías dormido en un carro? No creo que la hayas pasado tan mal.

     Le doy un golpe en el brazo, a lo que finge dolor. —Hablo en serio, me refiero a esto, a nosotros, me gustas, mejor dicho me atraes —aclaro—, y paso buenas, excelentes noches contigo, pero necesito que sea solo eso. Yo fui muy vulnerable, y te agradezco por escucharme y por mostrarme este lugar, pero no puedo involucrarme en una cosa de sentimientos, no estoy lista para eso, ¿entiendes?

#2 RomaWhere stories live. Discover now