#2 Roma

Capítulo 20

Capítulo 20

◇━━ Ezequiel ━━◇

2 años después.

     Mi preciado hogar, solo es una vieja casa llena de mocosos que corren y gritan, pero para mí, es el lugar que salvó mi vida.

     Es doloroso ver aún los efectos que el incendio causó, aunque ha pasado mucho tiempo y ya    todo ha vuelto a la normalidad, aún hay cosas que necesitan acomodarse. Con lo que hemos ganado en las giras se ha ayudado, no ha sido tanto como nos gustaría por todas las deudas que teníamos y nuestros propios pagos, a pesar de eso quisimos aprovechar de agrandarlo y crear mejores espacios para los chicos y que así puedan tener más personal y más jóvenes.

     Camino directo al granero, Agustín y Julie están allí, tengo una propuesta importante que hacerles. Jamás me había sentido nervioso por hablar con ellos, pero tengo algo muy importante que consultarles.

     Julie es la primera en verme, está sentada sobre una paca de heno, sonríe hacia mí, y estira su mano para que me acerque. No puedo creer que estuvimos tan cerca de perderla, solo el recuerdo es totalmente aterrador.

     —Hola, cariño.

    —Hola, mamá.

    —Eze —saluda Agustín, está sentado, a unos pasos en un mesón, con un montón de cuentas y facturas.

     Asiento hacía él. —Yo necesito hablar con ustedes —digo.

     Ambos se miran y vuelven sus ojos a mí, atentos a lo que diré, tomo una respiración profunda y saco los dibujos de mi bolso, aun sin enseñarlos.

     —Escuché que necesitan un poco de ayuda para el negocio y la casa hogar.

     —Cierto —asiente Agustín.

     —Bien, yo tengo a dos personas que podrían trabajar aquí, en realidad son una familia, te he hablado de ellos Julie.

     —Ray y Ávalon —dice de inmediato.

    —Sí, ellos... Tienen una niña, es muy inteligente y tranquila, Ray sabe hacer muchas cosas, aprende rápido y es muy fuerte y Ava es muy atenta y dulce y hará lo que sea que le pidan, ellos no necesitan mucho dinero, solo un lugar donde vivir y algo de comer, y yo puedo ayudar con sus gastos, yo respondo por ellos completamente.

    —Hijo, realmente no suena mal, pero no tenemos espacio para ellos en la casa.

    —No, yo... —hago una pausa y saco mis dibujos— tuve esta idea.

     Agustín se levanta y se acerca tomando los bocetos cuando se los ofrezco, juntos los examinan, no estoy seguro de poder entender la expresión de sus rostros.

    —¿Quieres construir una pequeña casa aquí en el patio?

    —Sí, Julie, eso es lo que quiero hacer, hay permiso de construcción, y sería muy pequeña, es un gran terreno.

    —¿Y cómo sugieres costear esta obra, hijo?

    —Yo lo haré... todo, solo necesito que ustedes estén de acuerdo y me encargaré de cada detalle, no los molestaré.

   —Pues ¿Qué piensas, Jul?

     Julie deja una caricia en mi mejilla, sonriendo. —Pienso que eres un hombre increíble, con un precioso corazón, este es un hogar para chicos de la calle, y por lo que sé —sonríe de nuevo—, ellos son chicos de la calle, sería maravilloso que nos acompañaran.