C. 8.

3.8K 192 73
                                    


____________ POV.

Me miro al espejo, observando mi cuerpo, cubierto por el fino vestido que no me había atrevido a ponerme desde aquel día en el que me lo compré con América.

Es muy corto y apretado, y resalta zonas de mi cuerpo que normalmente no me preocupo en resaltar. Pero esta ocasión es especial; no quiero que Ross piense que soy una aguafiestas que se viste como una monja al ir a una fiesta.

Tomo mi peine entre mis manos y lo paso por todo mi cabello, para luego comenzar con mi labial rojo. Nunca he usado labial de un color tan fuerte, pero valdrá la pena. Digo, no es que me importe tanto la opinión de Ross pero tampoco quiero que me vea con una niña sin vida.

Quiero demostrarle que puedo divertirme y dejar de ser tan sin amigos por unas horas, luego de eso, volveríamos a casa y cada uno iría a dormir hasta el día de mañana. Perfecto.

Siendo tres golpes en la puerta de mi habitación.
Sonrío.
Mirándome al espejo una vez más, sintiéndome no tan segura de estar yendo vestida así, pero ya qué.

-Pasa.

Levanto la voz para que pueda escucharme, veo como se abre la puerta y doy una vuelta cuando Ross me ve. Sonrío por su expresión.

Sus ojos recorren todo mi cuerpo, con impresión, juro que pareciera que me esta viendo como si fuese otra persona. Sonrío por ello y me dedico a observarlo.
Tiene puesto un jean negro, unas zapatillas y una camisa color blanco, que hace resaltar su cuerpo bastante.

-Te ves bien- es lo único que llega a decirme, sacando sus ojos de mi cuerpo- Pero creo que es muy pegado para ir a una fiesta...

Ruedo los ojos.

-Ross, yo siempre me visto así.

Ross alza una ceja de inmediato.
Sabe que no es cierto.

-Solo para ir a fiestas- sonrío nerviosa.

-No quiero que te acerques mucho a hombres.

Se sienta en mi cama.
Con la mirada nuevamente fija en mi vestido.

-¿Por qué debería hacerte caso?

-Porque te puede pasar algo ____________- suspira- No quiero problemas y creo que tu tampoco quieres que alguien venga y te manosee como si nada, así que solo hazme caso en eso, ¿de acuerdo?

Asiento.
Desconfiando de él, no todos los hombres que vea me van a manosear.
¿Me esta cuidando?
¿Acaso se estará tomando en serio esto de ser hermanastros?

No... no puede ser así.

Ross POV.

Opto por ponerme una camisa color blanco, la más ajustada que tengo para poder hacer resaltar mis abdominales, unos jeans negros rasgados, y las primeras zapatillas que encontré debajo de mi cama.

Me despeino un poco el cabello y listo.
Estoy muy bien para mí, y seguro estaré igual de bien o aún mejor para varias chicas que me vean en la fiesta.

Hace unos minutos le escribí a Joe, diciéndole que asistiría a su fiesta con una acompañante, me dijo que no había problema y que nos pondría en zona VIP solo porque le gustó el color de mi cabello.

Lo que me parece genial.
Me comentó que no hay tantas personas en la zona VIP como lo habrá en el resto de la fiesta, lo cual es perfecto, tendría la comodidad, y todo el tiempo del mundo para realizar mi cometido.

Busco entre mi billetera el pequeño sobre con dos pastillas de burundanga. Los dejo ahí y meto mi billetera en mis jeans. Todo está perfecto. Puedo hacer lo que se me dé la gana con ____________ y ella no se acordará al amanecer.

Solo hermanos; Ross LynchOnde histórias criam vida. Descubra agora