C. 49.

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PENÚLTIMO CAPÍTULO.
NUEVA NOVELA: "DEMON | ROSS LYNCH" DISPONIBLE EN MI BIOGRAFÍA.

Le doy mi teléfono celular a mamá mientras escuchamos los gritos de Ross y Mark. Quienes están discutiendo en la cocina desde que bajamos del auto de Mark, donde había estado espiándonos horas atrás.

- flashback -

-¡Sabía que esa chica me decía la verdad!- frunzo el ceño- Me escribía dia a día desde hace dos semanas que ustedes estaban juntos, me mandaba fotos de los dos juntos, que me hacían dudar pero ninguna era tan comprometedora como para tomar el primer vuelvo hacia Los Ángeles y restregarselas en sus caras! Joder, ¡maldita sea!

Mark golpea el volante de su auto, haciéndome derramar las primeras lágrimas de la noche.

-¡Te lo advertí!- le grita a Ross, más que molesto- ¡Hablé contigo más de cinco veces cuando sucedió lo de Betty! ¿¡Qué demonios tienes en la cabeza Ross!? ¿¡Acaso no quieres verme feliz!?

Aprieto los ojos con fuerza.
Mirando a Ross por el espejo retrovisor.
Esperando que me devuelva la mirada.
Pero no lo hace.

-¡Los dos son hermanastros! ¡por Dios! ¿Pretendían llevar una relación sin decirnos nada haciendo Dios sabe que debajo de nuestro techo?

Desvío mi mirada al sentir una pequeña caricia en mi hombro. Es la mano de Ross.
Observo a Mark rápidamente.
Esta mirando la autopista, metido en sus pensamientos.

-Pensábamos decírselo.

Lo contradice Ross, dejándome de tocar.
Mark ríe.
La furia se puede notar en él desde lejos.

-Eres un idiota, ¿verdad? Ya pasamos por lo mismo, no te lo acepte una vez y no pienso volver aceptarte esto, estoy tan decepcionado de ti Ross que...

-También es mi culpa Mark- lo interrumpo, cabizbaja, sintiéndome incapaz de mirarlo a la cara- Los dos causamos esto. No solamente Ross.

-No te metas en esto, ____________.

Me calla Mark.
Deteniendo su auto en la puerta de nuestra casa, aún teniendo al diablo encima.

- fin del flashback -

-¡Es la segunda vez Lynch!
Grita Mark, a Ross.

Me siento en el sofá.
Atandome el cabello para luego formar un moño, sintiendo la mamá de presencia a mi lado.

-¡El amor no es un delito!- se defiende Ross- Papá, esto no es como lo que sucedió la vez pasada, yo amo a ____________.

-¡Esa chica es tu hermana, y es mi hija!

-¡Papá no tenemos la misma sangre!

-¡Entra en razón Ross!

Mamá suspira.
Haciéndome dejar de concentrarme en la conversación que están teniendo Mark y él.

-¿En qué pensaban?

Me pregunta ella, susurrando, llevando sus manos a la cabeza.
Siento como más lágrimas recorren mis mejillas.

-No pensábamos- respondo- Pero pasó, y mamá no es cualquier atracción, yo realmente amo a Ross.

-Tienes diecisiete años.

-¡Pero lo amo!- levanto un poco la voz- Mamá, no tienes ni idea de la cantidad de cosas que hemos pasado juntos...

-Es apego ___________- me interrumpe, sin mirarme.

Vuelve a suspirar.
Vuelvo a llenar mis ojos de lágrimas.
¿Por qué solo piensan que es una jodida calentura?

Sollozo.

-Ve a tu habitación ____________- me indica mamá- No puedo mirarte la cara en este momento.

-

Me despierto de inmediato al sentir una mano remover mi cuerpo. Abro los ojos con dolor en estos, por haber estado llorando tanto.

Es Ross.

Me siento en la cama.
Miro el reloj que tengo en mi mesita de luz, son las cinco y veinte de la mañana.

-¿Qué pasó?

Susurro.
Esperando que me confirme que todo esto ha sido un sueño.

Ross se agacha delante mío.
Tocándome las rodillas, las abre, extrañándome.

-Ross...

-No digas nada- susurra, besando la tela de mis shorts de pijama- Necesito sentirte ____________, necesito convencerme de que todo esta bien.

Estoy por decirle algo pero siento un ruido, haciéndome sobresaltar.

-Ross, nuestros padres...

-Se fueron- me dice, bajando la tela de mis shorts- No sé a donde, pero escuché a eso de las cuatro que volverán antes de las siete, para separarnos.

Frunzo el ceño.
Estoy por volver a hacer otra pregunta pero no lo hago al sentir su boca pegada a mi vagina.

Suspiro.
Tirando mi cuerpo hacia atrás.
Arqueo mi espalda.

-Sabes tan bien.

Susurra.
Perdido en mi sexo.
Siento su lengua lamer cada rincón de esta, haciéndome sentirme en el jodido paraíso.

Sus movimientos comienzan a aumentar, lamiendome por completo, enterrando su lengua en lo más profundo de mí. Me sujetó de su cabello con fuerza. Sin dejar de gemir con descaro.

Sus dientes muerden mi clítoris haciéndome llegar al orgasmo. Ross deja de besarme e introduce dos de sus dedos en mí.

Observo su rostro.
Lo puedo divisar algo por la luz del día que empieza a salir. Y él también me mira a mi, con detenimiento, como si quisiera encontrar algo a través de tu mirada.

En menos de diez segundos, Ross entierra toda su erección en mí. Haciéndome dar un pequeño grito, siento su peso sobre mí, no tarda mucho y empieza a moverse, con fuerza, como si quiera desquitarse de lo sucedido con esta acción.

Lo ayudo abriendo las piernas más.
Entierra su rostro en mi cuello, lamiendolo y mordisqueandolo, haciéndome ahogarme de placer.

-Mhn.

Susurro.
Muevo mis caderas.
Contra las de él.

Pasamos media hora así, moviéndonos, consumiendonos con amor y lujuria. Como si fuese el maldito fin del mundo, como si fuese la última vez que fuésemos a poder tocarnos.

Cuando Ross sale de mí.
Me contengo para no llorar.

-Vámonos.

Me dice él, seguro de lo que dice.
Frunzo el ceño.
Una lagrima cae por mi mejilla.

-¿Qué?

Susurro, sin entender.

-Vámonos ____________- repite, subiéndose los pantalones, volviéndose a arrodillar frente a mí- Vámonos juntos.

-¿A dónde? Ross... no sabes lo que estás diciendo.

-Lo sé y estoy seguro de ello- me responde apresurado- Desde que te ví por primera vez, aquí en esta casa, me atrajiste muchísimo, no pensé que fuésemos a terminar estando en una relación pero no me arrepiento, es más, me alegro, __________ maldita sea, te amo- suspira, buscando mi mirada- Te amo tanto maldita sea... como nunca he amado y probablemente no amaré a nadie, cada segundo que paso contigo es como si estuviese en la cima del mundo, y no quiero perderte, me importa una mierda si es que tengo que irme lejos y comenzar a trabajar para poder pagar una casa donde podamos estar juntos y ser feliz, todo eso vale la pena. Quiero seguir estando a tu lado cada jodido día de mi vida, quiero acompañarte, quiero verte crecer... te quiero _____________- lo observo, puedo darme cuenta de que una lágrima resbala por su rostro- Por favor, vámonos juntos... ven conmigo...


Solo hermanos; Ross LynchWhere stories live. Discover now