Solo hermanos; Ross Lynch

C. 22.

_____________ POV

El te quiero de Ross fue completamente inesperado para mí. Resuena en mi cabeza una y otra vez. Jamás llegué a pensar que me diría te quiero, pero lo hizo, y antes de lo inesperado.

Seco mi cabello mojado con una toalla blanca.

Yo también quiero a Ross, pero no quiero llegar a quererlo más de lo que ya lo hago. Siento un aprecio muy grande hacia él, y me aterra el comenzar a creer que estoy enamorada.

Y es que, ¿cómo puedo estar enamorada de mi futuro hermanastro?

Es imposible; si nuestros padres se dieran cuenta de todo lo que hemos hecho desde que llegamos a México nos matarían. Mamá me enviaría sin duda alguna a un internado de monjas.

Y Mark... honestamente no sé que le haría a Ross pero seguro también le daría un fuerte castigo, ya que se ve que es bastante estricto con él.

Salgo del baño de la habitación luego de cubrirme el cuerpo con la toalla. Ross aún no ha llegado.
Frunzo el ceño.

Han pasado más de 10 minutos.
Ladeo la cabeza.
Me aterra la idea de que pueda estar perdido o algo así.

Tomo mi celular entre mis manos y reviso mis mensajes. Tengo varios mensajes de Lauren.
Entro a su chat e inmediatamente me sale una solicitud para aceptar o rechazar una videollamada con ella.

Río.
Y acepto.

-¡____________!- grita- ¡Me tenías preocupada!, no hablamos desde que te fuiste a México, pensé que te había pasado algo.

Niego con la cabeza.
Observando cada detalle de su rostro.
Lauren se ve muy tierna con los ojos abiertos a tope.

-No- arrugo la nariz- Solo he estado muy ocupada, he estado ayudando a Mark y a mamá, y también conociendo un par de lugares.

Ato mi cabello en una coleta.
Y dudo si contarle las cosas que están pasando entre Ross y yo.
A Lauren no le agrada Ross, pareciera que lo odiara, y todo fue gracias a que le conté que comenzó a ignorarme luego de que nos besamos.

Me dijo que no me merecía en lo absoluto.

-¿Y cómo va eso de dormir con Ross?

Me sonrojo.

-Bien- hago una mueca- Cuando estábamos en el avión, hablamos- Lauren cambia de expresión- Sé que no estás de acuerdo pero solo lo hago para que este viaje no sea tan incómodo, cuando volvamos todo volverá a la normalidad.

La pelinegra me muestra una sonrisa fingida.
Lauren se hizo mi mejor amiga en muy poco tiempo por la confianza que me transmitió desde entonces, sin duda alguna debería contarle todo.
Pero lo haría en persona, ahora no es el momento, es más, si es que lo hiciera Ross podría llegar y escucharnos.

-Bueno, me alegro- susurra- Pero no quiero volver a verte llorar, lo que te hizo no fue correcto.

Asiento.

-Lo sé- miro hacia abajo.

Tiene razón.
Me dejó de hablar casi todo un mes luego de que nos hayamos besado.

¿Por qué razón lo hizo?
¿Acaso tendrá idea de lo mucho que me dolió?
Ni siquiera me ha explicado como dijo que lo haría dentro del avión.

Soy una idiota.
Nos besamos.
Me deja de hablar un mes.
Me habla dos veces y le devuelvo el habla.
Como si no hubiese pasado nada significativo.

Siento como el estómago se me encoge.
Jodido Ross.
¿Qué pretende ahora con la intención de decirme te quiero y esas cosas? ¿Qué pasaría cuando regresaremos a Los Ángeles? Allí está América, y otras chicas plásticas con las que se besaba cuando dejó de hablarme.

-¿Estás bien?

Me pregunta.
La observo.
Se ve preocupada.

-Sí- respondo- Solo me quedé pensando.

Estoy por decirle algo más pero escucho la puerta de mi habitación abrirse. Es Ross.
Cuelgo la videollamada y le explico por chat a Lauren el motivo, mientras observo la presencia de Ross acercarse a mí.

Contengo la colera que tengo en el corazón para mirarlo. Tiene una sonrisa de oreja a oreja.

-Ten- me extiende la pequeña bolsa que tiene en la mano- Toma una ahora y también mañana toma otra a la hora del almuerzo, así estaremos libres de cualquier niño.

Asiento.
Sin hablarle.
Dios, sino le hablo puede sentir que estoy incómoda por el te quiero cuando realmente no es así.

-¿Podemos hablar?
Le pregunto.

Intentando sonar tranquila.
Ross cambia de expresión.

-Sí- susurra, sentándose en mi cama- ¿Qué sucede?

Me siento a su lado, siendo cuidadosa para que no se me caiga la toalla. Lo observo.
Tengo unas ganas increíbles de besarlo, pero no es correcto, por lo menos no ahora.

-En el avión prometiste que me explicarías la razón por la cual me dejaste de hablar...- suspiro- Hasta ahora no lo haz hecho.

Puedo ver a Ross tensarse.
¿Eso significa que me dejó de hablar porque realmente quería?

-Te lo explicaré más adelante.

Trata de tomarme de la mano pero la quito antes de que la tome. Él deja escapar un suspiro de sus labios.

-Te juro que no es nada malo- susurra- _____________, yo...

-¿Por qué no puedes decírmelo entonces? ¿Acaso no confías en mí?

-Si lo hago...

-¿Entonces?- bufo- Ross no es correcto que me dejes de hablar por un mes, luego vengas, hablemos como sino hubiera pasado nada y luego pasa todo esto entre nosotros.

Suspiro.
Tapo mi rostro con mis manos.

-¿Por qué hablamos de esto? ¿es por el te quiero que te dije?- trago saliva- Sí, ______________, te quiero pero no de la forma de una pareja o algo así, te quiero por las cosas que hemos pasado y porque me agradas mucho.

Siento como mi corazón se rompe, y puedo escuchar el ruido en todo mi cuerpo.

-Lo siento si te incomodaste por ello.

Lo observo.
Es la primera vez que lo veo completamente triste.

-No me incomode- respondo, cruzandome de brazos- Solo no entiendo por qué me dejaste de hablar luego de que nos besaramos- suspiro, alejandome de mi cama- ¿Crees que debamos de seguir con lo que estamos haciendo?

Frunzo el ceño.
Observándolo.
Sus ojos están muy rojos, como si quisiera llorar.

¿Qué?

-¿Tu quieres?

No quiero alejarme de Ross.
Quiero seguir besándolo y abrazándolo.

-Sigamos con esto- él asiente de inmediato- Pero, recuerda que nada más sucederá entre nosotros, solo es; sexo.

Suspiro.
De todas formas él fue quien arruinó todo esto primero.

Pongo mis ojos en blanco.

"Te quiero pero no de la forma de una pareja o algo así, te quiero por las cosas que hemos pasado y porque me agradas mucho"

De tan solo pensar que estaba ya imaginandome todo lo que pasaría después... como le diríamos a nuestros padres, o que haríamos si se enojan me hace sentir una completa imbécil.

Miro a Ross.
Quien está recostado en la cama con la mirada pérdida en el techo.

Siento mis ojos aguarse.
Ross no me quiere de la misma forma en la que yo lo quiero a él, no está ni cerca.

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