C. 11.

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_____________ POV

La playa está hermosa, y por cierto obviamente esta muy vacía debido a que es lunes por la mañana, todos deben de estar trabajando, o en la escuela.

Al llegar ordenamos nuestras cosas lejos de la orilla del mar, Ross puso una sombrilla sobre nuestras toallas para poder descansar sin quemarnos tanto.

No sé si quitarme el vestido que traje, quedaría en bikini y siempre he tenido desconfianza con mi cuerpo. ¿Y si Ross cree que soy muy delgada?

Hago una mueca
Haciendo reír a Ross, quien ya está listo para entrar al mar.

-¿En qué piensas?

Toma el bloqueador que está dentro de la inmensa cesta que traimos. Lo abre.

-En nada importante- me quito el bikini, evitando los pensamientos malos sobre mi cuerpo- Dame un poco.

Me arrodillo frente a Ross, haciéndolo sonreír. Ross toma mi mano derecha y vierte un poco de bloqueador en esta, lo miro mal.

-Es muy poco, me quemaré.

-¿Quieres que te lo frote por la espalda?

Okey. Eso sonó mal.
Observo sus ojos, que están atentos a los míos.
No lo está diciendo con malicia.
O a menos eso es lo que creo.

-Esta bien.

-No, mejor hazlo tú- ríe- Me duelen algo los brazos.

Lo miro mal.
Vierte más bloqueador en su mano derecha y comienza a pasárselo por el cuerpo. Sin volverme a mirar, comienza a buscar las toallas en la cesta.

¿Por qué eres tan idiota Lynch?
Expando el bloqueador en mi cuerpo hasta asegurarme de estar completamente cubierta de este.
Al terminar, volteo, y todo ya está listo. Sonrío.

Una de las cosas que más me gustan de Ross es que no necesita ayuda de alguien para hacer las cosas, con esto me refiero a cosas de casa, por ejemplo, cuando cocina, ni siquiera me pide ayuda, solo lo hace. Y eso es muy lindo.

Me recuesto encima de mi toalla, al lado de él.
El rubio tiene la mirada atenta a la pantalla de su celular. Le tiro un poco de arena, llamando su atención.

-Hay que entrar al mar.

-¿Tan rápido? Hay que descansar un poco.

Guarda su teléfono en la cesta y voltea, quedando cara a cara hacia mí. Sonrío, intentando no dar a notar mis nervios.

-Se supone que venimos aquí para estar en el mar.

-Pero tenemos todo el tiempo del mundo castaña.

Frunzo el ceño.
¿Castaña?
Se me escapa una risita.

-¿Castaña?

Pregunto, sin dejar de reír.
Ross me mira nervioso.

-A veces te digo así en mis pensamientos- hace una mueca- Suena mejor por dentro.

Carcajeo.

-No, suena bien, me gusta- me pongo boca arriba.

Fue una buena idea traer las sombrillas. El sol está muy fuerte, si no las hubiésemos traído definitivamente no podríamos ni abrir los ojos.

-A veces yo te digo rubio.

Ross ríe.

-También me gusta.

Me ruborizo.
Cierro los ojos, sintiendo el aire fresco en mi cuerpo. Podría estar así por horas y no aburrirme, por un momento desvío mi mirada hasta Ross, quien esta de la misma forma que yo.

Solo hermanos; Ross LynchOpowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz