Capítulo Nueve: Cuando Te Deje

2.2K 220 17
                                    

Noah

—No puede ser... —. Murmuró Emily—. Yo lo vi caer a los pies de Vlad. No se movía, no puede...

—A ése hombre solo le dieron un balazo en el hombro, por eso cayó pero no murió —negó Blake—, y si quieres mi ayuda primero tendrás que deshacerte de él y de todo su imperio. De todo.

Miré a Blake y él negó de nuevo. Pude escuchar el nudo que tenía en su garganta y por un momento creí que estaba dudando de lo que decía.
Blake hablaba con tanta rabia que no sabía ni siquiera el por qué lo hacía.

—¿Y bien?

—No hemos hablado de lo que tú me vas a dar a mí —. Negué con la cabeza.

—Emily sabe que le voy a dar lo que merece a cambio de...

—No estás haciendo el trato con ella, sino conmigo —negué de nuevo haciendo que me mirara ahora a mí—, y quiero solo dos cosas que en su momento te pediré.

—Sí como no —. Rió negando—. Yo no hago tratos a ciegas jamás.

—Pues parece que tus clientes siempre lo hacen contigo y yo no soy uno más de ellos. Yo soy quien te puede librar de la lacra esa, ¿No es así, Blake? —. Sonreí cuando me miró sin decir nada y solo mostró su sonrisa fingida—. Tú quieres quitarte de encima a John para que no estorbe en tus negocios.

—No sé de qué mierda estás hablando —negó con cinismo—, aunque sí te diré algo, niño. No sé si eres valiente o tonto para atreverte a hablarme así.

—Vamos, Blake —. Reí mirándolo y tomando el vaso de su mano. Bebí un trago de su amargo licor y negué—. Tú bien sabes que así como acabé con esa docena de hombres puedo acabar con esos cuatro guardias y contigo.

Blake dejó de sonreír y me miró serio cuando me arrebató el vaso de nuevo.

—El trato es éste —. Sonreí al cruzarme de brazos al sentarme frente a él—. Yo acabo con el clan de John y tú a cambio me das las dos cosas que en su momento te pediré.

—Noah —. Negó Emily y me tomó del brazo para hacer que la mirara—, ¿Qué estás haciendo?

—Lo que te prometí —dije con firmeza cuando me zafé de nuevo de su agarre posesivo—, hago lo que sea para sacarte de aquí.

—No bromeas —. Blake dijo irónico.

—Yo te doy el boleto dorado para que te deshagas de John —negué—, tú mismo te puedes deshacer de él. Yo puedo traerlo para ti e incluso puedo satisfacer tus deseos al traerlo sano para que disfrutes acabándolo tú mismo. De raíz.

—No puedo creer que harías eso —. Dijo incrédulo y miró el vaso en sus manos.

En su mente pude ver la forma de una niña. Lo podía ver a la perfección y, aunque no podía ver su rostro, sí podía ver la manera que hacía que Blake se sintiera.
Era amor.

—Tú y yo no somos hombre malos, Blake. Lo sé —. Afirmé al hacer que me viera cuando puse mi mano en su hombro—. Sé lo que quieres y puedo dártelo.

—Tú a mí no me conoces —. Negó molesto y apartó mi mano de él.

—Yo sé que quieres que el clan de John acabe para que no siga envenenando a tus clientes, a tu gente —. Dije lo que pasaba por su mente y lo que pude ver—. Yo puedo hacer que caiga pero no lo voy a asesinar. Eso va en contra de mis principios.

—Incluso cuando él ha lastimado tanto a la niña que viene contigo —. Inquirió.

—Blake, basta —. Espetó Emily.

El Ascenso De Un Alfa ©Where stories live. Discover now