Capítulo Veinte: Tu Decisión

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Noah

Caminaba despacio. Trataba de hacerle caso a Mara y tenía en mente las cosas que me había dicho.
Quizá si lo mantenía en orden en mi cabeza sería más fácil hablar con Emily de las cosas.

Entré a la habitación y me di cuenta de que ella estaba sentada en el balcón, sus piernas estaban flexionadas hacia su pecho y mantenía la barbilla sobre sus rodillas. Estaba mirando con gran admiración hacia la torre que iluminaba la calle, sin embargo, no quise dejar que volviera a la cama y me acerqué a ella para hablarle. No creía que quizá era el mejor lugar para hacerlo pero al menos ahora estábamos sólo ella y yo en ésta habitación.

Seríamos sinceros.

-Es hermoso, ¿No lo crees? -. Dijo cuando me acerqué al barandal y me recargué en él.

-Siempre voy a recordar París como mi mejor viaje -. Sonreí.

-El de ambos.

Emily estaba sentada en el balcón de piedra mientras abrazaba sus piernas y no dejaba de ver jamás la luz, era como si no quisiera dejar de verla por miedo a encerrarse en la oscuridad de nuevo.

-Está aquí, ¿No es así?

-Mara vino a ayudarme con algo -asentí y la miré-, pero créeme que no está aquí para molestarte.

-¿Por qué dejas que venga? -. Me miró molesta-. Ella no tiene derecho a venir aquí y menos después de que vino a ti con sus malditas propuestas.

-Ella sabe que no puede intervenir entre los dos, se lo he dejado claro y ella lo ha entendido.

-Pero yo quiero que se vaya, Noah.

-Emily, ahora hay más cosas que tenemos que resolver, no solo está Mara -. Negué y tomé una de sus manos-. Necesito hablarte de algo importante.

-¿Ahora qué pasa?

-Necesito que seas honesta conmigo, siempre.

-¿Noah, qué te sucede?

-Emily en verdad necesito que me digas la verdad acerca de lo que te voy a preguntar -murmuré-, ¿Lo prometes?

-Yo...

-Promételo, Em.

-Te lo prometo.

Ella me miró seria y confundida, sin embargo, terminó por asentir y yo tomé un buen respiro para darme valor al preguntar.

-¿Qué pasa, Noah? Me estás asustando.

-Dime algo, Em -la miré serio-, ¿Alguna vez tuviste algo con Blake?

-¿Qué? -. Negó confundida.

-¿Alguna vez estuviste con él?

-No...

-Dime la verdad, Emily. Lo prometiste -. Le dije cuando supe que me estaba mintiendo.

-Noah, no sé para qué quieres saberlo -. Murmuró.

Ella mordió su labio nerviosa, sonriendo molesta cuando miró hacía otro lado y después de pensarlo, por fin asintió.

-Sí -admitió-, fue mi amante de cierta manera cuando las cosas con John comenzaron a descontrolarse. Él era mi único amigo y en un momento de nuestra relación sí tuvimos algo.

Yo cerré mis ojos un instante y solté su mano en un reflejo de mi dolor.

-Noah no significó nada, de verdad, él sabe que solo podemos ser amigos.

-¿De verdad? -negué-, porque hasta donde yo recuerdo tú misma me dijiste que te protegió de John, de todo, como si fuera tu perro guardián.

-Como un amigo leal.

El Ascenso De Un Alfa ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora