CAPÍTULO 1

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'TIL DEATH DO US PART
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Leanne

Cuatro meses después...

"Me gustaría verte casada"

Mi padre solía decirme que le agradaba la idea de pensar en verme en mi boda, casándome y formando una familia con alguien. Me toca admitir que la ilusión siempre permaneció escondida.

A veces me tentaba la idea de imaginarme mi boda, cómo sería eso de realmente sentir que una persona me importa tanto al punto de querer unir mi vida a la suya, de casarnos y hacer lo que hacen los matrimonios normales, las personas que se enamoran. Pero, lo más importante de todo; siempre me ilusionó la idea de imaginarme a mi padre acompañándome al altar.

Creo que, me hubiese gustado anunciarle mi compromiso a mi padre, contarle cómo fue que me enamoré del hombre que decía que era un grano en el culo y ver su reacción. Quizá me hubiera abrazado, se hubiera sentido orgulloso... no lo sé, solo sé que me hubiese gustado tenerlo aquí, haciéndome compañía.

—¡Vóila! —exclama Lidia—. Te ves como una princesa, me encanta.

Sonrío al apreciar mi rostro frente al espejo del tocador, a mí también me gusta el resultado del maquillaje, es un poco poblado pero relajado, mi estilo.

» Has estado muy callada, ¿te sientes nerviosa, mareada? ¿Quieres que te traiga un vaso de agua? O sea, no sé muy bien cómo es esa emoción que sientes ahora porque nunca me he casado, pero supongo que debes estar conmocionada y emocionada. Yo también estoy emocionada, siento que estás dando tres pasos adelante y me encanta. Además, es comprensible, yo también me sentiría nerviosa si estuviese a punto de casarme con semejante Dios griego de un metro noventa, ojos azules y mirada profunda, parece un Romeo de ensueño y tú eres su Julieta supermodelo de renombre.

—Lidia —río—. Sí, estoy un poco nerviosa, es todo. Jamás creí que iba a casarme, es decir, había pensado en ello, pero no pensé que el día llegaría como si nada.

—Tranquila —Acaricia mi melena de pelo mientras esboza una sonrisa que me transmite tranquilidad—. Todo saldrá excelente, eres Leanne Vitali y vas a tener la boda del año.

—Eso espero.

—Ni siquiera lo dudes.

De repente, un grito y el azote de una puerta me hace dar un respingo sobre mi asiento. ¿Quién carajos está gritando así...? Me doy la vuelta y entonces, visualizo a una arreglada Emma a la que le brillan los ojos de ilusión al verme en mi vestido blanco.

—¡Por Dios! —exclama, respira con fuerza—. Te... te ves increíble, no tengo palabras, eres una jodida princesa, reina, diosa o lo que sea. ¡Me encanta! —chilla y corre a abrazarme.

Recibo su abrazo con los brazos abiertos y Hailey también se acerca a mí para hacer lo mismo.

—Ya quedan solo cinco minutos —dice Hailey—, los invitados están ansiosos, creo que ya han llegado todos.

Sonrío. Sigo un poco nerviosa, pero también feliz y efusiva, tengo un mar de emociones que me embarcan.

Me pongo de pie y avanzo hacia el espejo de cuerpo entero que se sitúa en el otro lado de la suite. Detallo mi vestido blanco con la mirada, es pomposo, enorme y tiene un escote prenupcial que muestra parte del valle de mis pechos. El vestido contiene unas mangas caídas que dejan mis hombros al descubierto, la tela es fina, blanca y transparente y expone parte de mi brazo, la manga es a base de unos volados delicados y sutiles que son un poco voluptuosos. Mi melena de pelo cae en cascada por mi espalda descubierta y mis tacones son brillantes blancos, más especifico, stilettos. La tela se encarga de realzar mis atributos delanteros, expone la piel de mis hombros y me parece exacto a mi gusto. Fue diseñado por una de las mejores diseñadoras de Nueva York. Recuerdo que apenas ví el boceto del diseño me enamoré por completo. Mis amigas me ayudaron a encontrar el diseño perfecto, siendo las mejores damas de honor. Me vuelvo hacia ellas, las tres llevan vestidos cortos y ceñidos a sus figuras de color esmeralda con tacones que hacen juego con el color de sus tacones.

Caricias PeligrosasWhere stories live. Discover now