Alex.
Mis párpados se levantan lentamente, veo un foco de luz que me ciega, obligándome a cerrar los ojos de nuevo, me siento muy mareada.
¿Qué diablos...?
Me fui de casa de los Miller, con la intención de buscar a Cristian y suplicarle que volviese, no podía huir de él y demostrarle que efectivamente no le quería, porque no había un amor más intenso y verdadero que el que yo sentía por ese loco, pero tampoco podía quedarme de brazos cruzados, esperando a que los problemas fuesen cada vez más graves.
Pamela necesitaba a su hermano con ella, y Dakota junto con Alan, estaban sufriendo la ausencia de su hijo mayor.
Y yo... me moría sin él. Necesitaba verle, aunque fuese para pelearnos, como hacíamos en un pasado.
''Te quiero tanto Cris...''
—Se está despertando.
Mi cuerpo sufrió un espasmo, algo había mal dentro de mi, de repente, sentía como el pulso del corazón se aceleraba porque sí, ralentizándose después, y luego, de nuevo, pulsaciones aceleradas.
Tenía una leve sensación de asfixia.
¿Dónde estaba? ¿Qué me estaba pasando?
Lo único que recordaba era verme en la parada del autobús, llamando a Cristian para rogarle que me dijese donde estaba.
—Ponle una dosis más elevada.
—Podría acabar con su vida, señor.
—No nos conviene que recuerde absolutamente nada.
Mis ojos se abren por completo, veo como un hombre me observa, lleva un gorro verde y una mascarilla.
—Pues es un poco tarde.— Comenta, apretando las correas que amarran mis manos a la camilla, trato de forcejear, pero es imposible.
—Ya sabes lo que debes administrarle.— La segunda voz, viene desde detrás de la camilla.—Ah...pobre Hanse, tuvo un final tan trágico, aun así, sus estudios fueron una gran colaboración a la humanidad.
—Como decía Karma, los demonios mueren, pero la misión prosigue.
—Karma...—Risas y carcajadas.— Su obsesión por ser inmortal y modificar su ADN terminó por hacerle perder la cabeza, ¿cómo de loco hay que estar para incluso someter a esos experimentos a tu propio hijo?
—Alan Miller, estuvo ingresado en esta misma habitación, amarrado en esta misma camilla.— La mano de ese hombre aprieta mi antebrazo, no puedo moverme, noto como me pinchan algo, estoy muy mareada.— Costó mucho restaurar todo esto después de que le prendiera fuego.
—Algo que él nunca debe saber, no dudo que volviese a hacerlo una vez más.
—Lo que nunca entenderé, fue para qué crearon esa especie de ''círculo '' de pelea entre locos, ¿qué sentido tenía dejar que se mataran entre sí?
—Muy obvio, Hanse tan solo deseaba verificar los progresos de la inmortalidad, y regeneración celular.
—Una mujer sin escrúpulos.
—Sí, sin escrúpulos tal vez, pero gracias a la cual estamos cada vez más cerca de lograr la inmortalidad humana y la cura de todas las enfermedades, así como la propagación del virus que acabará con los que no sean dignos de recibir el don.
Silencio.
—Pobre chica.
—Sí, ella es un alma inocente, pero servirá para presionar a Cristian en su decisión de colaborar, ya que parece que su hermana está resistiendo demasiado a la enfermedad, a ver si así, da su brazo a torcer.
