Confianza

3K 259 81
                                    

Advertencia: universo alternativo

El bosque se extendía hasta donde alcanzaba la vista lo que era algo muy molesto para del bardo de rubios cabellos, suspiro continuando con su camino quería llegar a la ciudad más cercana antes de que anocheciera, prefería no dormir en el bosque.

Llevaba un buen trecho recorrido cuando vio un bulto negro en el camino. El rubio era confiado pero no imbécil y sabía que podía haber asaltantes en el camino y el, al ir solo, era en apariencia un blanco fácil.

Se acercó con cuidado, con la mano apoyada en la empuñadura de su estoque sin perder de vista todo aquello que le rodeaba. Desenfundó y pincho suavemente el bulto, todo parecía normal, asique acercó su mano para descubrir que era pero de pronto el bulto se movió.

El rubio dio un salto hacia atrás apuntando con su arma hacia el bulto ahora vivo dispuesto a atravesarlo si fuera necesario. De pronto asomo una cabeza de cabellos negros de debajo de la tela. Hizashi tuvo que reprimir un grito de asombro.

- ¿Estas bien? - dijo mientras veía como el antes bulto se levantaba y se incorporaba.

Se trataba de un hombre de cabellos y ojos negros, un poco más bajito que el, igual que el color de su ropa y capa, parecía ir armado por lo que el bardo pudo alcanzar a ver. Se le quedó mirando con ojos aburridos y bostezó.

- Hola... - tímidamente el rubio esperaba una respuesta que no llego porque el moreno se dio la vuelta y comenzo a caminar sin mediar palabra.

El rubio se quedó extrañado ante tal comportamiento y salió corriendo detrás del hombre. Después de todo ambos parecían ir en la misma dirección.

- Espera... ¿Estas bien? - el rubio trataba de alcanzarle - No es normal que alguien se quede dormido en medio de un camino ¡Es muy peligroso! Alguien podría haberte hecho daño o...

- Eres ruidoso - dijo parándose en seco, provocando que el rubio se chocase contra su espalda - y se defenderme - el comenzó a andar de nuevo.

- ¿Vas a la ciudad? - pregunto de nuevo el rubio - ¿Te puedo acompañar?

- No - contesto secamente a las palabras del rubio que le comenzaba a molestar bastante.

- Pero si vamos en la misma dirección y en el mismo camino ¿No es mejor que vayamos juntos?

- ¿Se supone que vamos en la misma dirección?

- ¿Vas a la ciudad?

- Si

- Pues vamos al mismo sitio - contesto alegremente el rubio - Por cierto me llamo Hizashi Yamada ¿Y tú eres...?

- ¿Si te digo mi nombre te vas a callar? - pregunto malhumorado el moreno - Aizawa Shota.

- Que nombre tan boni... - el rubio se calló de golpe al ver la mirada que le dedicó el hombre.

Ambos continuaron caminando, en silencio la mayor parte de tiempo el resto solo hablaba Hizashi. Al cabo de un tiempo comenzaba a anochecer lo cual comenzó a preocupar al rubio pero no dijo nada hasta que el moreno se sentó al lado de un árbol y comenzo a preparar un fogata.

- ¿Nos detenemos? - pregunto con la voz temblorosa el rubio.

- Caminar de noche es peligroso

- Pero esto tampoco es muy seguro que digamos - a Hizashi se le notaba alterado y no pasó desapercibido para el moreno.

- Si te molesta, tú puedes continuar tu camino... Nadie te obliga a quedarte - dijo secamente

El rubio miro el fondo del camino que tenía que transitar y no le apetecía hacerlo por nada del mundo. El rubio se resigno y se sentó al lado de su nuevo compañero. Comieron algo en silencio lo cual extraño a Aizawa pues aunque no conocía de nada al rubio que se le había acoplado.

- ¿Sucede algo? - pregunto el moreno, lo que sorprendió a Hizashi - No te conozco de nada pero supongo que por lo que hablas no es normal que estás ahora tan callado.

- No pasa nada...

- ¿En serio? - pregunto exceptico levantando una de sus cejas.

- No me gustan los bosques - suspiro agotado - hay muchos insectos y no me gustan los bichos son repugnantes

Aizawa le miraba sin aparentar sentir interés pero solo exteriormente por dentro no podía evitar sentir curiosidad por ese hombre de rubios cabellos. Por regla general no le gustaba la gente prefería estar solo y la gente en general prefería no acercarse a él pero ese molesto bardo se le había acoplado sin ningún tipo de pudor y eso lo extrañaba, porque nunca había conocido a alguien así.

- Por eso no querías acampar, pero tampoco es tan preocupante, hay cosas peores en este bosque - murmuró para si el moreno pero Hizashi lo escucho mirándole con sus grandes ojos verdes reflejando preocupación. - Eres muy miedoso para viajar solo

- No soy miedoso - dijo poniendo un puchero - es que no me gustan los bichos.

- Ya lo has dicho - protesto Aizawa - a parte de gritón te repites mucho.

- Y tú para dormirte en medio de los caminos eres muy desagradable con la gente que te salva - le replicó Hizashi.

- ¿Salvarme? No querrás decir despertarme - se defendió el moreno

- Eres extraño - murmuró - ¿Quién duerme en medio de un camino?

- ¿Y por qué no? Tenía sueño

- Porque es peligroso Aizawa

- ¿Y esto no es peligroso? Te has juntado junto a un hombre que no conoces de nada, que estaba tirado en medio de un camino y te quedas a pasar la noche con el en medio de un bosque... ¿De verdad que crees que soy yo el extraño? - Aizawa le miro con sus penetrantes ojos negros - o eres muy bueno con eso - dijo señalando al estoque de Hizashi - o eres más inocente de lo que pareces.

El rubio al darse cuenta de las palabras del moreno trago muy fuerte, si bien sabía defenderse era cierto que no sabía quién era. El se tensó de golpe al darse cuenta de sus actos y miró fijamente a Aizawa.

- ¿Tu me harías daño? - le pregunto directamente a un sorprendió moreno.

- Si quisiera hacerte daño ya lo habría hecho, me has dado motivos y ocasiones de sobra - suspiro fuertemente.

- Pues asunto zanjado

El rubio se arrebujo en su capaz era algo corta y no le cubría bien del frío pero estaba acostumbrado. El moreno se dio cuenta de que su compañero tiritaba a su lado y abrió su capa haciéndole un gesto para que entrara con el para protegerse mejor del frío. El rubio acepto encantado, olvidando las palabras del moreno.

- Gracias - susurró contra su cuello, provocando que el moreno se tensara - Por cierto Aizawa ¿Por qué piensas que soy yo el ingenuo? Es decir perfectamente podría agredirte ahora mismo, tienes las mismas dudas que yo verdad.

- Se defendeme Hizashi, tengo experiencia con esas cosas - susurró con un tono de amargura.

- Suponía que dirías algo así...

Al cabo de unos minutos el rubio termino durmiéndose, Aizawa por su parte lo miraba cerro pesadamente sus ojos y suspiro. Cuando les abrió de nuevo lo hizo con un brillo rojizo en su mirada y una sonrisa amarga se dibujó en sus labios.

Hizashi dormía en su pecho y podía sentir su respiración en su cuello, está presa había sido realmente sencilla de cazar, tan inocente... Movió su brazo alcanzando una de sus dagas, miro el rostro dormido del rubio y recordó sus palabras y algo dentro de él lo detuvo.

Cerró pesadamente sus ojos, otra noche que se quedaría sin comer.

Cuando Aizawa cayó rendido, una sonrisa se dibujó en los labios del rubio, recordó el rostro dibujado en aquel anuncio de se busca, ofrecían una buena recompensa por la cabeza del moreno y Hizashi era bueno cazando a tipos como el, después de todo eran iguales, habían nacido bajo la misma estrella maldita. Sonrió acercando su mano primero a su arma, para acabar el trabajo.

Fue en ese momento cuando se fijó en el rostro dormido del moreno y de nuevo, algo detuvo su mano. Sonrió para si y acarició la suave mejilla de Aizawa puede que por primera vez en su vida, Hizashi Yamada fallase un trabajo.

Erasermic Where stories live. Discover now