Capítulo 6.

3.4K 533 89
                                    

                          

Gwen Trainor.


Tenía miedo, tenía mucho miedo.

Una sombra me perseguía, la misma que me hacía sentir triste, como si me hubiese arrebatado algo que adoraba, pero no entendía qué era, o por qué me sentía de esta manera. Como si mis peores miedos se acumularan en una bola gigante de humo siguiéndome, lloraba y lloraba deseando que acabara la pesadilla ¿Era sólo una pesadilla? ¿O de verdad vivía este momento?

Un montón de voces me hablaban al mismo tiempo, unas gritaban con desesperación y otras susurraban que todo estaría bien. La voz que gritaba y la otra que susurraba era de una misma persona, pero en diferentes tonalidades, de pronto la escuchaba más cerca y otras veces se alejaba, parecía sufrir, sentía lo que esa persona le ocurría. Pero no comprendía qué quería de mí.

¿¡Qué es lo que quieres de mí!?

Traté de gritar, pero mi voz no se inmutaba a salir, era indefensa y aquella sombra se acercaba cada vez más. Es de gran magnitud, demasiado poderosa.


"Gwen, Gwen, Gwen, Gwen, Gwen, Gwen Gwen"


La misma persona de los gritos melancólicos decía mi nombre una y otra vez, como si me estuviese llamando. Era un eco que resonaba en cada parte de la habitación vacía en la que me encontraba.

"Lo siento Gwen"

"Lo siento"

"Lo siento"

"Lo siento"

Se disculpaba, repetidas veces. Parecía tener algún tipo de conexión fuerte con la voz proveniente de alguna parte, algo dolía dentro de mi corazón. A esa persona también le dolía.

De pronto la sombra se expandió tanto hasta dejarme sin respiración, me estaba ahogando. ¿Qué podía hacer? Estaba literalmente muriendo y no tenía el poder de mover ni un solo dedo de la mano para alejarlo. Oh dios mío, estoy muriendo.

¡Despierta Gwen!


Mis ojos se abrieron con gran impacto, desconcertada, apenas sabía dónde estaba. Me faltaba el aire, mi pecho subía y bajaba buscando algo de oxígeno. Miré a todas partes y me encontraba justo en mi habitación, todo había sido una pesadilla, pero aún tenía miedo, el mismo que sentí en el sueño. Palpé mis ojos y los sentí húmedos, al parecer había llorado.

Definitivamente no había tenido una pesadilla como ésta, fue algo horroroso, parecía muy real, pude sentir todo.

—¿Cariño estás bien?— mi mamá apareció por la puerta de mi habitación, me observaba como si tratase de comprender mi cara de horror.

—Si... Solo tuve una pesadilla.

—¿Volvieron?—indagó con un gesto alarmante. Cuando era pequeña mi mamá no podía despegarme el ojo al dormir, me levantaba exaltada gritando con mucho terror.

—Sí, pero no importa, tranquila —me esforcé en sacar una sonrisa, no quería que se preocupara por algo estúpido.

—Deberías arreglarte, un chico guapo llamado Hult te espera abajo — me guiñó el ojo.

Mierda, había olvidado por completo que Hult venía, instantáneamente tomé mi celular para chequear qué hora era.

Mierda, mierda, mierda. Mi celular marcaba once llamadas perdidas de él y ya era más de la hora de la cual acordamos

Ángel 234(I&II)Opowieści tętniące życiem. Odkryj je teraz