Capítulo 15: Soy completamente de ti.

1.4K 228 62
                                    

Nota: Definitivamente tienen que escuchar The Hills, de The Weeknd. Sin la canción, el capítulo no tiene vida. En serio:).

                          Capítulo 15.


Hult me había cargado, y mojados salimos de la ducha. Me llevó hasta la cama, donde con cuidado me dejó. Se colocó arriba de mi, mis piernas rodearon su torso. Nos besábamos despacio, gradualmente el beso aumentaba su ritmo. Dejó mis labios, ahora besando por mi pecho, alrededor de mis senos. Fue bajando en un rastro de besos por mi abdomen. Mis brazos se erizaron, por las cosquillas que me hacían sus labios al llegar a mi pelvis.

Volvió a subir, quedando frente a frente conmigo. Su mirada, su mirada era la más intensa que he visto. Sus ojos esmeraldas mandaban electricidad a los míos. Estaba muy nerviosa, pensé que tenía todo controlado, pero no era así. Eso no quitaba lo decidida que estaba a hacerlo. Deseaba que Hult me lo hiciera.

—Me detendré si así lo quieres —avisó sin apartar su vista de mi. Tenía sus manos apoyadas en la cama, a cada lado de mi. Me mordí el labio y asentí dubitativamente.

Me dejó confundida cuando se levantó de la cama y fue al baño en busca de sus shorts que seguían tirados en el suelo. Vi como saco su billetera y de esta, buscó un pequeño paquete plateado de forma cuadrada. Era un condón. Volvió a mi, y nuestras miradas conectaron, seguramente se había dado cuenta que lo estaba observando. Me limitaba hacerlo, aun me daba vergüenza mirarlo tanto, estando él desnudo.

Nuevamente estaba encima de mi, con el paquete del condón entre su mano— ¿Qué? ¿No quieres tener un hijo Nephilim, conmigo? —alcé una ceja divertida. Pero creo que la ocasión me hacía decir cosas estúpidas. De verdad, ¿por qué dije eso? Por suerte, el se echó a reír.

—Quiero tener muchas cosas contigo, pero créeme que en mis planes no está crear un bebé hoy —murmuró, cerca de mi oído. Su húmeda lengua pasó por detrás de mi oreja. Apreté los labios.

—¿Dolerá? —musité. Pero no respondió, porque seguía pasando su lengua de arriba abajo por mi cuello. Mis manos, automáticamente se deslizaron por su pecho mojado. Mi estómago se revolvía constantemente de excitación.

—Mucho —respondió finalmente, junto a una sonrisa ladeada. Lo miré con terror, pues esperaba una respuesta más alentadora —Cierra tus ojos Gwen, haré lo posible para que disfrutes ese dolor —murmuró con lentitud. Pasó el pequeño paquete entre sus dientes, y en un estirón lo abrió. Escupió el pedazo hacia el suelo, sacando el pequeño círculo de látex —Quiero que me lo pongas tú.

Me entregaba el condón. Miré el objeto con una ceja arqueada —¿Estás loco? Jamás he puesto un condón.

—Inténtalo —dijo con simpleza. Dejé de mirar al condón, y luego lo miré a él. Había muchas posibilidades de que lo colocara mal, o lo podía romper. ¿Y si quedaba embarazada? Definitivamente no quería quedar embarazada a esta edad. Ni siquiera deseaba hijos. Oh dios, la ansiedad me revolvía la cabeza. Lo tomé, y mis manos se llenaron del lubricante al hacerlo... Bien, le tocaría su... ¿Miembro? ¿Parte? ¿Por cual nombre le podría decir para que no suene tan estúpido o grotesco?

¿Y si lo lastimaba? Incliné mi cabeza, para ver mejor lo que estaría por hacer. Estiré mi brazo, y comencé a estirar el condón desde su punta, hasta arriba. Lo cual me costaba. Mi mano, al agarrarlo, no terminaba de cerrar. Tragué saliva, por lo que pronto entraría en mi. Definitivamente sería doloroso.

Hult me ayudó, poniendo una mano encima de la mía, y con la suya, ayudó a la mía a seguir estirando el látex de forma correcta.

—Debe quedar hasta arriba —indicó al finalizar. Retiré mi mano y puse mi cabeza encima de la almohada. Ocultaba que mis piernas estaban temblando, era imposible controlarlas. Mi corazón retumbaba tan fuerte, que los latidos se sentían en mi garganta. Los ojos de Hult me analizaban, con una dulce sonrisa en sus labios carmesíes —¿Confías en mi, Gwen?

Ángel 234(I&II)Where stories live. Discover now