Epílogo

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                              Epílogo.

Siete meses después, 26 de Agosto, 2019

Gwen Trainor

Conectar con una persona. ¿Qué es, conectar realmente con una persona?

Es esa manera, en que cada centímetro de tu cuerpo vibra con tan solo un tacto. Reír juntos, formando una grandiosa melodía, de esas que el mundo espera escuchar. Mirarse, y sentirse plenos, donde no hay un hueco vacío, un espacio que rellenar. Conectar con una persona es el mejor sentimiento que alguien puede vivir. Algunos les toca a la mitad de su vida, a otros en su adolescencia, puede llegar de la nada mientras estás comprando en el supermercado. O quizás en una reunión aburrida, de las que los padres invitan a sus hijos.

Crecí viendo películas románticas, de esas de las que te enamoras, de las que quisieras ser parte. Era un sueño. Siempre esperé por ese día, proyectándomelo una y otra vez. "Un amor, como de película". Encontré mi otra alma en donde no pensaba que la encontraría, y me di cuenta que no era como una película. Era real. Era mejor. Es, mejor. Hult y yo, somos tan distintos en todos los sentidos, como pensamos, la manera de reír, nuestros sueños, nuestra perspectiva del mundo. Incluso como nos amamos. Sin embargo, hay algo que nos hace tal para cual. Nuestras almas. Nuestras almas hechas con el mismo fulgor.

Esa electricidad que volaba cuando lo tocaba, cuando me hablaba, siempre fue por algo. Y aquí estamos.

Al final, todo estará bien. Y si no lo está, no es el final. Nuestro camino de problemas acabó, fue difícil, no lo niego. Para todos lo fue. Pamela volvió a respirar después de dos meses sufriendo la pérdida de Callum, estuve para ella luego de mi recuperación, así como estuvo Bailey. Hult también ha aceptado muy bien el tema, a veces trata de ignorar el hecho. Pero le recuerdo que así no se sana, y lo ayudo a expresarse, a sacar lo que reprime. En unos días volvía a la universidad, luego de haber perdido casi un año. Tuve que hacer terapia por mi pierna, la forma en que se fracturó fue terrible. Me extraña que no haya quedado lisiada o algo por el estilo. Por supuesto, me alegra que no.

Tuve ahí a mis amigos y a mi familia, cada día, cada noche. Siempre apoyándome, y por supuesto a Hult, que contaría como mi familia. Ahora estoy en perfectas condiciones. Caminando y hablando, hasta hace un par de meses atrás era una tortura

Cuando desperté, lo primero que vi, fue a mi último pensamiento. Hult. Sin embargo, recuerdos vagos nadan por mi mente de él hablándome todo el tiempo. Como un hilo muy débil de su voz. Hult no se apartó de mí, ni un día en las dos semanas que quedé prácticamente en coma, eso me hizo muy feliz. Al día siguiente, habló conmigo, dándome el impacto de la noticia que sospechaba un día antes del accidente. Estaba embaraza.

No lo podía creer, había quedado en estado de shock, literalmente. En frente de mí, posaba un Hult apenado, disculpándose una y otra vez por no cuidarme como debía. Pero no era su culpa, quizás los dos fallamos en cierta parte. Le hice saber que no era así. Y que lamentablemente el destino así fue. Han pasado siete meses y aún no logro procesar que hubiera tenido un bebé con Hult si no habría pasado el accidente.

El tiempo nos ha curado, todavía se hacen presentes esos hechos, pero no afectan del mismo modo. Hemos ido lento para resolver problemas faltantes, problemas que una vez resueltos, seríamos libres.

Era un precioso día, miré el azul cielo, donde no colmaba ni una nube. Viento frío rozaba en mi cara, pero en sí, era un día cálido. Las flores a mi alrededor se expandían con gran magnitud. Habían nuevas, llenando cada vez más el lugar. Adoraba éste bosque con todas las fuerzas de mi ser. Cuando estaba aquí, me sentía única.

Ángel 234(I&II)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora