Capítulo 14.

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 Nota: para este capítulo recomiendo a que escuchen Unchained Melody de Righteus Brother o la interpretación de Elvis Presley. O bien podría ser de Roy Orbison. Cualquiera de las tres voces hacen una magnífica interpretación de la canción.✨🎶 Sin la canción no tiene vida el capítulo

                            

Gwen Trainor.


Mi corazón martillea mi pecho, logrando hacer un agujero por este. Mis piernas extrañamente temblaban, no podía controlarlas. Era desesperante perder el control total de mi cuerpo solo por Hult. Seguía sin entender exactamente a qué se refería. ¿Me confesaba sus sentimientos? Definitivamente lo hacía, ¿por qué más razón diría algo así? Primero me dijo que le gustaba estos pequeños momentos entre nosotros y ahora me pide saber la respuesta sobre si sentía celos por Camille. Cómo puedo deducir saber las cosas por cómo me mira, jamás nadie, nunca en su vida me ha mirado de la forma en que él lo hace. Con esa electricidad pasar por su iris.

Tragué saliva. Traté de concentrarme en la pintura, porque si lo miraba a los ojos, lo más probable es que me deshaga en el suelo—Lo hice.

Mis palabras salieron firmes, quedando expuesta ante él. De reojo noté como delineó una sonrisa en sus labios.

—¿Hiciste qué?—preguntó como si no supiera a lo que me refería. ¡Pero él si lo sabía! Solo quería que lo repitiera. Idiota.

—Sentir celos por Camille —murmuré entre dientes, obstinada.

Era el final de la cadena alimenticia. Hult era mi depredador y había logrado poder tenerme en su boca. Con eso confesaba todo, confesaba que me gustaba. Confesaba que tenía sentimientos encontrados por él. ¿Los dos sentíamos esto? ¿O yo era la única?

—Hmm, interesante — fue lo único que respondió. En el mar que llevaba dentro ahora me ahogaba, literalmente me arrastraba por la corriente, revolviéndome una y otra vez. No nos habíamos movido del mismo sitio por largos minutos, y ese silencio se tornaba de nuevo entre nosotros haciendo el momento más incómodo.

—Quisiera que fueses más directo — logré hablar.

—¿Más directo de lo que fui? —escuché una risita por su parte.

—No logro entender cada cosa que ha pasado en mi vida en el corto tiempo que te conozco.

—Sabes que no soy fan de darte respuestas, Gwen.

Ahora nos encontrábamos frente a frente —Es que ahora me dices esto y yo....

—Lo que te he dicho ha dejado de importar justo en el momento en que lo dije— afirmó fríamente. Quedé atónita por su cambio repentino de humor, de pronto parecía ser una persona suave y vulnerable y ahora me lanza una daga directa a mi garganta.

—Bien, no hubieras hablado si es así — respondí en seco. Ahora la vulnerable era yo, sentía mis párpados pesados. Estaba a punto de llorar, no podía hacerlo enfrente de él. No podía seguir siendo débil ante sus ojos. Pero por supuesto, era algo más que Hult creaba en mí y no controlaba.

—Gwen... —susurró tomándome del brazo, en un estirón me zafé de su agarre.

—¿Por qué te comportas de esta forma? — mi voz dependía de un hilo tambaleante.

—Lo que menos quería es hacerte llorar — musitó, volviendo a ser el Hult suave de hace unos minutos.

Tal vez piensa que soy tan frío como él, que lo me que diga no me dolerá. Me limité a no mirarlo ni contestarle. Solo quería parar estas estúpidas lágrimas que no dejaban de caer. Tomé la manga del suéter y la estrujé por mis ojos.

Ángel 234(I&II)Where stories live. Discover now